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TT Isle Of Man: Ride on the Edge

TT Isle Of Man: Ride on the Edge

  • PlataformaNSWPCPS47XBO
  • DesarrolladorKT Racing
  • Lanzamiento06/03/2018 (PS4, XBO)27/03/2018 (PC)23/05/2019 (NSW)
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol
  • EditorBigben Interactive

TT Isle of Man: Ride on the Edge, análisis

TT isle of Man es un entretenido juego de velocidad que ofrece una recreación perfecta de una de las pruebas más legendarias y peligrosas del mundo del motor. Todo el producto se centra en esta carrera y eclipsa las otras opciones que se ofertan.

La carrera más peligrosa del mundo

En el mundo del motociclismo la Tourist Trophy Isle of Man es la carrera más antigua (1907), peligrosa y legendaria que se celebra cada año. La competición se disputa sobre un circuito de 61 kilómetros que discurre por carreteras cerradas al tráfico y tiene el triste de récord de más de 250 pilotos muertos a sus espaldas.

La gente de Kylotonn, responsables de las últimas tres entregas de WRC, han sido los encargados de llevar a cabo este proyecto que cuenta como gran aliciente la recreación hasta el mínimo detalle de cada palmo del trazado.

El juego se mueve entre la simulación y el arcade, dependiendo de las múltiples ayudas que pueden activarse (ABS, frenada asistida, transmisión manual o automática, línea de trazado) y la graduación que se haga de estas. Así en los niveles más sencillos luce como un trepidante arcade, mientras que si se eliminan todas las asistencias se convierte en un exigente simulador de pilotaje de motos que hará perder la paciencia a más de uno.

Varios modos de juego, pero en realidad sólo una carrera

La piedra angular que sustenta todo el título es la carrera de Man, pero para llegar a ella es necesario conseguir el dinero y la habilidad necesaria en nueve circuitos, eso sí mucho más pequeños, que se reparten por las Islas Británicas. Es un modo carrera sencillo, obligatorio y con no muchos más alicientes que el de poder disputar la gran prueba.  Hay también un modo carrera rápida que permite correr en cualquier circuito y otro contrarreloj, casi idéntico pero sin rivales.

Por último hay un testimonial modo multijador con dos opciones, la primera en local con un sistema de competencia por tiempos pero sin pantalla dividida y una segunda, online en la que se debería competir contra otros jugadores, pero en la que es casi tarea imposible encontrar partidas a las que unirse, una lástima porque da mucho juego.

Un juego exigente

TT Isle of Man no es un juego para todos los públicos ya que el pilotaje es exigente, sobre todos en los niveles con pocas ayudas, además las motos tienden a sobrevirar lo que obliga a ser muy fino y a anticipar bien las curvas antes de meterse en ellas. Conseguir rectificar una trazada y no acabar en el suelo es una tarea digna del mismo Márquez. Si a ello se une la estrechez de algunas zonas, la enorme velocidad que se lleva y que en cuanto se pierde el contacto con el asfalto la moto se vuelve incontrolable, las primeras partidas serán un poco decepcionantes. Eso sí, una vez superada esta fase de frustración el juego ofrece hoy por hoy la mejor experiencia de pilotaje de motos que hay en el mercado.

La sensación de velocidad es tremenda, el no saber qué habrá detrás de la siguiente curva y el disfrutar de un trazado lleno de trampas consigue transmitir una sensación de verosimilitud como pocos juegos de velocidad. Además al no disponer de las diferencias de tiempos más que en determinados puntos de la carrera obliga al jugador a no poder optar por un pilotaje conservador.

Hay dos categorías: Supersport (600cc) y Superbike (1.000 cc) y están presentes las marcas y modelos más emblemáticos de mercado: Honda, Kawasaki, Triumph, Yamaha, BMW, Suter, EBR y Norton. De cada modelo hay varias configuraciones en función de la aceleración, freno y conducción, para un total de unas 35 variantes y 11 motos.

Visualmente bello

TT Isle of Man destaca por una recreación fidedigna de los 61 kilómetros que componen la prueba, no solo por la pista, que presenta diversos anchos y tonos de asfalto en función del tramo por el que se pase, si no que todo alrededor está muy bien trabajado. Espectadores, vallas, protecciones, coches aparcados cerca de la carretera, pueblos, montes, árboles… La sensación de velocidad está muy bien conseguida, en ningún momento hay caídas de frame o popping. Se puede disputar la prueba a tres horas diferentes lo que afectará a las condiciones lumínicas, pero no hay condiciones atmosféricas variables puesto que, debido a la gran peligrosidad de la carrera, si el tiempo es adverso se suspende la prueba.El juego es visualmente bello y a ello contribuye en gran medida el paisaje de la isla que ofrece grandes contrastes: zonas rurales, campiña, arboledas, zonas umbrías, monte pelado y costa, con el mar a la derecha de fondo.

Hay cuatro cámaras disponibles: dos traseras, una desde el manillar y otra desde el guardabarros, la más cómoda es desde el manillar y permite un mejor control del vehículo. El modelado de las diferentes motos, así como los movimientos de los pilotos sobre ellas están muy bien conseguidos. El único lunar que presenta este apartado está en las caídas que son totalmente irreales, lo mismo sale la moto volando hacia atrás que se desplaza unos cuantos metros como si no pesara nada. En las carreras con rivales, todas menos la de Man que se disputa en modo contrarreloj, cuando se topa con un competidor es fácil irse al suelo, mientras que el piloto de la máquina permanece inalterable, tampoco comenten fallos, algo que se echa en falta.

Con el viento sobre el casco

El juego viene doblado al castellano y la recreación de los sonidos de las motos es buena, siendo muy importantes cuando se utiliza la transmisión manual porque cantan cuando hay que subir o bajar una marcha. Está bien logrado el sonido del viento en función de la velocidad y se agradecen los gritos de apoyo del público cuando pasan los pilotos. En mayo llegará un DLC gratuito que traerá sidecars.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.