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6 claves para (re)descubrir Shenmue

El sueño de millones de usuarios se hace realidad. Tras una intensa campaña en redes durante una década, tanto Shenmue III como el remaster de Shenmue I y II son una realidad. Repasamos las 6 claves por las que merece la pena (re)descubrir la franquicia.

6 claves para (re)descubrir Shenmue

La industria del videojuego puede ser maravillosa. Sí, es unentorno duro, muy exigente, en el que infinidad de títulos compiten por hacerseun hueco y en el que los costes de producción, que no dejan de multiplicarse acada año que pasa, provocan que no siempre se puedan cumplir los sueños ydeseos de los usuarios. Muchas desarrolladoras pueden llegar a vivir momentosdifíciles e incluso son numerosos los proyectos que se cancelan. En esosmomentos, parece que da igual lo que quiera el usuario, prima el riesgoeconómico y la viabilidad de la empresa siempre será prioritaria. De ahí surgencancelaciones que nos dolieron, como la de Silent Hills, y juegos que no llegana anunciarse y que todos deseamos, como puede ser el caso de Half-Life 3. Pero,de vez en cuando, los usuarios reciben el premio a su perseverancia y venlanzarse juegos que parecían caer en el olvido tras décadas desaparecidos, comopuede ser el caso de The Last Guardian o Shenmue 3. Es en esos momentos cuando laindustria muestra su mejor cara y, pese a los incansables criticones de rigor,se muestra un hermanamiento entre la comunidad en la que se siente que se hahecho historia y que el deseo de los usuarios ha sido más fuertes que todas lascomplicaciones del camino.

Cuando Yu Suzuki lanzó el primer Shenmue en el año 1999(2000 en Europa), puso a la venta un pedazo de esa historia. Era un juego quenadie había pedido como tal, pero que consiguió enamorar a millones de usuariosen todo el mundo. La superproducción, que no tuvo parangón todavía en la industriadel videojuego, tuvo un coste excesivamente elevado y lastró mucho a una Segaque no vivía su mejor momento. En 2001 llegaba Shenmue II, ya con Dreamcast enterraday con una Sega reinventándose como third party que, por desgracia, no podíaseguir invirtiendo las cantidades necesarias para seguir con una historia queapenas estaba empezando. Y así, entre rumores y conjeturas, pasaron 14 añoshasta que Shenmue III se anunció al fin, tras infinidad de presiones por partede los amantes de la franquicia. En una noche mágica de E3, se abría unKickstarter para que los usuarios financiasen el juego. Se ve que nadieconfiaba plenamente en el proyecto por el coste que podría suponer, pero acabaríaalzándose con el récord de financiación de un videojuego en la plataforma, conmás de 6 millones de dólares (el triple de lo necesario).

Los aficionados respondieron a la llamada y dejaron patenteque necesitaban esa continuación, que Ryo tenía que salir ya de aquella cuevaen la que llevaba tantos años encerrado. El final abierto era importante y yaestábamos en un punto en el que tanto los aficionados como el propio Yu Suzuki estabandispuestos a tener el final de la historia como fuese. Ya se hablaba de laposibilidad de otros medios, como por ejemplo un manga, pero al final la magiade la industria y la comunidad férrea del juego obraron el milagro y ShenmueIII pasaba a ser una realidad. Aunque aún estamos esperando el lanzamiento deltítulo (que, en teoría, está previsto para finales de este año), en este lapsode dos años salió a relucir otro problema: que en los (a día de hoy) 18 añosque pasaron desde el lanzamiento de la primera entrega hay muchas generacionesde jugadores que no han podido jugar a los dos primeros capítulos.

Esto llevó a una nueva campaña por parte de los aficionados,centrada en que se hiciesen remasterizaciones HD de dichos capítulos, para quetodo el mundo pueda disfrutarlos. Parecía el paso lógico y Yu Suzuki tambiénconsideraba que era una pieza clave del rompecabezas, pero la pelota parecíaestar completamente en el tejado de Sega. Pasaron muchos meses, con infinidadde rumores, desde que no se podía hacer por problemas legales con algunospropietarios del motor gráfico hasta que ya estaba hecho pero se habíacancelado. Una vez más, los aficionados se salen con la suya y Sega por fin haanunciado lo que los usuarios tanto deseaban: Shenmue I y II en versiónremozada en alta definición para PC, PlayStation 4 y Xbox One. Como sobreShenmue hemos hablado en infinidad de ocasiones, están los originales yaanalizados e incluso hay libros centrados específicamente en la franquicia, eneste artículo vamos a repasar brevemente 5 claves por la que es necesario (re)descubrirShenmue.

