Retiran el emoji de la langosta por no ser anatómicamente correcto
El crustáceo consiguió su propio emoji gracias a un senador de Maine, pero hay que cambiar el diseño por no ser fiel al de la langosta.
Nacidos en 1995, los emojis deben su existencia al diseñador Shigetaka Kurita y a la operadora japonesa NTT Docomo. Creados para la plataforma de internet móvil, Kurita-san diseñó un símbolo en forma de corazón entre las opciones de los móviles Pocket Bell. Y dada su enorme acogida, esto dio pie a que Kurita buscase ideas entre símbolos y elementos de la cultura japonesa como el Kanji o los mangas para elaborar un conjunto de 176 caracteres, naciendo de esta manera los primeros emojis, ideogramas o caracteres usados en mensajes electrónicos y sitios web, particularmente en las aplicaciones de mensajería y otras redes sociales.
¿Qué le pasa al emoji de la langosta?
Para Maine, uno de los 50 estados que forman Norteamérica, las langostas son algo especial, un icono. Y cuando vieron que entre los emojis de animales / comida había gambas, pulpos y hasta cangrejos pero no una langosta, a principios de febrero de 2017 el senador americano Angus King envió al Consorcio Unicode -los que cada año deciden, crean y rediseñan los emojis- una carta solicitándoles un emoji del crustáceo tan querido por la gente de Maine. Dicho y hecho, el consorcio aceptó.
Fallo del diseñador
Jeremy Burge, CEO de la Emojipedia, señaló que las imágenes creadas para los emojis de cada año se diseñan para ser lo más cercanas a lo que ellos piensan que saldrá a finales de año en cada teclado de móvil y red social. Lo ocurrido con el emoji de la langosta “no fue intencionado“, y tras ver la cantidad de quejas se decidieron a retirarlo, rehacerlo y lanzarlo de nuevo. Al parecer el fallo ha sido del diseñador Joshua Jones, que se equivocó al añadirle las patas.
¿Y qué ha pasado entonces con el emoji? Que Unicode ha actualizado el diseño y, a finales de este año, veremos una langosta con sus 4 pares de patas llegar a los móviles de todo el mundo. Un final feliz que delata la enorme repercusión que un simple emoji puede tener en la época actual.