Cinco claves a tener cuenta en The Division 2

Salvar New York... de nuevo

Ubisoft confirmó el pasado jueves que en Massive ya están trabajando en The Division 2, que no olvidemos, es nada menos que la nueva IP más vendida de la historia. Un comienzo positivo en cuanto a ventas pero dubitativo en cuanto a recepción hizo que el título original perdiera una gran cantidad de jugadores a las pocas semanas de su lanzamiento, pero la excepcional política de contenido postlanzamiento del estudio sueco le ha hecho recuperar gran parte de ellos, y sin ir más lejos, en diciembre The Division tuvo un aumento de jugadores tremendo de más del 350%. Pero, a falta de disfrutar de él durante aún unos meses, toca mirar al futuro y pensar qué queremos ver en su secuela, cuya presentación a lo grande será el próximo E3 del mes de junio.

Escenario, tamaño del mapa e interacción

Hubo algo en The Division que provocó práctica unanimidad entre todos aquellos que lo probaron, y es la fantástica recreación de la isla de Manhattan, con todos sus elementos icónicos: Grand Central Station, Times Square, el Madison Square Garden... y en cuanto a tamaño, hemos llegado a vislumbrar Central Park, pero nos quedamos en la frontera con el pulmón de la ciudad. Cuesta imaginar otra tan emblemática como New York, o al menos con tantas zonas reconocibles, pero la ambición de Massive debería ser no solo más grande, sino mejor y más aprovechable. Por ejemplo, ofrecer tiroteos en entornos interiores más allá de los presentes en las misiones de la historia, que tampoco eran excesivos.

Pero tenemos que hacer un ejercicio de imaginación, y puestos a pensar en un mapa mayor, no parece descabellado hacerlo en la presencia de vehículos. Si por algo se ha caracterizado Ubisoft en los últimos años, entre otras cosas, es coger aspectos que funcionan en algunos juegos y aplicarlos en sus desarrollos futuros y el transporte de Ghost Recon Wildlands -a su vez tomado de Far Cry- encaja a la perfección en la premisa de The Division. Tal vez sea especular demasiado, pero sería la mejor forma de aprovechar la colaboración de Reflections (The Crew, saga Driver) en el desarrollo de The Division 2.

Cambios en el gunplay

Hay que ser claros desde el principio, y es que estos cambios no tienen que afectar a la jugabilidad directa en los tiroteos, ya que estos se sienten fantásticos en The Division. Sin embargo, todos los jugadores tenían un set de armas básico compuesto por rifle de asalto y subfusil, gozando los rifles de francotirador, ametralladoras ligeras y escopetas de una presencia prácticamente testimonial, algo que no deja de restar variedad a las estrategias en el campo de batalla. No es que estas fueran inservibles, pero las armas automáticas eran mucho más eficaces, sobre todo para el jugador solitario, habitual o puntual.

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Esto se podría aplicar también a algunas habilidades que se mantienen inéditas, como por ejemplo el escudo antidisturbios, lo que a su vez repercutía en el hecho de que algunos sets de armadura como TiroFijo o Estrella Solitaria hayan pasado totalmente desapercibidos. Massive debe encontrar un equilibrio para que todas las armas, habilidades y equipo tengan cabida.

Contenido independiente de la historia

La historia principal no fue nunca el problema inicial de The Division, pero sí el contenido endgame inicial, que consistía básicamente en repetir dichas misiones. La búsqueda de coleccionables, aunque aportaba a nivel argumental y de contexto, se convertía en una actividad anodina debido a la superioridad de nivel del jugador respecto a los enemigos que aún quedaban deambulando por New York -algo que se corrigió posteriormente con los niveles de mundo-, este es principalmente el motivo de abandono de multitud de jugadores a las semanas de lanzamiento. La implementación de nuevas actividades y contenido no puede esperar tanto, de eso debe tomar nota Massive, y esta y no otra es la primera clave para mantener la base de jugadores de inicio, que será, seguramente enorme.

Equilibrio en la Zona Oscura

La Zona Oscura se convirtió en una de las actividades favoritas de los millones de jugadores de The Division, y eso a pesar de que no estaba en absoluto bien balanceada. La superioridad de muchos jugadores sobre otros hacía que los más débiles ni siquiera se plantearan entrar en el territorio más hostil de New York, pero a su vez, la mecánica de Renegado no comenzó con buen pie, ya que no era fácil atreverse a convertirse en uno si la pérdida de experiencia y dinero era tan grande, lo que dejaba la Zona Oscura en dos extremos: un jardín de rosas o un infierno. La mecánica más innovadora y con más identidad de The Division, que a buen seguro repetirá presencia en su secuela, debe ser un lugar equilibrado, donde el peligro aceche tras cada esquina, pero que a su vez dé la bienvenida a jugadores solitarios con habilidades suficientes para poder sobrevivir. Una mision nada sencilla, cierto.

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Calendario de contenido tras lanzamiento y feedback

Massive hizo un trabajo fantástico escuchando a la comunidad y cumpliendo su papel de brazo ejecutor de sus deseos, implementando multitud de aspectos que los jugadores demandaban contínuamente. Sin embargo, las expansiones de pago tardaron demasiado en llegar, retrasando algunas de ellas para desarrollar parches y actualizaciones que solucionaban algunos errores o, precísamente, venían a responder las demandas de los jugadores. Eso sí, su implementación fue un rotundo acierto, añadiendo nuevos modos de juego que cambiaban la experiencia de manera radical, sobre todo Supervivencia, que nos dejaba tirados literalmente en un mapa cubierto por la ventisca y muy justos de equipamiento para obligarnos a buscar recursos y conseguir solicitar la extracción. De cara a The Division 2, estos planes de expansiones no deben verse trastocados, porque el tiempo que tardan en llegar es tiempo de riesgo en cuanto a la pérdida de jugadores.

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