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PC Fútbol 2018

PC Fútbol 2018

  • PlataformaAND2.5IPDPCIPH
  • GéneroDeportes, Simulación
  • DesarrolladorKorner Entertainment
  • Lanzamiento09/02/2018
  • TextoEspañol
  • VocesEspañol
  • EditorIDC/Games

PC Fútbol 18, análisis

Más de una década después de su última entrega, PC Fútbol vuelve al ruedo con una versión centrada en la temporada 2018 y prevista para dispositivos Android, iOS y en PC. El poder de la nostalgia es elevado en un título que evoca tiempos pasados en cada centímetro de su puesta en escena, incluyendo la figura de Michael Robinson como imagen del título.

Actualizado a

PC Fútbol 18, análisis.

Aunque el testigo de la simulación de gestión futbolera hecha en España había sido recogido por FX Interactive con sus sucesivos FX Fútbol y Football Club Simulator, desarrollados bajo las directrices de los responsables originales del propio PC Fútbol, el nombre de un clásico puede tener la suficiente fuerza por sí mismo como para hacer volver la mirada hacia un viejo conocido. Tanto es así que parece obvio el esfuerzo por aprovechar los recuerdos de todos aquellos que, en otro tiempo, disfrutaron al máximo de esta saga rodeada de historias y anécdotas de todo tipo. Actualmente está disponible en Android, pero están previstas versiones para iOS y PC. 

Una presentación con las cartas al descubierto.

Desde el primer vistazo todo jugador puede hacerse una idea bastante cercana a lo que este juego pretende ofrecer. Lejos de intentar abarcar todos los entresijos de lo que supone gestionar un club a todos los niveles, PC Fútbol 18 prefiere acomodar al jugador en un entorno mucho más ligero de contenido y opciones, con un elenco de responsabilidades relativamente reducido y un sistema de juego directo y sencillo de captar desde el principio. No hay pretensión alguna de competir con mastodontes como Football Manager en ese sentido, y es muy probable que hayan tomado la decisión correcta en este particular. En todo caso, sí ofrece opciones de configuración para facilitar o complicar algunos elementos como la posibilidad de tener ya contratados los empleados al inicio de la partida, ocuparse de la renovación de contratos o hacer que se gestionen automáticamente, controlar las finanzas o delegar estas responsabilidades en la propia máquina, etc. No son cuestiones que se puedan personalizar al pormenor, pero sí ofrecen pequeñas variantes al jugador.

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El juego de los menús.

En todos los títulos de gestión pasamos la mayor parte del tiempo navegando por menús, alternando opciones y subiendo o bajando distintos valores. En algunos, como es el caso de este PC Fútbol, lo haremos durante todos y cada uno de los minutos que le dediquemos. La pantalla principal tiene un diseño bastante sencillo acompañado de una música repetitiva a la que llegamos a acostumbrarnos totalmente, haciéndose casi imperceptible al cabo de un rato. En el centro tenemos la información general del equipo y su situación actual, y un resumen muy escueto de las últimas noticias que puedan interesarnos (el resultado de los últimos partidos, avisos sobre lesiones y sanciones, y algún comentario suelto de otros entrenadores y fichajes). En la línea inferior tenemos los apartados generales de gestión: finanzas, manager, seguimiento de las competiciones y mercado. A la derecha aparecen las distintas áreas de cada uno de estos apartados cuando los seleccionamos. 

Dentro de cada una de estas áreas encontramos otro menú con la información y las opciones pertinentes: resumen económico de cada jornada, precios y existencias de cátering en el estadio (algo muy mítico de la saga), sponsors contratados y disponibles, alineaciones y tácticas, lista de la plantilla con estadísticas e informaciones de contrato, empleados disponibles y contratados, clasificaciones en las distintas competiciones, etc. Todo ello bastante simplificado y fácil de gestionar en teoría, ya que no abruma con la cantidad de variables a tener en cuenta, aunque hemos de mencionar que, en ocasiones, las dificultades prácticas vienen por unos menús un tanto cargados de pequeños accesos a cada opción que no son del todo ideales para pantallas pequeñas.

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Entrando en calor… y quedándonos fríos.