La historia

Si por algo ha marcado a tantos usuarios Shenmue es por suexcelente historia y narrativa. Yu Suzuki quería crear una gran épica enfascículos, una historia lo más cercana posible a la realidad en la que elusuario sintiese que todo eso le podría llegar a pasar a él. Aunque laintención original era que tuviese 16 capítulos, estos se vieron reducidos a 11y las dos primeras entregas tan solo abarcaron 5 de dichos capítulos (aunque elcapítulo 2 fue eliminado). Sin llegar a ser la mitad de la historia todavía,Shenmue I y II consiguen su objetivo de ofrecer una narración cercana que teenvuelve y te crees. Gran parte de esto radica en el ritmo ascendente constanteque presenta la producción. El gran protagonista de la historia es Ryo Hazuki,a quien han matado a su padre y busca venganza. Los inicios son lentos ypausados, como es normal en el mundo real (por mucho que esto sea unvideojuego, no supone lanzarse a lo loco contra miles de enemigos hasta llegaral jefe final).

Empezamos en nuestra casa, con nuestros amigos, y vamosconociendo nuestro barrio y alrededores poco a poco. Cuidamos de un gato,ayudamos a unos niños, hacemos indagaciones preguntándoles a los vecinos yvamos avanzando muy lentamente y a nuestro ritmo. Este punto de jugar a nuestroritmo es parte del encanto de la franquicia, ya que el tiempo pasa y no tenemoshitos que alcanzar. Una pista clave la podemos conseguir hoy o dentro de unasemana, según cómo queramos jugar y qué prioricemos hacer en nuestra vida virtual.Y a medida que avancemos, iremos descubriendo la historia de dos espejosmitológicos, conspiraciones, los secretos de nuestro padre, traiciones,derrotas en momentos clave, entrenamientos para ser más fuertes, guerras declanes... Todo ello presentado con un pie constantemente en la realidad, conrecreaciones muy realistas de barrios de Japón y ciudades importantes de China.Si al principio de Shenmue I la cosa empieza con calma en casa, a mitad deShenmue II viviremos escenas muy intensas a nivel emocional y jugable que nosharán percatarnos de que estamos totalmente sumergidos en la experiencia y yano queremos salir de ella.

Los personajes

Todo esto es posible no solo gracias a la excelente medidade los tiempos narrativos que hace Yu Suzuki, que sabe leer a la maravilla aljugador y ofrecerle las cosas dosificadas, de tal modo que cada victoria o cadaderrota se sienten como propias porque se han invertido muchas horas enconseguir una pista o llegar hasta un determinado objetivo. Los personajessecundarios tienen mucho que ver en el calado que tiene la franquicia en eljugador, puesto que todos ellos poseen personalidades muy bien desarrolladas ydefinidas, de tal modo que todos nos aportan algo y todos nos importan. Ine-san,Fuku-san o Nozomi, las principales relaciones de Ryo al comienzo de lahistoria, son elementos clave de la narración en sus primeros compases; perocuando la trama se va complicando y conocemos a Joy, Ren o Xiuyingcomprenderemos que el mundo es mucho más amplio de lo que creemos ya en nuestropropio día a día.

Lo importante es que, aunque hay secundarios que tienen unmayor tiempo en pantalla, uno de los grandes méritos de Shenmue en su época eracontar con cientos de personajes diferentes. Por la calle nos encontraremos agente muy diversa y podremos hablar con todos ellos, cada uno tendrá su propiapersonalidad, sus horarios, sus rutinas y sus voces. Cuando generemos nuestraspropias rutinas dentro del juego, llegará un momento en el que hasta esospersonajes aleatorios que pululan por el mapa nos importarán, porque nos hemosacostumbrado a verlos en diversas ocasiones y los reconocemos a simple vista,igual que cuando coincidimos muchas veces con una persona en un autobús yalguna vez intercambiamos algunas palabras.

