Dontnod y Vampyr, saliendo de la zona de confort

Dontnod Entertainment, uno de los estudios más prometedores de la actualidad

Dontnod pertenecen a ese grupo de modestos estudios franceses que han creado juegos por encima de sus posibilidades, no de talento, sino de recursos: Cyanide, Spiders, etc... Con presupuestos ajustados, estos equipos se han empeñado siempre, usualmente bajo el paraguas de la editora Focus Home Interactive, en crear videojuegos seguramente demasiado ambiciosos, ofreciendo títulos de rol o aventura que pretendían rivalizar con grandes superproducciones. El resultado, el que todos conocemos, y es que los análisis de estos juegos vienen acompañados de tópicos como "tiene buenas ideas, pero mal ejecutadas", "el apartado técnico no está a la altura del resto del conjunto"... y en realidad es cierto, y así lo podemos comprobar en algunos como Of Orcs And Men, The Technomancer o Bound By Flame. Sin embargo, Dontnod tuvo un poco más de suerte que los otros estudios mencionados.

Y la tuvo porque su primer proyecto grande estuvo bajo el amparo de una gran publisher como Capcom, y no es otro sino Remember Me, un juego de contrastes. Como decíamos, si hablamos de lo referente a su ambientación futurista, trama e incluso de su protagonista, Nilin, no podemos sino rendirnos a su cantidad de ideas interesantes, pero por desgracia, en el aspecto jugable nos vamos a encontrar un título excesivamente guiado y que a pesar de contar con un sistema de combos influido por la obra de Rocksteady, finalmente resulta un juego que no ofrece un desafío consistente al jugador. Una buena oportunidad, aprovechada a medias, pero que sirvió para que aprovecharan la que iba a ser la más grande, aunque ellos no lo supieran.

Life is Strange, producido por Square Enix, representa la obra más popular y de mayor calado de este estudio parisino, y curiosamente, lo hace tomando la fórmula reinventada de aventuras clásicas que había popularizado Telltale Games. Es esta una propuesta también sin mayor dificultad, pero sí con la capacidad y personalidad más que suficientes para llegar al corazón de millones de jugadores, que demandaron una secuela y no solo se les prometió, sino que además se les regaló una precuela con el reciente LiS: Before The Storm. La historia de Max y Chloe es una de largo recorrido, y cuando Dontnod podría acomodarse tal y como lo ha hecho Telltale...

Anuncian Vampyr, un juego en las antípodas de lo que están acostumbrados, pero que al mismo tiempo, no se aleja demasiado de otras propuestas procedentes del país galo, esto es: un RPG de mundo abierto donde las decisiones y el comportamiento del protagonista, Jonathan Reid, cobran vital importancia. En este videojuego visitamos una lúgubre ciudad de Londres, pero nos vamos hasta una época que al fin y al cabo, no hemos visto recreada frecuentemene en los últimos tiempos, como es el comienzo del siglo pasado, donde no faltan elementos clave como el sistema de combate o un árbol de habilidades, pero que sobre todo juega con la moral de Reid, que por cierto, es un vampiro. Esto introduce peculiaridades jugables, como el hecho de poder entrar a escenarios interiores solo con invitación, o el poder alimentarse de la sangre de inocentes NPC, aumentando sus poderes vampíricos, pero a costa de desplegar una mayor hostilidad en el entorno. Una apuesta arriesgada, ya que esta vez Dontnod está respaldada por la más humilde editora, y mencionada anteriormente, Focus Home.

No sabemos hasta qué punto será un reto para el jugador, pero el desafío para Dontnod es mayúsculo, como anteriormente lo fue Horizon: Zero Dawn para los holandeses de Guerrilla Games. Lejos de pretender acomodarse e ir a lo que, al fin y al cabo, les garantiza el éxito, estos honestos franceses han querido dar un paso más, salir de su zona de confort y atreverse a diversificarse, algo tan valorado hoy en el mundo en que vivimos. La industria necesita que Vampyr sea finalmente un gran juego, porque en este panorama de propuestas de copia y pega, la valentía necesita ser recompensada.