Tras pulsar la opción de nueva partida y seleccionar los ajustes básicos de la misma, pasamos a seleccionar equipo de entre nueve países disponibles con, al menos, dos divisiones cada uno. A parte de las principales ligas europeas (España, Inglaterra, Alemania, Francia e Italia) tenemos disponibles algunas del norte y sur de América como Argentina, Brasil, México y Estados Unidos. Una selección un tanto extraña según cómo se mire, pero que en la práctica ofrece muchos y muy variados equipos y jugadores, aunque todos ellos sin licencia (nombres de ciudades y colores para equipos, y los nombres de pila para la mayoría de jugadores es la solución que han adoptado desde Korner Entertainment para este contratiempo). Respecto a esto, la opción PCF Plus ofrece la posibilidad de compartir bases de datos que podemos editar con una herramienta online habilitada a tal efecto, aunque habrá que esperar a que el conjunto de jugadores se meta de lleno en ello para comprobar su funcionalidad. Inmediatamente después de decidir el equipo al que queremos dirigir, se nos mostrará otro de esos menús totalmente tradicionales de la saga: vamos directos a elegir los partidos amistosos para la pretemporada. Así tendremos unos cuantos ensayos de toma de contacto con el equipo y con el juego en general.

Después de echar un vistazo por los menús y comprobar la situación y las posibilidades de las diversas secciones del equipo, empezarán los problemas e incomodidades. Seguramente, el primer momento en el que notaremos que algo no está especialmente pulido será en cuanto entremos por primera vez a modificar las tácticas y la alineación. Con respecto a lo primero, los dibujos básicos son escasos pero podemos paliarlo manualmente situando a cada jugador donde queramos, distinguiendo posiciones de ataque y defensa. También podemos seleccionar algunos matices del estilo de juego y elegir lanzadores a balón parado, aunque los efectos prácticos de todo esto son más que cuestionables. En relación a modificar la alineación tendremos más quebraderos de cabeza. En primer lugar, la información sobre sus capacidades no es muy rigurosa ni exacta, sin distinguir nada más que posiciones muy generales (portero, defensa, medio y delantero) y poniendo una valoración media de cada jugador, de modo que situar a cada cual en su lugar exacto depende de nuestros conocimientos reales del equipo que manejemos. Además, no podemos hacer cambios de hombre por hombre en el menú de alineación, sino que el juego se limita a ordenar la lista de titulares según su posición, moviendo todo lo demás en cuanto te descuides. Esto convierte en un auténtico rompecabezas el hecho de diseñar cualquier plan de juego, puesto que tendremos que ir constantemente al menú de tácticas para recolocar manualmente a cada jugador que se haya desplazado de su sitio.

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Quitando emoción al fútbol.

Cuando por fin estemos listos para empezar el partido, nos llevaremos cierta decepción al comprobar que la simulación es excesiva (en innecesariamente) simple, borrando de un plumazo toda opción de incidir en el transcurso del partido. En cuanto demos al botón de jugar, aparecerá una pantalla con el resultado final y los goleadores, así como las incidencias que hayan afectado a tu equipo (lesiones y expulsiones, básicamente). Es comprensible que se busque minimizar el espacio necesario para instalar el juego (ocupa algo más de 60 megas), lo que explica la ausencia de opciones más entretenidas como una recreación de los partidos en directo. Pero es que ni siquiera ofrece, como ya ocurría hace más de veinte años con las entregas clásicas de PC Fútbol, la opción de hacer cambios en el descanso. De hecho, no está claro ni siquiera si se realizan cambios tras las lesiones de jugadores, aunque lo cierto es que nada de eso parece afectar al resultado final.

Esto último se convierte en una sospecha recurrente cuando vemos que los resultados de los partidos van y vienen, y es que los algoritmos para calcular parecen excesivamente aleatorios. Tanto es así, que podemos ver a los equipos más potentes de cada liga llegando a descender en la primera temporada (algo que, paradójicamente, concuerda con otro elemento sorprendente por lo inverosímil, y es que en los objetivos marcados para cada equipo al inicio del curso podemos ver clubes de media tabla alta como el Celta, el Athletic, el Everton, etc. con la exigencia de ganar la liga, mientras los más grandes como los Manchester, Barça o Madrid sólo tienen la obligación de clasificarse para Europa). Que la ficción se distancie de la realidad en hechos concretos no está mal, pero restar tanta credibilidad a un simulador desde el primer momento hace que no lleguemos a meternos del todo en el juego. Además, algo inexplicable es que no existan más competiciones que la liga, ya que las competiciones continentales aparecen en el juego pero no están realmente implementadas.