Esto afecta también a los enemigos. Aunque hay algunosenemigos genéricos, típicos subordinados de poca monta, todos los rivales a losque nos enfrentaremos tendrán nombre y apellidos, así como un desarrollo y unaevolución. De hecho, lo especialmente interesante de Shenmue radica en llegar aentender todas las motivaciones de los personajes y a visualizar cuáles son susobjetivos y por qué actúan de determinada manera. Y sobre todo, que segúnnuestras decisiones cotidianas (coger un camino en vez de otro, irte a dormir oir al parque, etcétera) obtendremos más o menos información sobre ellos. Porejemplo, Xiuying o Nozomi tienen infinidad de capas de complejidad; podremosquedarnos en la superficie o ir arañando hasta descubrir las complejasnecesidades emocionales o las vinculaciones de cada una. Shenmue es un juegopara disfrutar con calma y pausa, para conocer a fondo su universo y suspersonajes y para pasar a ser un habitante más de sus calles. Y eso, a pesar delo soso que es el pobre Ryo, que palidece en comparación con los demáspersonajes…

La escala

Como ya hemos sugerido en párrafos anteriores, el problema yla virtud de Shenmue son su gran escala. Yu Suzuki quería representar larealidad y lo ha hecho con una obsesión enfermiza por el detalle. Aparte detener cientos de personajes completamente diferentes por las calles, podremosllamar a cualquier puerta de cualquier casa, entrar en casi cualquier tienda obar, recorrer las calles en tranquilos paseos, irnos a los recreativos a jugaro, simplemente, quedarnos viendo las hermosas vistas mientras se pone el sol. Cómoqueramos jugar está completamente en nuestras manos, y la aventura puededuplicar su duración sin problemas a un mínimo que queramos profundizar enella. Como en la vida real, hay mucho por hacer aparte de nuestra misiónprincipal, ya sea jugar al billar o a los dardos, entrenar para mejorarnuestras habilidades, pasar la tarde en los recreativos, trabajar para ganardinero, coleccionar figuras…

Todo esto con un acabado técnico que, en su momento, rompíatodos los moldes. No había nada más exagerado, con entornos enormes y llenos devida, con personajes muy bien modelados y con un mimo pocas veces visto en unaproducción. La climatología podía variar de un día para otro y los personajesdejaban sus jerseys para usar abrigos y paraguas. En fechas navideñas, lascalles se llenan de adornos y personajes vestidos de Papá Noel. Básicamente, porno extendernos demasiado, el juego es el mundo real plasmado en un videojuego,con una aventura que bien podríamos vivir en nuestra vida diaria. Eso sí, lalibertad para vivir libremente en el mundo del juego es ficticia, ya que hay unlímite de tiempo. Llegado determinado día, el malo vendrá a por nosotros y noscogerá desprevenidos, poniendo fin a la aventura; sin embargo, el margen detiempo es más que suficiente para no tener prisa alguna y poder disfrutar delmundo mientras avanzamos en la trama principal.

Y aunque nos centremos en aspectos de diseño y de acabadográfico, es importante destacar también la banda sonora. De las más hermosas yemotivas que se hayan podido escuchar en la historia de los videojuegos. Segasacó toda la artillería de la que disponía, con nombres como TakenobuMitsuyoshi (Daytona USA, Virtua Fighter, Burning Rangers, Sega Rally…),  Yuzo Koshiro (Streets of Rage, Story of Thor,Smash Bros, Castlevania Portrait of Ruin…) o Ryuji Iuchi (quien está trabajandoahora en Shenmue III).

Sistema de combate

Otro punto muy a tener en cuenta es su espectacular sistemade combate. Originalmente, Shenmue comenzó como Virtua Fighter RPG, un juego derol que narraría los orígenes de cómo los luchadores del juego de Sega llegarona subirse a un ring. Ryo comenzó siendo Akira y este era su viaje paraconvertirse en un experto en artes marciales y, aunque esta idea se abandonó ylas franquicias se desligaron por el camino, mucho de ese espíritu perduró enel juego. Al principio de Shenmue, Ryo tiene unas nociones básicas de combate(no en vano, su padre es propietario de un dojo), pero le queda mucho poraprender. A lo largo de su viaje irá conociendo a maestros e irá aprendiendonuevas técnicas y habilidades que le permitirán ir puliendo su técnica decombate.

