Por qué Sea of Thieves puede pegar duro (y por qué no)

Sea of Thieves, el cofre del tesoro de Xbox One o el próximo naufragio de Rare

Cada vez queda menos para que llegue el 20 de marzo. No vamos a negar que Sea of Thieves, lo próximo del galadornado estudio británico Rare para Xbox One y Windows 10, es uno de los juegos más esperados para buena parte de la redacción de la revista. Tenemos muchas esperanzas puestas en el que puede ser el próximo cofre del tesoro de la consola de Microsoft, pero también tiene ingredientes para ser un naufragio más para Rare. Intentamos ver algunos de los puntos que Sea of Thieves tiene a favor y en contra.

La cooperación por bandera (pirata)

Pocos títulos hemos visto que lleven el juego cooperativo online a los niveles que logra Sea of Thieves. El equipo de hasta 4 piratas debe comunicarse a viva voz constantemente para hacer casi cualquier acción. Para navegar por los mares, un jugador deberá encargarse del timón, mientras los demás bajan, suben y giran las velas, están pendientes del mapa de la bodega para guiar al timonel y deben subir al punto más alto del mástil para observar si hay barcos enemigos cerca. En el momento de llegar a tierra para conseguir el tesoro, también se debe colaborar: uno llevará el mapa, otro la brújula, otro la pala y otro debería encargarse de los esqueletos que a buen seguro aparecerán. Y en los momentos de combate contra otros jugadores, las estrategias, el uso de los cañones y la navegación precisa exigen más comunicación y cooperación que nunca.

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Una narrativa emergente prometedora

Es cierto que en la beta cerrada que pudimos probar hace unas semanas (podéis ver un vídeo de una de las partidas al principio de este artículo) la variedad de misiones no era demasiada alta: tan solo podíamos ir a por cofres de tesoro en misiones cada vez más complejas. Pero aún así, las situaciones que se creaban en las partidas, esas historias propias que se crean gracias a las relaciones entre jugadores en un mundo interactivo de ficción (narrativa emergente), eran variadas y divertidas. Rare ha puesto los elementos necesarios para que los jugadores creen sus propias historias mientras navegan por el vasto mar que han creado (asaltos de barcos, hundimientos, emboscadas, etc.), y se prometen muchos más. En una de las actualizaciones de la beta, un dataminer encontró que, entre distintos tipos de enemigos (en la beta solo había esqueletos), habrá un kraken capaz de atrapar barcos con sus tentáculos y lanzar a los piratas por los aires; algo que seguro que se utilizará para crear trampas contra nuestros enemigos.

Un mundo pirata de ensueño

Si algo ha demostrado Rare a lo largo de todos los años que llevan en la industria ha sido su capacidad de crear personajes y mundos realmente bellos. El de Sea of Thieves quizá sea el más bonito que han hecho nunca. El agua cristalina de ese océano que se mueve casi mejor que en la realidad; el aspecto pastel de todos los elementos en la pantalla; los graciosos atuendos y accesorios con los que podremos vestir a nuestro pirata (habra LOROS ESQUELÉTICOS); y una banda sonora que no hace más que aumentar nuestras ganas de echarnos a la mar son ingredientes que pueden hacer que muchos se lancen al pirateo solo por lo estético.

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Piratas en streaming

Uno de los éxitos más rotundos e inesperados en la industria del videojuego de los últimos años ha sido PlayerUnknown's Battlegrounds. Su éxito ha venido del boca a boca más que de una fuerte campaña publicitaria o de prensa, pero esa difusión comenzó con los servicios de streaming como Twitch. Durante la beta de Sea of Thieves hemos visto como el juego de Rare se ha colado entre los títulos más vistos de la plataforma de Amazon en ciertos momentos, y eso puede traducirse (aunque no siempre) en ventas.

Xbox Game Pass: llegando a un público más amplio

Uno de los puntos fundamentales para el éxito de un juego online es, sin duda, que haya una parte importante de jugadores en él. Eso, en principio, no será problema para Sea of Thieves. Los jugadores de Xbox One podrán jugar con los de Windows 10 al vuelo gracias a Xbox Play Anywhere (y funciona perfectamente, al menos en la beta), pero además es que el título estará desde el día de lanzamiento en Xbox Game Pass, el servicio de suscripción que por 9,99€ al mes da acceso a más de 100 juegos de One, 360 y la primera Xbox (aquellos con Play Anywhere se pueden jugar también en PC). Por tanto, es de esperar que muchos jugadores que no tenían pensado echarse a los mares lo prueben, y probablemente se queden en el mundo creado por Rare.

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¿Falta de contenido?

Como hemos dicho, disfrutamos la beta cerrada que tuvo lugar del 26 al 31 de enero, pero lo hicimos a pesar de una evidente falta de contenido. Sea of Thieves necesita más tipos de misiones (ya vimos en la Alpha Técnica una de cazarrecompensas), más tipos de enemigos, un sistema de progresión más eficaz y que los encuentros con los jugadores sean más frecuentes. Sin estos elementos, y una introducción constante de novedades que ya han prometido, la comunidad del juego echará las anclas pronto.

La cooperación, una virtud y un talón de Aquiles

Es cierto que hay muchos juegos multijugador que se disfrutan menos al jugar con extraños: nos frustramos en Overwatch cuando no podemos comunicarnos fácilmente con nuestros compañeros o miramos atónitos como el resto de jugadores en una partida de Battlefront II pasan del objetivo. Pero aun así, se puede jugar. En Sea of Thieves es prácticamente imposible echarse a la mar con un desconocido y que la cosa llegue a buen puerto (pun intended). Uno de los aspectos fundamentales del título de Rare, el cooperativo, puede jugar en su contra si el jugador interesado no tiene amigos con quien disfrutarlo (algo que quizá pueda darse en más casos de la cuenta debido a la cuota de mercado de Xbox One).

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