The Attack of the Earthlings, Análisis

Attack of the Earthlings es un juego con un planteamiento bastante habitual, pero un argumento ligeramente atípico... ¿Y si en lugar de convertirnos en los valientes humanos que luchan contra alienígenas hostiles, tomamos el control de estos pobrecitos alienígenas que sólo quieren proteger su planeta natal? Pues esta es la propuesta de Team Junkfish, aderezada con un poquito de humor y combate táctico por turnos. Mentes colmena y absurdas megacorporaciones, en este nuevo indie a tener en cuenta.

Si hablamos sobre estrategia por turnos, sobre todo si nos fijamos en sus representantes más centrados en el aspecto del combate táctico, cualquier jugador de PC sacará a relucir alguno de los juegos pertenecientes a la serie X-COM. Que la saga iniciada por Microprose sea aún un referente -incluso contando con sus más tempranos representantes- a falta de un año de cumplir sus bodas de plata, es un logro poco convencional en este mundo de títulos que rápidamente copan las pantallas y desaparecen de escena al cabo de pocas semanas. Tampoco es que la licencia mecionada -actualmente en manos de Firaxis- sea la única en manejar esta mecánica de forma más que reseñable. Nada más lejos de mi intención que despertar la furia de los amantes de Jagged Alliance y otros títulos del género. Pero si hablamos especialmente de X-COM, es porque sus aspectos en común con Attack of the Earthlings van un poco más allá de las mecánicas. También tienen una temática bastante similar.

Y donde la longeva saga nos colocaba al mando de una organización destinada a erradicar la invasión extraterrestre a la Tierra, la oferta que hoy analizamos también nos invita a poner fin a la invasión alienígena... Salvo que en X13, los invasores son los humanos. En concreto, los de la corporación Galactoil, que han llegado al planeta con la intención de explotar todos los recursos disponibles, saquear todo lo que se encuentre a su alcance y experimentar con cuantas formas de vida sean capaces de encontrar. Nosotros seremos la especie nativa de X13, conocida como los Swarmers, y nuestra misión es expulsar a los terrestres lo antes posible. Y, si puede ser, sin dejar demasiados supervivientes. Entre otras cosas, porque esta raza insectoide es capaz de asimilar la carne humana de la que se alimenta, para aumentar su poder. Con este interesante detalle, unos torpes empleados y unas instalaciones repletas de conductos de ventilación y lugares donde esconderese, la cena está servida.

El juego solamente nos permite un único modo, que es el de campaña. A lo largo de 7 misiones -tantas como horas de juego aproximadas nos ofrece el producto- lideraremos a los Swarmers en su cruzada contra la humanidad. En primer lugar, tendremos el control de una Matriarca que conforme vaya consumiendo la sabrosa carne de sus enemigos, podrá engendrar nuevos Swarmers. Los enemigos que nos encontraremos, desde trabajadores eventuales hasta soldados de élite, tratarán de dificultar la tarea a su manera. Ya sea huyendo para hacer saltar las alarmas, o usando su avanzado armamento contra nuestros congéneres. Y quizás esto sea lo más peligroso, porque la I.A. de los enemigos es bastante deficiente. Salvo verse alertados por algún trabajador testigo de nuestra presencia, nuestros oponentes hacen poco más que vigilar una zona, patrullar una ruta pre-programada o disparar a cualquier Swarmer que esté al alcance de sus armas. Eso sí, responden al ruido cercano, y a nuestra presencia o la de cadáveres.

Por este motivo, Attack of the Earthlings parece tener más en común con un puzle a resolver, que con una batalla por turnos. Y para resolver estos 7 rompecabezas que lleva por fases, debemos utilizar todos los recursos a nuestra mano. Las instalaciones de Galactoil están repletas de lugares en los que esconderse, donde cualquier Swarmer puede pasar desapercibido al más puro estilo Alien. También podemos preparar ataques de oportunidad, de forma que uno o varios Swarmers ataquen a lo primero que se mueva a cierta casilla de la cuadrícula de movimiento. Y así, estudiando los movimientos de los terrestres, evaluando los puntos de acceso o escondites disponibles en cada sala y preparando emboscadas, iremos dando cuenta de los trabajadores y soldados humanos. Pero para expulsarlos necesitaremos un poco de fuerza bruta adicional, y en el caso Swarmer eso se traduce en más Swarmers: Gastando los puntos ganados al consumir restos humanos o incluso de Swarmers caídos. Aquí no se tira nada.

Lo primero que puede hacer una Matriarca de nuestra especie, son Súbditos. Esta es la tropa básica de los insectoides, que recuerda un poco a los demoperros tanto en aspecto como en mala leche. Esta tropa es rápida, escurridiza y bastante frágil. Su potencia está en su número, pues al ser baratos es fácil que podamos engendrar unos cuantos. La ventaja numérica es importante en Attack of the Earthlings, porque tenemos la posibilidad de sincronizar ataques entre distintas unidades y a diferentes objetivos. Luego, con pulsar un botón, todos realizarán la ofensiva de forma simultánea. Dado que nuestros oponentes tienen reacciones -si nos detectan, atacarán o saldrán huyendo- esta táctica es importante para acabar con varios individuos antes de que alguno de la voz de alarma, o para derrotar a oponentes con más puntos de salud que un trabajador de a pie. Los Súbditos gozan de otra característica importante: Son el primer paso de cualquier tropa especializada de los Swarmers.