Lo inteligente de este sistema es que Shenmue oculta aquí unpequeño sistema de rol oculto al usuario. No te pone constantemente en la carainformación sobre niveles y experiencia obtenida, pero están ahí. Y el modo demejorar es dedicar nuestro tiempo libre a entrenar y perfeccionar nuestrastécnicas. Cuanto más entrenemos, más hábiles seremos en combate y más sencillonos resultará acabar con nuestros enemigos. Si no entrenamos mucho, seremos máslentos y toscos y no dominaremos a la perfección nuestras técnicas. Como en lavida misma. Y cuando alcanzamos la excelencia, tenemos directamente el sistemade combate de Virtua Fighter 3 (el que se lanzó en Dreamcast y estaba envigencia por aquel entonces); es decir, el sistema de uno de los mejores juegosde lucha de aquella época.

Juegos que hicieronhistoria

Siempre que se habla de videojuegos que hicieron historia,parece que Shenmue se queda injustamente en un segundo plano. No obstante, laimportancia de la franquicia en la industria se ha hecho notar sobremanera eninfinidad de producción posteriores. Sin ir más lejos, el famoso término QTEfue acuñado por Yu Suzuki para un sistema del juego (aunque a su vez se basaseen otros anteriores). David Cage reconoció que fue Shenmue el juego que leinspiró a contar obras cada vez más narrativas y cercanas. E incluso a día dehoy tenemos infinidad de juegos pausados, de disfrutar del universo y de ahondaruna experiencia narrativa diferente, exactamente igual que Shenmue en sumomento. Y no olvidemos la franquicia Yakuza, que, pese a las abundantes ynotables diferencias, es lo más parecido a Shenmue que podemos encontrar a díade hoy (y no nos importaría ver un Shenmue con el motor gráfico de Yakuza, todosea dicho). Aunque en su época había medios especializados que vaticinaban que,algún día, todos los juegos serían como Shenmue, el elevado coste de unaproducción como esta hace que esto no se haya hecho real. O tienes una historialineal centrada en la narrativa o un mundo abierto con menos obsesión aldetalle. Lo que Yu Suzuki y Sega hicieron a principios de siglo fue unabarbaridad que difícilmente podremos volver a ver.

Remozado en altadefinición

Como suele ser habitual en esta clase de remozados en alta definición, no va a haber grandes cambios en Shenmue. A tenor de lo poco que se ha visto hasta ahora, el juego seguirá siendo exactamente el mismo que hace 18 años. Por suerte, la elevadísima calidad gráfica del juego en Dreamcast permite que aún siga manteniendo el tipo con bastante soltura. Se incluirá, como es lógico, una resolución de pantalla escalable, se pulirán algunos detalles gráficos para que el juego se vea más limpio y se actualizará la interfaz. Según se comenta, parece que los usuarios de PC tendrán la opción de realizar abundantes ajustes gráficos Además, se ha remozado el sistema de control, de tal forma que aparte de un sistema clásico habrá uno más moderno, adaptado mejor a los nuevos mandos de control (y que seguramente sea el más recomendable para 2018). Y además, se podrá elegir entre el doblaje inglés o japonés.

Parece que no ha cambiado mucho, pero a la hora de la verdad se prometen bastantes cambios que pulirán y potenciarán la experiencia de juego para los que quieran redescubrir Shenmue y los que no tuvieron ocasión en su momento y van a adentrarse en su universo por primera vez. Estamos ante el ejemplo perfecto de por qué las remasterizaciones y remakes a veces son tan necesarios: franquicias como esta, que son un pilar clave de la propia industria del videojuego, merecen segundas oportunidades de cara a que nuevas generaciones de usuarios puedan disfrutarlas. Y con Shenmue III en el horizonte, esta es la mejor ocasión posible para descubrir dos joyas atemporales que no dejaron ni dejarán indiferente a nadie.