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The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia

The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia

The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia, Análisis

Acción, luchas y mucho fanservice. Nos sumergimos en la primera aventura de Meliodas en Occidente, cuyo resultado queda a medio camino entre un gran juego de lucha tridimensional y un título de acción total. Su traslación del mundo de la serie, sin embargo, es más que notable.

The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia, Análisis 

Los que sean amantes del manganime y disfruten viendo comomuchas obras de la Shonen Jump y demás revistas japonesas terminan aterrizandoen consolas con obras más a menos notables están de enhorabuena, y lo están noporque estas obras sean sobresalientes sino porque cada vez más parecen uncalco de lo que vemos en la pantalla.

El fanservice está servido; lo hemos visto con One Piece,Naruto, Sword At Online, Attack on Titan, Dragon Ball y un sinfín depropiedades intelectuales, pero todavía no habíamos podido hacerlo con una delas siete series más vendidas de 2017, una estrella emergente allí y aquí comoes The Seven Deadly Sins (Nanatsu noTaizai), que ha irrumpido en Europa gracias a su primera temporadadisponible en Netflix.

La serie de NakabaSuzuki, que lleva publicándose en las páginas de la Shonen Magazine deKodansha desde finales de 2012, ha alcanzado ya su punto de madurez tanto enmanga como en la más que notable producción televisica de A-1 Pictures. Sin embargo, el primer título de Nintendo 3DS no fuemás que la punta del iceberg de lo que puede dar de sí este mundo en consolas,tanto por su riqueza visual como argumental; no es un shonen al uso, es una serie mucho más madura que se merece unvideojuego como tal.

Oportunidad moderadamente aprovechada

Pero Bandai Namco ha optado con este The Seven Deadly Sins: Knights of Britannia por un juego de acción,una obra muy similar a lo visto en J-StarsVictory Vs pero con ciertos matices que nos han llamado la atención portratar de ir un poco más allá, aunque seha quedado más bien en el intento, en lo superficial.

Como bien sabrán los que sigan Los Siete Pecados Capitales,Sir Meliodas es el gerente de una taberna ambulante, la Boar Hat. En un periodo donde la vida no le daba muchos dolores decabeza, se encuentra con la princesa Elizabeth,que está buscando a unos caballerosmisteriosos llamados Seven Deadly Sins. La joven, que se presenta como tercera princesa del Reino de Liones, sepercata de que Meliodas es uno de ellos, y es aquí donde comienza todo.Podríamos decir que Knights of Britanniaes una traslación más o menos exacta de los acontecimientos de la primeratemporada del anime, pero hay mucho contenido original que no secorresponde con lo que hemos leído o visto, lo cual no es ni mucho menosnegativo al aderezar al título con algo más de enjundia, interés y sorpresa.

La recreación de losmundos es muy vistosa; es un título que entra por los ojos por parecer unanime en movimiento, pero queda muy alejado de lo que es capaz de hacerse conmanganime por el estilo. Los ejemplos están claros y todos los conocemos, perodel apartado técnico podremos hablar más adelante. Lo que importa en realidadson las sensaciones cuando cogemos los mandos, ya que The Seven Deadly Sins:Knights of Britannia es un juego de acción, de lucha pura en escenariostridimensionales dinámicos.

La apuesta es simple:tenemos tres tipos de ataque; uno débil, otro más fuerte y otro para atacardesde la distancia. Además, también podemos saltar, hacer dashes y saltos másaltos entre otras funciones como el fijado de cámara –muy necesario por losbailes que hace de forma automática, muy mejorable al verse especialmenteafectado en condiciones donde hay muchos elementos en pantalla como árboles,donde choca por defecto– y las magias. Combinando los gatillos con los botonesde acción podemos hacer ataques especiales si contamos con la suficienteenergía, una barra que se llena con los golpes convencionales; nada nuevo bajoel sol.

La gran diferencia con los juegos musou de Omega Force es que aquí losescenarios son mucho menos grandes, aunque igualmente tenemos oleadas de enemigos que apenas semueven y que, en la mayoría de casos, son un mero trámite. La inteligencia artificial ha dejado muchoque desear exceptuando el caso de los jefesde final de zona o los verdaderos jefes, donde sí vemos un esfuerzo claropor introducir patrones de movimiento complejos y no solo ataquespredeterminados.

Otro aspecto a tener encuenta es que el título presenta fallos típicos que se deberían haber corregidoen esta versión final a la que hemos accedido como son el atravesamiento demuros y personajes entre sí después de golpes o una hitbox que es algo confusa, infligiendo daño cuando da lasensación de que no hay contacto físico y viceversa. Los saltos también sonalgo que esperamos se corrija con un parche por el bien del disfrute deltítulo, ya que si le perdonamos estos pequeños grandes errores, la jugabilidades al menos notable.

Grandes ideas y buenaestructura para la historia: mucho contenido

También hay elementos positivos en las batallascomo son las comentadas destrucciones de elementos del escenario, que afectandirectamente al devenir de la batalla. Con todo, The Seven Deadly Sins: Knightsof Britannia es una apuesta claramente brawler pero con toques de aventura muybien medidos. Es definitivamente unjuego notablemente dirigido pero con flaquezas en su ejecución.

Donde no podemos poner una sola pega a la producción de Bandai Namco esen lo referente a contenido. La historia principal, que dura unas 14 horas, tiene además un modo debatalla tradicional estilo arena con másde 25 personajes seleccionables, con casos como el de Meliodas, Hendrickson, Gilthunder, Ban, King o Helbram incluyendodiferentes skins.

