StarFox Zero, ¿qué fue lo que falló?

Star Fox Zero, ¿víctima de Wii U o incomprendido por los jugadores?

Ayer jueves 22 de febrero, se cumplieron 25 años del nacimiento de una de las franquicias más queridas de Nintendo, StarFox. El shooter espacial fue capaz de mostrar gráficos tridimensionales en una consola de 16 bits, SNES, allá por 1993, y consolidó un estilo de juego, culminado en StarFox 64, basado en la repetición de niveles para poder conocer sus entresijos y sus enemigos como la palma de nuestra mano y así alcanzar las mayores puntuaciones.

Tras el fiasco que supuso Star Fox Assault (desarrollado por Namco), cuando se anunció una nueva entrega para Wii U los fans de la saga estaban expectantes; llevaban desde la versión de Nintendo 64 sin disfrutar del zorro de Nintendo en una consola de sobremesa con una jugabilidad clásica. Pero cuando StarFox Zero llegó, las opiniones de prensa y jugadores fueron, por decirlo levemente, mixtas. ¿Qué fue lo que falló?

Quien haya dedicado suficientes horas al título codesarrollado por Nintendo (con Shigeru Miyamoto al frente) y Platinum Games conoce de sobra las virtudes de Zero: un diseño de niveles bien medido, profundidad para aquellos que quieran alcanzar las máximas puntuaciones (no hay más que ver algunos vídeos de YouTube para darse cuenta de todo el potencial que tiene) y jefes finales atractivos, entre otras señas de identidad que son más marca de la casa Platinum que de Nintendo.

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Sin embargo, todo ello iba acompañado por un sistema de control áspero. Nintendo necesitaba dar un motivo a la segunda pantalla de Wii U, y Miyamoto decidió usar los giroscopios del GamePad para apuntar de manera precisa, mientras acelerabas y hacías "barrell rolls" con los joystick, y mirabas a los objetivos a través de la pantalla del mando. En el televisor, la acción se mostraba de manera más espectacular, con la excusa de que quien no esté jugando también disfrute de la acción.

Al final, el complejo manejo causó que muchos sudaran la gota gorda solo para terminar el juego por primera vez, y descartaran darle las vueltas necesarias (como cualquier otro título de Platinum) para disfrutar realmente de toda su profundidad. En definitiva, Star Fox Zero se vio perjudicado por una consola que intentaba desesperadamente ofrecer motivos originales que justificaran su compra.

Probablemente, otro tropiezo fue su estilo gráfico, querido por aquellos que crecieron con Star Fox 64, pero que a las claras estaba muy por debajo de lo que es capaz de ofrecer una Wii U y no era vistoso para quienes se aproximaran a la franquicia por primera vez.

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Star Fox Zero pasará a la historia como un título extraño y familiar, querido y odiado, pero sobre todo olvidado. Su premisa hace imposible que, al contrario de lo que ha pasado con grandes títulos de Wii U, lo veamos en Nintendo Switch.