Análisis Legrand Legacy: Tale of the Fatebounds

Si bien el género con altibajos siempre ha estado presente, quizá fue a mediados de los 90, con la transición a las 32 bit cuando el género alcanzó las máximas cotas de éxito, en gran parte de la mano de Squaresoft. Franquicias como Final Fantasy sobrepasaron los límites de los videojuegos de la época para convertirse en fenómenos de masas (con polémicas en los medios por su supuesta perjudicialidad para los menores), mientras joyas como Vagrant Story, Crono Cross, Xenogears, Suikoden… Legrand Legacy bebe del legado de esa época, con resultados a veces interesantes pero algunos defectos que empañan el conjunto.

No es un título este que apueste por impresionar al jugador en ningún aspecto, sino que el esfuerzo parece haberse puesto en que todos cumplan correctamente para ofrecer un conjunto muy cuidado. El protagonismo se lo lleva sobre todo el guion, que busca ser fiel al estilo de los 90 con unos personajes entrañables, si bien un poco estereotipados: el protagonista inocente e insomne, la noble tsundere, la maga de cuerpo débil, el ladrón que resulta ser honrado… Sin embargo, el mundo de Legrand es rico y variado, con multitud de detalles que nos sumergen en la historia de esta tierra y los sucesos que en ella ocurren.

Rememorando los 90

Largas conversaciones nos acompañarán entre mazmorra y mazmorra, con los personajes hablando en pantalla animados con bastante esmero, intentando hacer olvidar el escaso componente de exploración, fruto en buena parte del estilo gráfico elegido: fondos 2D prerenderizados con los personajes en 3D.A diferencia de lo que ocurre en títulos como la franquicia Bravely, aquí cada fondo es una ilustración que muestra un escenario relativamente pequeño, y no solo se limita a las ciudades, sino que se extiende a las mazmorras.

Este uso de fondos estáticos da una de cal y otra de arena: por una parte algunos son cuidadas obras de arte, por otra parte limitan la estructura de las ciudades (compuestas de cuatro o cinco ilustraciones cada una) y de las mazmorras, cuyo corto tamaño en general obliga al jugador a repetir escenarios para subir de nivel. Entre ciudades y mazmorras nos movemos por un mapa prerenderizado que recuerda también a los RPG de los 90.

El uso de fondos prerenderizados afecta especialmente al control de nuestro personaje a través de los escenarios, quedandose en muchos casos (subir y bajar escaleras, pasar entre NPC's...) atrapado contra alguna pared invisible, por lo que deberemos tener paciencia al manejarlo. Esto es especialmente engorroso en mazmorras si queremos evitar algún enemigo, puesto que lo que parece un camino despejado puede no serlo.

Buen sistema de combate, si te gustan los QTE

El sistema de combate también sigue el estilo clásico salvo por una novedad que es acaba convirtiéndose en una de las características más discutibles del juego: el uso de QTE en todos nuestros ataques (o defensa). Deberemos acertar el momento y botón correcto antes de cada ataque para que haga ataque extra, normal o débil. Esto hace que una estrategia perfecta de combate pueda irse al traste porque nos hemos distraído un instante, si bien hace que tengamos que mantenernos en tensión durante toda la batalla.

Salvando este aspecto, el sistema de combate es bastante sólido: tenemos magias elementales cuya efectividad depende de que sean antagónicas al elemento del enemigo, ataques especiales que podemos ejecutar tras suficientes combates, podemos distribuir nuestros aliados entre una primera y una segunda línea…

Merece una mención el inventario. Acabar combates no se nos premiará con dinero, sino con objetos. Con ellos podremos o fabricar elementos útiles o venderlos en mercados a cambio de dinero con el que comprarlos ya hechos. Si acumulamos demasiados objetos, el juego nos permite cargarlos, pero pasaremos a movernos de forma lenta y será por tanto imposible evitar a los enemigos, los cuales podremos ver en pantalla y en general decidir si atacamos o evitamos. Dependiendo de cómo choquemos con ellos, tendremos ventaja o desventaja en el primer turno.

El sistema de evolución de nuestro personaje también está cuidado. Subir de nivel nos dará puntos que podemos usar para mejorar alguno de los aspectos que elijamos de nuestro personaje. Usando las combinaciones que se nos muestran, podremos adquirir nuevos ataques para nuestros personajes.

Gameplay variado

Más allá de estas mecánicas, más adelante el juego nos ofrece otras opciones de juego como combates tácticos y minijuegos de pesca o reconstruir una ciudad, lo que sirve para darle un poco más de variedad al título.

Un apartado en el que se ha prestado especial atención es el sonoro, con encantadores temas vocales y una banda sonora que ambienta perfectamente cada escenario. Un aspecto que denota el cuidado puesto por el equipo de desarrollo en crear una aventura de calidad a pesar de ser un proyecto de bajo presupuesto.

Por desgracia, el juego nos llega por ahora plenamente en inglés, por lo que considerando que la mayor parte del juego consiste en leer la historia, no es recomendable para aquellos con problemas en el idioma anglosajón. Por suerte, este detalle podría aún remediarse con un parche en el futuro.

Este juego ha sido analizado en PC