Sin entrar en spoilersinnecesarios –sobre todo aquellos que no estén al día con el manga­– podemosdecir que algunos aspectos de lassubtramas incluyen referencias y detalles de la inminente segunda temporada(Escanor y Zeldris están en el juego), pero como decimos es mejor que estassorpresas las conozca cada uno en su debido momento. Nos limitaremos a decir loque ha comunicado Bandai Namco en las notas: los Diez Mandamientos llegarán unavez se ponga a la venta el título este mes de febrero. 

Boar Hat, el eje vertebradorde la aventura

La estructura de avance enla aventura se basa en el movimiento del BoarHat en un mapa similar al de los JRPG de los noventa, con su vistaperiférica incluida, pero con elementos típicos de un juego de tablero; además que podremos enfrentarnos a oleadas deenemigos en el camino si nos topamos con ellos. Una vez más, decir que en todala aventura son un trámite, una excusa para luchar y ganar puntos deexperiencia de cara a la subida de niveles y creación de magias. Para poder movernosde casilla y avanzar en la historia es necesario cumplir un número determinadode niveles, todos ellos siempre rejugables para mejorar las puntuaciones; lasotras son secundarias, con subtramas que continúan más adelante o que secierran en un emplazamiento concreto.

Crafteo de magias,fundamental para los personajes

Otros aspectos a destacar sonlos que componen el menú principal de la aventura, que estará solo disponiblecuando nos encontremos dentro del Boar Hat. Más allá de las misiones, también podremoscrear diferentes objetos mágicos con loscristales mágicos que encontremos durante los combates. Una vez abierto sedesplegará una suerte de vidriera con iconos de diferentes colores, como unmandala. Este árbol de habilidadesnos invita a desarrollar objetos que se pueden utilizar directamente en elcombate: mejoras de la resistencia, delos puntos de vida, el poder de disparo, defensa… Normalmente hacen faltasumas de dinero equivalentes al ritmo de progreso estándar del juego, unequilibrio bastante bien medido que nos ha imposibilitado crear todos losobjetos, tratando así que vayamos más allá de las misiones principales. Dichode otro modo: sin hacer misiones secundarias es imposible conseguir estos ítemsaccesorios de índole mágica.

El equipamiento es el apartado donde se aplican estos ítems.Dependiendo del número de objetos que creemos así podremos trabjar con cadapersonaje. Además, es aquí donde entra también el apartado más rolero deltítulo al poder inclinar más al ataque, la defensa, el poder mágico o lavelocidad. En nuestro caso hicimos un equilibrio entre velocidad y ataque, adhiriendodos ítems de cada para que Meliodas fuese bastante ágil en combate; el precio apagar fue algo más de vulnerabilidad en las defensas.

El desarrollo de la aventura peca de bastante repetitividad al serconstantemente misiones de cortaduración (es un juego cuya naturaleza encaja perfectamente con una consolaportátil), pero se solventa en parte porla no linealidad de su progreso al ser posible elegir diferentes rutas. Yadesde el inicio del juego, a la altura del Oeste de Liones, se puede escogerqué Fuerte elegir para avanzar, si el Fuerte del Norte, el Fuerte del Sur… Aunqueno implique diferenciar argumentales (hay que acabar con todos antes del progresoreal) tener la potestad de elegir qué vía escoger primero es agradable y hacede la aventura algo más ameno.

El modo duelo es el último del que podemos hablar porque solo hay dosmodos: aventura y duelo. De inicio solo tenemos unos pocos personajesdesbloqueados, pero en la medida en que vamos progresando en la aventura –y solode esta manera– podremos añadir más luchadores al elenco. La cifra total supera los 25 nombres. Podemos jugar en solitario oen modo multijugador local y en línea; este último funciona bastante bien,aunque es cierto que en nuestro periodo de pruebas los servidores estabanbastante vacíos. Cada personaje cuenta con un tipo elemental (velocidad, poder,magia…) que les hacen más fuertes y vulnerables dependiendo de estas destrezas,además de poder usar objetos mágicos tal como sucede en la aventura principal.La simpleza de los combates es bastante evidente, quedándose a medio caminoentre un hack ‘n’ slash convencional y un título de lucha tridimensional másmedido. El resultado, tal como apuntábamos anteriormente, es simplementecorrecto, pero nos hubiese gustado algo más de profundidad en las mecánicas.

 

Con el paso de las horas eltítulo se convierte en una constante pulsación repetida de botones hasta quetenemos la magia suficiente para hacer el ataque especial final, y es unalástima. Sabrá satisfacer a los fans por poder controlar a esos héroes que leenen el manga o ven en la televisión, pero nada más.

Buen trabajo a nivelaudiovisual

A nivel técnico es cumplidor, con detalles sorprendentes en loselementos del escenario (véanse los césped o la distancia de dibujado, muy bienrepresentada), aunque con algunos jaggiesalgo incomprensibles para un videojuego lanzado en PlayStation 4. En momentosparece un título de la pasada generación, pero estas sensaciones son las menosporque por lo general se comporta de forma muy sólida, sin caídas de frames yuna iluminación excelente. El juego de colores en ocasiones denota falta desaturación, aunque todo se puede configurar. La banda sonora también está muybien conseguida, con temas que muchos sabrán identificar.

Lo mejor es, sin embargo, la excelente recreación del mundode The Seven Deadly Sins, un mundo vivo arropado por naturaleza y unas melodíasmuy bien escogidas para cada ecosistema. Seguramente solo los juegos de Narutohayan sabido responder tan bien a esa eterna petición de los fans, un brote deesperanza para futuros videojuegos –que los habrá– de Los Siete PecadosCapitales.

La banda sonora, similar a la de la serie, no es nada delotro mundo pero convence en todo momento. Por decir, hubiese sido de agradeceralgo más de variedad en los efectos especiales, algunos muy repetidos o pocologrados.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.