Armello
- PlataformaPCXBOPS47.5
- DesarrolladorLeague of Geeks
- Lanzamiento01/09/2015 (PC, PS4)30/08/2016 (XBO)
- TextoEspañol
- EditorLeague of Geeks
Armello, análisis
Armello, de League of Geeks, es una fábula en la que diferentes clanes animales luchan por el trono. En un tablero en el que se mezcla rol, dados y cartas, lucharemos por alzarnos como nuevo monarca de un reino tan bello como peligroso. Hoy en MeriStation rescatamos este título de 2015 cuya edición física ha llegado recientemente para PlayStation 4, Xbox One y PC.
La fábula de la carrera por el poder
Érase una vez Armello, un reino en el que convivían diferentes clanes animales gobernados por un rey león, otrora justo y bondadoso. No obstante, la Podredumbre, un poder maléfico, ha contaminado su alma y está sumergiendo su hermoso dominio en el caos. Una serie de héroes decide que es hora de hacer algo, y tomar el trono para sí, con lo que se enfrentan en una guerra en la que tanto las armas como las intrigas son piezas clave para la victoria. Para convertirnos en el nuevo monarca, deberemos convertirnos en un excelente estratega que sepa dominar los engranajes del ascenso al poder, reflejados en este título de fantasía oscura que sobre un tablero virtual mezcla rol, dados y cartas.
League of Geeks debutó en 2015 esta fábula convertida en en un complejo videojuego de mesa y cuya edición física ha llegado a las tiendas este mismo marzo. Fue nominado como juego del año en diversos eventos, si bien se erigió como Juego del Año en la edición australiana de la revista Kotaku. Los creadores de este título de fantasía oscura lanzaron en 2016 el rocambolesco Push Me, Pull Me, donde dos salchichas humanas unidas por la cintura se contoneaban, prolongaban su cuerpo, empujaban y tiraban del otro para mantener el balón en su campo durante un disparatado partido de fútbol. Este multijugador local resultó una apuesta sencilla y divertida, que promovía la cooperación de una pareja que, desde el sofá y durante una partida frenética en la que la coordinación lo era todo, se acababa gritando órdenes mientras procuraba mostrar buenos reflejos.
En Armello, por el contrario, no hay trabajo en equipo, sino rivalidad. El Rey de esta tierra próspera y radiante, la cual recibe el título del juego, ha sido contaminado por la Putrefacción, un poder maligno que envenena el alma y le convierte en un gobernante cruel y déspota. Los clanes que habitan Armello ven su hogar devastado por un monarca cada día más perverso, y consideran que es el momento de tomar acción. Por supuesto, el deseo que les mueve no será sólo el de devolver la armonía a su reino, sino uno más oscuro y muy humano: el de hacerse con el poder, sin importar la honradez del camino recorrido.
Armello es, ante todo, una fábula que se narra a través de la propia partida. Los protagonistas son animales con características humanas que, con su guerra por el trono, nos transmiten una moraleja: el fin justifica los medios; y esta es la máxima que deberemos tener presente para alcanzar la victoria. Durante el progreso del juego, comprenderemos que la Putrefacción sirve en el relato como metáfora de la corrupción que se da en el poder cuando alguien se mantiene en el trono durante muchos años. Por supuesto, nuestros personajes no se mostrarán siempre como criaturas puras y los métodos que usaremos para alcanzar el trono tampoco serán nobles, si bien servirán a derrocar a un rey que está dañando nuestro hogar.
Un videojuego de mesa con rol, dados y cartas
Armello se presenta como un videojuego de mesa que nos hace fantasear sobre una posible versión de tablero para los coleccionistas. Su sistema es complejo, puesto que implementa características de rol, dados y cartas y es de agradecer el detallado tutorial que incluye. En un prólogo en el que probamos a cuatro de los personajes disponibles, se nos introducen las mecánicas del juego a un ritmo pausado que permite asimilarlas con facilidad.
