Sledgehammer Games lleva las riendas de Call of Duty

La confianza en Call of Duty

La noticia de que los fundadores de Sledgehammer Games dejan el estudio para tomar roles directivos en Activision permite reflexionar sobre el valor de este conjunto en particular. El equipo de desarrollo ahora mismo fundamental para la saga Call of Duty. La franquicia Call of Duty tiene la particularidad de contar con varios estudios de manera simultánea desde hace varios años. Lo curioso de su fórmula es que, incluso siendo estudios que presentan una identidad muy marcada, a lo largo de las entregas han creado y compartido una fórmula común muy definida. Call of Duty es una saga perfectamente reconocible en cuanto se ponen las manos encima a cualquiera de sus entregas. Sin embargo, si bien la base de Call of Duty responde todavía hoy a las líneas marcadas hace muchos años por Infinity Ward, el movimiento juego a juego es constante. Su evolución recuerda, además, al discurso que mantienen los creadores de cómics para las grandes cabeceras: cuando un producto se convierte en algo de masas, máxime si si como en este caso es competitivo, cada pequeño cambio o modificación se estudia al detalle desde todos los frentes. Justo por ello, la progresión se debe observar en plazos largos. Así, una mirad superficial sobre la saga Call of Duty puede proyectar una sombra estática, mientras que un estudio profundo de su evolución desvela muchos cambios y también muchos vaivenes.

Ha habido diferentes equipos con la voz cantante en la saga Call of Duty a lo largo de su historia. Primero Infinity Ward, pero a partir de los Black Ops Treyarch era el estudio mimado. La competencia interna entre ambos equipos siempre fue patente, y así tenemos a Infinity Ward resistiéndose durante muchas entregas a incluir un modo zombi, a pesar del apabullante éxito que cosechaba. Ahora, sin embargo, el estudio que marca el paso parece Sledgehammer Games. Su aproximación con Call of Duty: Advanced Warfare despertó curiosidad, y el éxito cosechado por CoD: WWII en el momento más crítico que ha visto la saga en los últimos tiempos asienta la continuidad del estudio en la franquicia.

El origen de Sledgehammer Games lo hay que ir a buscar a Visceral Games. Glen Schofield y Michael Condrey, los fundadores del estudio, venían aterrizados del equipo de Dead Space y todavía al calor de su éxito. Fundaban su propio estudio triple A, y su primer contacto con la saga Call of Duty tuvo lugar con el tercer Modern Warfare como equipo de apoyo para Infinity Ward.

Advanced Warfare como primer paso firme

En 2014 lanzan Call of Duty: Advanced Warfare bajo una mirada de desconfianza unánime. Un nuevo estudio, con un discurso muy centrado en la historia de la campaña durante la gira de entrevistas promocionales, y sin embargo con una mirada muy fresca para el apartado multijugador. Dobles saltos y jet-pack como la anticipación de nuevos tiempos, y a la vez causaron una escisión en la comunidad: los que disfrutaban de las alturas, y los que esperaban volver a pisar tierra. Sin embargo, Advance Warfare tuvo una buena acogida desde muchos flancos, uno de ellos la crítica, y lo controvertido lanzamientos posteriores, como el fallido Infinite Warfare, han reafirmado al futurista de Sledgehammer.

Lo que consiguió Sledgehammer con el estreno de Advanced Warfare, además de abrirse hueco a codazos como nuevo estudio principal de la saga CoD, fue ponerse cara a cara con Titanfall. Respawn Entertainment, equipo fundado por los veteranos de Infinite Warfare, avecinaba con Titanfall el nuevo referente en el shooter multijugador. Efectivamente, la saga Titanfall es prioritaria, y quizá merezca todavía más reconocimiento del que cosecha, pero Sledgehammer creó con Advanced Warfare un juego muy digno para presentar batalla. Un juego aparentemente rompedor, pero sin duda reconocible como Call of Duty. Ese es el secreto del éxito de Sledgehammer Games en la saga, saber reordenar elementos propios de Call of Duty con sentido, con añadidos evidentes, pero sin intentar hacer de la franquicia algo que no es.

El éxito comercial de Call of Duty: WWII

Con Infinite Warfare la saga cayó en ventas, y el reinado de Call of Duty se daba por derribado. Sin embargo, a través de Call of Duty: WWII el plano comercial encuentra alivio. En este caso, Sledgehammer vuelve a presentar las ideas más clásicas de la saga retomando la Segunda Guerra Mundial, pero ahora con aire renovado. Con el lanzamiento pudimos comprender que Call of Duty: WWII no es un paso atrás. No se trata de una intentona por volver a presentar el Call of Duty de la Segunda Guerra Mundial pre-Modern Warfare, sino que revisa ideas recientes de la saga con el ánimo de presentar un punto a seguir en juegos futuros. En la pasada Gamescom tuvimos oportunidad de entrevistar a los fundadores de Sledgehammer sobre la innovación en call of Duty: WWII. Así resumían su filosofía: “El regreso de donde comenzó todo ha sido nuestro principal objetivo. Lo verás en el modo multijugador, lo verás en los zombis… En ese sentido podríamos decir que el objetivo ha sido mejorar la experiencia y elevarla a la excelencia. Pero por otro lado hemos querido apostar por la innovación con nuevos modos de juego y ofrecer sensación hasta ahora inexistentes en la saga, créeme. La comunidad se comunicará de otra manera. Tenemos ambas cosas”.

Pensando en el papel reciente de Sledgehammer Games quizá no haya que hablar de ellos como un grupo revolucionario o un grupo transformador. Sino más bien como un equipo con la capacidad poner orden en la saga Call of Duty. Puede que por ser los recién llegados tienen una mirada de mayor distancia todavía con la franquicia, que les posibilita intuir qué teclas tocar para encauzar la fórmula allá donde falla.

Sledgehammer Games, por tanto, se ha ganado a pulso el reconocimiento en la saga Call of Duty, ya que sus dos títulos han salido en dos momentos críticos para Activision. El primero para enfrentarse al lanzamiento de Titanfall, un juego que cosechó premios a manos llenas en el año previo a su salida; el segundo momento lo hemos visto con Call of Duty: WWII, que logra despuntar en ventas en un instante de absoluta duda.

Sledgehammer Games se puede considerar, por tanto, el estudio llamado a llevar la batuta de Call of Duty desde todos los frentes: a nivel de mecánicas sus juegos son los más sólidos de la franquicia en los últimos tiempos, y a nivel económico también son los que han logrado cosechar mejores resultados.