Así, acumulando puntos suficientes, podemos evolucionar los Súbditos en diversos tipos de tropas. Sigilosos Acechadores, capaces de poner trampas. Poderoso Goliath, que aunque carecen de cualquier tipo de sutileza y ya no caben en los escondites, son fuertes y resistentes y pueden realizar ataques de área. Y los Disruptores, que son las únicas tropas capaces de atacar a distancia. Estas tropas pueden mejorarse aún más mediante el Mutágeno, que es la recompensa final por superar cada fase. Podremos invertir esos premios en comprar nuevas habilidades para los Swarmers. Además, las habilidades adquiridas de este modo, pueden restablecerse cada nivel. La primera de ellas, respectiva a la Matriarca, es la de Hipnotizar, que nos permite convertir un humano en un esclavo Dron. Sus compañeros de Galactoil no se darán cuenta de la diferencia -a pesar de parecer uno de los infectados por el virus de The Last of Us, pero es que la gente es así de despistada- y podrá acceder a zonas protegidas.

Attack of the Earthlings se anuncia como un juego de humor, y está en lo cierto. Hay que reconocer la dificultad en este aspecto, cuando se trata de trasladar bromas y chistes en otro idioma sin que se pierda demasiado en el camino de la traducción. Pero lo cierto es que el juego -o, mejor dicho, los encargados de su localización- han hecho un trabajo bastante reseñable. La trama cuenta con unas cuentas escenas bastante graciosas, aunque esto del humor es algo bastante personal y no conviene generalizarlo. Lo cierto es que, como mínimo, se aleja de un enfoque más serio que podría haber sido adecuado para el tema -alienígenas contra humanos- pero no le habría sentado tan bien al conjunto final del juego. Es como si, sabiendo del desarrollo en clave de humor, los listones son un poquito más flexibles. Es difícil querer evaluar con seria rigidez un título que no es, para nada, serio en su planteamiento. Y por ello, es aquí donde el juego gana más puntos.

La interfaz de usuario, simplista, nos muestra información sobre la unidad escogida y botones para acceder a las distintas acciones de cada unidad. Si no nos quedan Puntos de Acción para alguna de ellas, aparecerá inactiva. Cada una de estas acciones tiene un atajo de teclado -en concreto, números- y con la combinación WASD más QE podemos explorar el mapa y rotar la vista. Mismas funciones que con el ratón, a la que además añadimos la de hacer zoom. Con el tabulador podremos ir alternando entre todas nuestras unidades disponibles, y un último botón -con atajo en intro- nos permite acabar el turno. Bastante sencillo. Aunque, cuando acumulamos unas cuantas tropas, ir moviendo todas puede convertirse en algo tedioso. De hecho, cuando veamos que dejan de ser necesarias, es fácil que acabemos dejando algunos Súbditos atrás por la simple pereza de moverlos para nada. Se hecha en falta el acceso a un listado de unidades, con información de salud o PA's disponibles, lo que facilitaría la gestión.

Sobre cada unidad se muestra su salud, daño de ataque y puntos de acción restantes. En el caso de los enemigos, solamente los dos primeros parámetros. Además, cualquier elemento del escenario con el que podamos interactuar de una manera u otra -generalmente escondites- aparecerá resaltado cuando el puntero se pose sobre el mismo. Al atacar, el daño recibido o provocado se muestra sobre la víctima. También -ocasionalmente- aparecen cuadros de diálogo al estilo bocadillo de cómic, con las conversaciones de los humanos. Los Swarmers no son tan expresivos... Cosas de pertenecer a una especie centralizada en una mente colmena. La parte gráfica se completa con unos modelados decentes pero muy poco variados -todos las unidades de cada tipo son exactamente iguales- y una cantidad bastante parca de animaciones, que se limitan a las de movimiento, ataque y algún que otro gesto cuando están inactivos. No estamos ante un despliegue de medios precisamente, pero cumple su función sin problemas aparentes.

La limitación de movimientos animados parece un poco menos grave cuando echamos un vistazo al resto de gráficos. Los modelados son francamente buenos, así como las texturas. Y aunque solamente contamos con 7 fases, sí que encontramos entornos diferenciados para ellos. Desde zonas más industriales hasta oficinas. Para los Swarmers, encontramos influencias de lo más popular. Nadie puede negar que la Matriarca tiene un poco de Reina Alien de la saga homónima, y que me aspen si los Súbditos no tienen un poco de demoperros como decía antes. En los humanos, la cosa se basa en distinguirlos según el uniforme, tampoco hay muchas más diferencias. Nos encontraremos distintos tipos conforme avanzamos por las 7 fases del juego, y los retos irán volviéndose más y más complicados conforme avancemos en cada una de ellas, encontrándonos tropas más duras -generalmente, porque realizan más daó o aguantan más golpes- pero como decíamos, el juego no tiene tanto de táctica por turnos como uno se espera.

En lo que al sonido respecta -y dado que el doblaje no se encuentra en nuestro idioma aunque sí los textos- la versión en su idioma original dice contar con algunas voces de gran renombre. Siendo la más famosa la del actor de doblaje SungWon Cho, que entre nuestras fronteras no parece sonar tan impresionante. El actor, no la voz, que es correcta. Complementa una banda sonora compuesta por Mikolai Stroinski -autor, entre otras de la música de The Vanishing of Ethan Carter o The Witcher 3: Blood & Wine- de la que tampoco pueden destacarse demasiados puntos. Lo mismo para los efectos de sonido, los justos para terminar de completar el apartado técnico. Pero no nos equivoquemos: El despliegue es más que digno para un título independiente en su rango de precio. Simplemente no puede decirse que apasione, y es poco probable que nadie llegue a Attack of the Earthlings atraído por estos reclamos. Correcto y sin errores, es una definición más acertada... y puede decirse que a mucha honra.