Nos situamos en un tablero dividido en casillas hexagonales y partimos del hogar de nuestro clan, situado en uno de los extremos. En el centro, se halla el palacio del Rey, custodiado por guardias. Nuestro objetivo será derrotarle, para lo cual hay diversos caminos: o bien venciéndole en combate una vez lleguemos al salón del trono, o bien recolectando las piedras espirituales que aparecen en el mapa de forma aleatoria y sanar con ellas al Rey, o bien reuniendo un nivel de Putrefacción mayor, o bien alcanzando el nivel más alto de prestigio y permitir que otro héroe muera durante su duelo contra el monarca.
Escogeremos un héroe entre el siguiente repertorio, en el que hay un representante de cada género por clan: los lobos Thane y River, los osos Sana y Brun, los conejos Barnaby y Amber y las ratas Zhosa y Mercurio. Nuestros personajes disponen de una serie de atributos: cuerpo (que hace las veces de salud), fuerza, ingenio y espíritu. Cada héroe tendrá más potenciadas unas características que otras, acorde con la clase que representan —Thane tendrá más desarrollada la fuerza, como suele darse en los guerreros; mientras que Sana, hechicera, tendrá una mayor puntuación en espíritu—. Cada héroe tendrá una característica especial que supondrá una ventaja en el combate: por ejemplo, Mercurio podrá robar una moneda de oro del dueño de un asentamiento que capture, mientras que Amber tendrá más probabilidades de encontrar una recompensa en una mazmorra. Al empezar, seleccionaremos un anillo y una joya que nos propinarán bonificaciones distintas. Entonces, se iniciará la carrera hacia el trono contra otros tres héroes que serán nuestros rivales.
Un mensajero nos ofrecerá diferentes misiones, entre las cuales deberemos escoger una según el tipo de recompensa que nos convenga. Al elegir, nuestro objetivo se activará en una casilla hacia la cual debemos dirigirnos. Nuestro personaje tendrá una cifra de puntos de acción que podemos aumentar con cartas, y gastaremos un punto por desplazamiento. En nuestro trayecto, habrá casillas con ciertas características: los terrenos montañosos nos harán perder dos puntos de acción, en los bosques entraremos en sigilo para no ser localizables, los pantanos nos restará un punto de cuerpo, los santuarios nos sanarán un punto de cuerpo. También hallaremos mazmorras en las que hallaremos aleatoriamente un enemigo, monedas, un tesoro o un punto más a nuestros atributos. Asimismo, en las casillas marcadas como peligro deberemos enfrentar un desafío. Si entramos en un hexágono ocupado por un guardia u otro héroe, entraremos en combate.
Al llegar a la misión, podremos resolverla por el camino seguro o el arriesgado. Con el primero, la recompensa será la estándar, mientras que con el segundo obtendremos, además de dicha recompensa, un premio extra. Para superar una misión por el camino arriesgado, se nos indica una probabilidad de éxito y el resultado se da al azar, a través de una ruleta en la que las fichas favorables y las perjudiciales se queman hasta que quede la última.
Al cumplir una misión, obtenemos prestigio. Al final de una ronda, el héroe más prestigioso se convertirá en consejero del Rey, y escogerá al principio del día un Decreto entre dos posibles, que consistirá en aplicar un hándicap a la siguiente ronda, que puede desde el despligue de flagelos —entes corruptos nacidos de la Putrefacción— o imponer un impuesto abusivo.
Al empezar la ronda, robaremos una carta de tres mazos: objeto —que podemos equipar para aumentar nuestra fuerza o defensa—, hechizo o engaño. Estas últimas pueden jugarse sobre uno mismo o un rival cercano, según sus efectos, o sobre uno mismo. También habrá hechizos que, al aplicarlos sobre una zona, le añaden un peligro que el héroe deberá desafiar mediante una tirada de dados.
Los combates se libran mediante tiradas de dados a través de la pantalla táctil —en la versión de PS4, que es la que en la que analizamos el presente juego—. Las caras marcadas con espadas suman un ataque, mientras que los escudos suman la defensa. Los cerebros y árboles de Wyld —nombre que recibe la fuente de magia en el universo de Armello— se convierten en ataques. Los soles que obtengamos durante las fases de día se sumarán a la ofensiva, mientras que si los obtenemos durante la noche nos serán dañinos. Para las lunas, este funcionamiento se da a la inversa. Antes de comenzar el duelo en sí, tendremos un breve período de tiempo en el cual podemos quemar cartas de nuestro mazo, para que los símbolos que figuren en ellas se añadan a nuestra tirada.
