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Secret of Mana

Secret of Mana

  • PlataformaSNES9
  • GéneroRPG, Acción
  • DesarrolladorSquare
  • Lanzamiento24/11/1994
  • TextoInglés
  • EditorSquare

Secret of Mana, Análisis Retro

En 1994 los españoles todavía jugábamos a The Legend of Zelda: A Link to the Past mientras que en Japón disfrutaban del género RPG entre multitud de opciones a escoger. Todo cambió cuando Nintendo abrió la veda a la importación de este género... 

Secret of Mana, Análisis Retro

Hablar del pasado es hablar necesariamente de la guerra que surgió entre Sega y Nintendo -mayormente- en la década de los 90. Mientras que la consola del erizo azul presumía de ser la primera máquina de 16 Bits del mercado con un mejor hardware que el de las otras que coexistían con ella, Nintendo hizo los deberes y regaló a los usuarios una super consola que mejoraba prácticamente en todos sus componentes y características a Mega Drive, Super Nintendo.

Además de un marketing agresivo por parte de las dos compañías, la guerra por ver quién tenía el mejor catálogo era el pan nuestro de cada día. Sin embargo había un género que por aquél entonces se daba por sentado que no encajaría en la cultura europea, los RPG. Sega se inclinaba más por traer conversiones de máquinas arcade a su Mega Drive mientras que Nintendo -además de llevar la experiencia de las recreativas a nuestro salón-, inundaba de magia nuestra tele con juegos como Super Mario World o Super Castlevania. Por supuesto tanto Sega como Nintendo nos dejaron joyas como Gunstar Heroes o Starwing pero los juegos de rol no tenían cabida en el catálogo europeo de ambas consolas.

Si bien no era un género desconocido entre la comunidad de jugadores, la mayoría de ellos aparecían en ordenadores. Como ejemplos tenemos una variada colección de Dungeons and Dragons, la tetralogía Ishar con Crystals of Arborea como juego de inicio o la franquicia Ultima. El problema era que en aquella época las computadoras no gozaban del auge del que disponen ahora y mover juegos como los comentados requerían de una gran máquina no al alcance de todos. Las consolas sin embargo sí contaban con un parque de usuarios algo mayor debido a su bajo coste y a su formato cartucho donde el usuario sabía que comprara el juego que comprara iba a funcionar sin problemas. Gracias a ello gran parte de la afición que sentimos por el género en la actualidad se la debemos a Nintendo.

Antes del lanzamiento de su videoconsola de 16 Bits disfrutamos de juegos como The Legend of Zelda para NES o Ax Battler para Game Gear pero nunca súper producciones como las que se podían encontrar en Japón en consolas. Sí es cierto que Nintendo nos trajo la aventura del héroe de gorro picudo para Super Nintendo pero casi nadie se atrevía a traer un producto third party de esta temática por miedo a que no encajara en nuestros gustos. Fue Secret of Mana en 1994 para Super Nintendo el primero en romper este miedo al género gracias a su jugabilidad con tintes de acción logrando además una notoria aceptación entre los jugadores.

Visto el éxito generado por la obra de Squaresoft, Nintendo decidió traer a España otros dos nuevos y potentes títulos del género -entre otros- traducidos al idioma de Cervantes que, una vez más, obtuvieron el cariño del público, Illusion of Time y Secret of Evermore. Es más, Sega intentó probar suerte con Crusader of Centy, más conocido como Soleil, o con el estupendo Story of Thor con Yuzo Koshiro firmando su estupenda banda sonora. El género RPG había llegado a las consolas de sobremesa para quedarse… aunque nos dejaran sin catar Chrono Trigger.

Por esta razón Secret of Mana es especial para la comunidad de aficionados a los videojuegos, pero no la única. Y es que para que a un título se le recuerde con el paso de los años hace falta algo más que ser el primero en cruzar el charco, necesita tener calidad y de esto Secret of Mana tenía en todos los rincones de su placa. No obstante nunca está de más recordar de dónde viene todo este auge por los juegos de rol en consola que a menudo también etiquetamos como JRPG según su procedencia o sus características.