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Pero las decepciones en este aspecto no terminan ahí. Volviendo sobre el cálculo de resultados, sorprende lo fácilmente que el motor queda en evidencia si lo forzamos un poco. Basta con no hacer caso alguno a las alineaciones, hacer auténticas locuras con los dibujos y disposiciones, y darle continuamente a jugar sucesivos partidos… los resultados no difieren demasiado de los que puedes conseguir intentando tomártelo en serio, con rachas de locura tanto a favor como en contra y un portero puesto en el centro del campo marcando más goles que cualquier delantero. Son cosas que se han ido mejorando poco a poco, ya que antes de la versión actual podías, incluso, ir a un partido con 10 jugadores (ahora te avisa de que tienes un sancionado o lesionado en el once inicial y te fuerza a cambiarlo), y no notarlo especialmente en el resultado. El caso es que habría demasiado que mejorar, porque tampoco la planificación de los entrenamientos (algo que, si hacemos manualmente, sí puede llevarnos un buen rato) o la propia existencia de personal laboral dedicado a apartados específicos del entrenamiento, la psicología y la preparación física de los jugadores parece influir demasiado en los resultados, pudiendo pasar de todo ello y no perder todos los partidos, como debería suceder.

Un entorno sin pasión.

Tampoco en otros elementos tenemos un juego muy afinado. El apartado de gestión financiera hace aguas y se convierte en el principal quebradero de cabeza para quienes pretenden ocuparse de cada espacio del equipo personalmente. Para empezar, el contexto de cada club está muy mal realizado: no es normal que un equipo de segunda b, que en realidad está lleno de jugadores semiprofesionales que compaginan diversos empleos con el fútbol, tenga salarios mensuales para su plantilla que superan muy holgadamente el medio millón de euros en varios casos, como tampoco resulta creíble que tengan precios de 90 ó 115 euros por entrada en sus estadios (aunque ni siquiera esto puede tapar el agujero que suponen los gastos y que llevan al equipo a la quiebra a gran velocidad). Además, la fuente de ingresos principal, que es la publicidad, está horriblemente planteada y puedes no llegar a verla nunca. Lo normal es que los sponsors hagan ofertas proporcionales a la repercusión del equipo, no que sólo haya patrocinadores para los dos o tres mejores del país y los demás, lejos de ver algún ingreso, pierdan dinero cada jornada por tener las vallas vacías. 

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También se ve poca vida en el mercado de fichajes, donde es perfectamente posible no recibir una oferta jamás por ningún jugador que pongas a la venta. La verdad es que, con todo lo anterior, es bastante complicado mantener un equipo a flote incluso sin hacer ningún fichaje ni mejorar contrato alguno, aunque la posibilidad de prescindir de la mayoría de empleados del club por los motivos dados anteriormente sí supone un ahorro considerable (tan solo el secretario técnico y el ojeador son absolutamente necesarios ya que, sin ellos, no puedes siquiera acceder al menú de fichajes). En todo caso, los gastos varían ligeramente de una partida a otra incluso eligiendo el mismo equipo, de modo que también es una cuestión de suerte poder hacer frente a los salarios con el presupuesto disponible. Es un poco frustrante que, entre la pérdida paulatina de fondos y los objetivos tan poco adecuados para cada equipo, puedas ver el cartel de despedido incluso haciendo una temporada realmente buena (y, de hecho, tras buenos resultados inmediatamente anteriores) con equipos que te has molestado en trabajar por mero amor al arte. Hay que destacar que marcar la opción de finanzas automáticas y fiarse de que todo lo relacionado con el dinero no es asunto nuestro culminará inevitablemente con el equipo arruinado y el jugador despedido de su cargo.

Aunque nos gustaría terminar el análisis con algún contrapunto a tantas noticias negativas, lo cierto es que la colección de errores no tiene un horizonte definido. Más allá de cosas mal medidas o diseñadas, existen fallos recurrentes de funcionamiento que también llaman la atención y desesperan. Podemos encontrarnos, por ejemplo, con inexplicables fallos de calendario en los que jugamos tres veces contra un mismo equipo a lo largo de una liga, o selectores intercambiados por error de modo que, cuando modificamos algo, en realidad estamos aplicándolo a otra cosa (por ejemplo, al comprar existencias de cátering sucede en ocasiones que, tras adquirir unidades de agua, resulta que se suman a las de refrescos, trastocando lo que querías hacer realmente). También se puede dar el caso de que en una partida hayamos llevado a cabo algún cambio y se nos quede guardado para una partida nueva posterior (por ejemplo, ampliaciones del estadio que han costado su dinero y que en una nueva partida aparecen como parte del estadio básico). Son errores puntuales pero notorios que sacarían los colores al equipo de desarrollo. También hay que señalar, por último pero no por ello menos importante, una decisión que no gustará a muchos fans de la saga, y es la de permitir sólo una partida guardada, impidiendo que el jugador aparque un proyecto en el que lleve ya mucho tiempo pero no quiera borrar, para afrontar retos muy diferentes en partidas nuevas simultáneas. 

2.5

Muy Malo

No tenemos paciencia ni para seguir mirando el resto de opciones para no salir más defraudados. No te lo compres, es un despropósito.