El héroe que se quede sin puntos de cuerpo, caerá en combate y regresará al hogar de su clan, que hará las veces de casilla de salida. En el caso de contar con una carta de seguidor, ésta se perderá, ya que nuestro leal compañero se sacrificará por nosotros.
En algunas cartas que obtengamos, podremos quedar infectados por la Putrefacción. Cada día que permanezcamos bajo su influjo, perderemos un punto de cuerpo con cada amanecer. Al aumentar nuestra corrupción, obtendremos ventajas e inconvenientes ante los cuales deberemos adaptarnos si decidimos continuar por este camino para derrotar al Rey.
Armello tiene modo para un jugador y multijugador online, y en ambos podemos personalizar ciertos detalles de la partida, como el tiempo límite o la agresividad del Rey a la hora de enviar esbirros en cada ronda. En el primero, la inteligencia artificial controlará a nuestros rivales, escogidos al azar, mientras que en el segundo, con una búsqueda de partidas bastante equilibrada, nos enfrentaremos hasta cuatro jugadores online, de tal modo que los héroes vacantes serán controlados por la IA.
En el modo solitario, nuestros rivales actuarán de forma inmediata, mientras que en el juego online, las partidas pueden prolongarse mucho debido al tiempo de reflexión que se tomarán nuestros contrincantes humanos. Asimismo, se echa en falta un modo local, puesto que Armello ofrecería mucha diversión en fiestas caseras.
Cabe destacar también que en la versión para PlayStation 4, que es la que hemos jugado para el presente análisis, los controles están muy bien implementados, resultan sencillos de asimilar y controlar. El uso del panel táctil para las tiradas de dados es inteligente, y consigue sustituir a la acción de lanzarlos.
Durante las partidas, deberemos tener en cuenta la estrategia a corto plazo y tener capacidad de improvisación ante las adversidades. Muchas de las jugadas dependen del azar, y aplicaremos la máxima de “quien arriesga, no gana”, aunque con un mínimo de prudencia. Con cada victoria, obtendremos un botín de nuevas joyas que usar en las siguientes partidas, lo cual incentiva la rejugabilidad.
Una ambientación digna de cuento infantil
El apartado artístico de Armello nos envuelve en un cuento para antes de dormir. Su estética es adecuada a una fábula que entrará por los ojos de los más pequeños, si bien la temática del juego es más adecuada al público. A nivel gráfico, el tablero ofrece unos gráficos que lucen un generoso despliegue de colores y detalles. El trazo de los personajes y su expresividad rezuman una fuerte inspiración en el Disney de los años 90, y quedan realzados por unas animaciones fluidas y propias para cada animal, que ve su personalidad complementada gracias a ellas. A simple vista, puede parecer un videojuego dirigido al público infantil, pero sus complejas mecánicas y su temática oscura aspiran a un público más adulto.
La atmósfera mágica en la que nos sumergimos queda realzada por la banda sonora de Armello, propia del mundo de fantasía donde se ubica, con temas delicados y ominosos compuestos por Michael Allen, que ha contado con Lisa Gerrard (del grupo musical Dead Can Dance) para los coros. La voz del Rey, que es la que escucharemos en ciertos momentos, es propia de un villano del cine animación. La traducción de los textos es digna de elogio, puesto que plasma con atino los textos del inglés, en los que respeta su registro literario.
Armello es una fábula cuyo componente artístico nos atrapa a nivel audiovisual, pese a que puede causarnos la falsa impresión de que nos encontramos ante el tono bondadoso propio de un título de fantasía infantil. Al adentrarnos en el juego, conoceremos un universo donde la pureza de corazón resulta inútil en una encarnizada carrera por el poder donde la fuerza y el manejo de las intriga lo son todo.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.