Un adelantado a su época

Secret of Mana fue un juego lanzado en agosto de 1993 en Japón -noviembre del 94 en España- anclado a la franquicia Seiken Densetsu originaria de Game Boy. Si bien no es quizás el mejor exponente del género RPG sí contaba con múltiples características que hacían que la balanza se inclinara hacia éste como un sistema de equipamiento, magias a utilizar y aumento de niveles -aunque solo en armas y hechizos-. Su jugabilidad Action RPG era similar a otra conocida por los usuarios de consolas Nintendo, la saga The Legend of Zelda. O lo que es lo mismo, el combate era en tiempo real aunque con una ligera diferencia con respecto a las aventuras de Link, aquí el héroe debía reponerse después de un ataque durante un breve tiempo si quería causar más daño a los enemigos y haciendo del combate algo más que un machacabotones.

Tomábamos el papel de Randy, un joven del pueblo de Potos que tras un accidente descubre una extraña espada clavada a una roca. Una misteriosa voz le incita a extraerla de su lugar de descanso provocando que una vez en sus manos el mundo sea invadido por criaturas de toda índole poco amistosas. Dicha hoja fue utilizada antaño para derrocar la Fortaleza de Mana y servía como protección al mundo hasta el momento en el que Randy la empuña, hecho por el cual es expulsado de su aldea natal.

Tras conocer a un honrado caballero y explicarle éste qué debe hacer, nuestro protagonista emprende una aventura en la cual debe reavivar el poder de la espada y acabar, una vez más, con la Fortaleza de Mana. En su travesía hará amistad con Popoi, un elfo gamberro que se gana la vida timando a aquellos que visitan la taberna donde reside y a Prim, una joven perdidamente enamorada de un soldado de su reino que es apresado por el enemigo.

Lo interesante de Secret of Mana es que a pesar de su apariencia de juego de rol de acción, el combate era algo más estratégico de lo que a primera vista dejaba ver. Parte de esa culpa recaía en el sistema de agotamiento previamente mencionado pero también por el uso de las diferentes armas que íbamos recogiendo por nuestra aventura y su sistema de mejoras por orbes en la forja. La espada podía cortar la maleza del camino, la maza romper piedras y el látigo podía superar obstáculos insalvables que de otra forma no sería posible. Además con cada actualización sus características así como su daño mejoraban.

Personalizar al protagonista y acompañantes era tan fácil como acceder al menú giratorio e ir accediendo a las distintas opciones que ofrecía el juego. Era un sistema muy original y rápido que dotaba de fluidez a la acción pero que a día de hoy sería catalogado de engorroso. Aún así en la remasterización que recibió para PlayStation 4, PlayStation Vita y PC se mantuvo pero añadiendo dos accesos directos que hacía más sencilla cualquier reiterativa acción.

Nintendo no solo se arriesgó al traer un videojuego Action RPG japonés a España si no que otra de sus particularidades residía en que era un título cooperativo de hasta tres jugadores en pantalla al mismo tiempo. Algo atípico en el género pero que Squaresoft implementó de manera acertada en Secret of Mana. Con esta característica se solucionaba problemas como tener a compañeros atrapados en una esquina sin saber qué hacer y que no dejaban avanzar en el escenario. También permitía una mejor estrategia contra enemigos de más nivel -que se intercalaban en la historia a modo de jefes-  pues, aunque la CPU podía regirse bajo ciertas normas configurables a través del menú, la cooperación entre jugadores siempre era más efectiva. Por supuesto para jugar con la plantilla al completo junto a dos amigos más hacía falta tener en nuestro poder el accesorio Super Multitap.

La potencia de Super Nintendo no solo influyó en el aspecto visual y sonoro. La capacidad de los cartuchos de la super consola era muy superior a los que recibía Game Boy y eso sirvió para que el mundo que protegía el Árbol de Mana fuera rico en textos y localizaciones a visitar. Más de una veintena de parajes completamente distintos entre sí donde algunos de ellos solo eran accesibles hasta obtener el medio de transporte adecuado. Una vez logrado el basto mundo de Mana se mostraba al jugador con un impecable uso del famoso Modo 7 de Super Nintendo permitiendo al mismo visitar cualquier punto del mapa.

Secret of Mana superó enormemente a su antecesor no solo en lo visual y sonoro si no en propuesta jugable, duración, guión y diseño de niveles. La franquicia a día de hoy todavía sigue dando alguna que otra alegría como lo hizo con Adventures of Mana para PlayStation Vita en 2016, una remasterización del primer cartucho de la saga -el segundo junto a Sword of Mana- con entornos poligonales y mejoras añadidas, pero si preguntamos a algún conocido de la marca cuál es su favorito seguramente responda sin dudar Secret of Mana.

Los motivos pueden ser muy diversos. Quizás porque fue su primer cartucho nipón de rol más allá de Zelda, porque técnicamente era un portento o quizás por ese halo de fantasía y magia que desprende cuando jugamos con él. No sabemos qué es pero Secret of Mana es uno de esos juegos que una vez inicias la partida no puedes dejar de jugarlo. Todo lo que muestra la pantalla está perfectamente armonizado entre sí y ese mundo mágico y lleno de vida nos hace sentirnos como verdaderos protagonistas. O también puede ser que parte de ese encanto resida en su minimalista interfaz que apenas ofrece información al jugador más allá de una barra de vida, sin minimapa que nos guíe u otros elementos en pantalla.

Squaresoft y su buen hacer a nuestro alcance

Lo hemos dicho ya en varias ocasiones, Secret of Mana era un portento a nivel técnico. A pesar de que para Squaresoft su marca más importante era hasta la fecha Final Fantasy, las aventuras de Randy, Prim y Popoi lucían mejor que la cuarta y quinta iteración de la fantasía final también para Super Nintendo. En cierta medida es normal que Secret of Mana sea técnicamente mejor que Final Fantasy V dado que salió más tarde que éste último pero lo cierto es que solo les separan apenas ocho meses de desarrollo entre uno y otro.

Esto dejaba claro dos detalles muy importantes de la época. El primero es que Super Nintendo era una consola con un inagotable potencial que se exprimía cada vez más con el paso del tiempo. Lo segundo, que Squaresoft era una de esas empresas capaz de hacerlo en cada juego que desarrollaba (buena muestra de ello fue, años más tarde, el lanzamiento de Super Mario RPG: Legend of the Seven Stars o Treasure Hunter G con su impresionante Modo 7).

Secret of Mana contaba con personajes de mayor tamaño con respecto a otros RPG de la desarrolladora. Unos escenarios mejor trabajados, con mucha vegetación y lleno de detalles tanto en exteriores como en el interior de los edificios, todo ello plasmado con una generosa y surtida gama de colores en pantalla. Las animaciones eran bastante suaves y los protagonistas tenían una amplia variedad de ellas como volteretas, patadas, puñetazos u otras según el arma que portaban, amén de las asociadas a las emociones que mostraban durante la aventura. Quizás los jefes a los que nos enfrentamos no tenían un tamaño acorde a lo que hemos visto en la remasterización pero otro gallo cantaba en la última batalla donde nuestro enemigo ocupaba buena parte del escenario.

A nivel sonoro estamos ante una de las mejores maravillas que ha parido la factoría Squaresoft. A la batuta un Hiroki Kikuta con 31 primaveras recién cumplidas que fue capaz de crear cuarenta y cuatro mágicas pistas capitaneadas por su ya famosa música de inicio titulada Fear of the Heavens que, si bien muchas de ellas eran diferentes versiones de una sola melodía, se adaptaban perfectamente a la situación. Este compositor nacido en la prefectura de Aichi era además dibujante de manga y programador de videojuegos. De hecho años más tarde fundó su propia compañía llamada Sacnoth con la que desarrolló Koudelka y su secuela espiritual Shadow Hearts, ambos para PlayStation.

9

Excelente

Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.