InnerSpace, Análisis

InnerSpace, Análisis

Después de una dura jornada de trabajo hay ocasiones en las que el cuerpo nos pide relajarnos. Juegos como Journey pretenden que el jugador explore su mundo sin ataduras, disfrutando de las vistas o experimentando sensaciones que otros títulos recrean de una manera más directa. De un tiempo a esta parte son muchos los desarrolladores que han puesto toda la carne en el asador en el apartado artístico intentando que sus juegos se centren más en una exploración preciosista llena de sensaciones que dar importancia a una trabajada historia o a su jugabilidad.

Este es el caso de InnerSpace, una suerte de título de exploración y recolección que, historia mediante, nos invita a explorar el Inverso, un mundo alternativo de colores pasteles que invitan a la relajación y donde el peligro no existe. La desarrolladora PolyKnight es la creadora de esta aventura donde el mayor desafío será no perderse en esta coctelera de colores suaves que en ocasiones nos hará la vida imposible.

Como pez en el aire

La obra de los desarrolladores dalasitas nos sumerge en un universo de planetas llamado Inverso donde antaño vivían los Predecesores, unos habitantes que utilizaban la fuerza vital del entorno -el viento- para prosperar. Toda bonita historia tiene un amargo final y aquí está protagonizado por unos semidioses que drenaron por completo el Inverso hasta extinguir por completo toda existencia dejando únicamente las reliquias que en su día construyeron sus antiguos habitantes.

Nosotros tomamos el papel del Cartógrafo, una especie de nave autómata que sigue los pasos del Arqueólogo en su extensa búsqueda de antigüedades predecesoras. Gracias a las cualidades aéreas de nuestra pequeña nave, surcamos los cielos del Inverso recolectando reliquias que mejorarán nuestras capacidades hasta el punto de poder adaptarse a entornos acuáticos y bucear en ellos.

La historia sirve como nexo de unión entre las distintas zonas del mapa y ayuda comprender un poco más el universo que exploramos. Una fábula sencilla, sin muchas pretensiones y correcta sin más. La verdadera chicha de InnerSpace se encuentra en la exploración y recolección de reliquias, la base de este juego. No esperéis acción, piruetas imposibles o muchos quebraderos de cabeza pues el desarrollo de la aventura está planteado de forma que sirva como relajante neuronal para que nuestro único esfuerzo sea el de disfrutar de la travesía. De hecho no conseguiremos avanzar por sus escenarios a menos que exploremos el entorno y recojamos los ítems necesarios.

Cada cierto tiempo encontramos algunos de los semidioses causantes de la extinción de los predecesores a modo de jefe final. Visualmente son espectaculares en tamaño y diseño pero por contra, no requieren de mucha habilidad para deshacerse de ellos. Cuentan con mecánicas simples y para derrotarlos apenas hay que esforzarse mucho. Queremos volver a recalcar una vez más que InnerSpace es un juego, ante todo, para relajarnos y disfrutar de su apartado gráfico.

Para el manejo de la nave contamos con un control por teclado y ratón bastante confuso que, aún pudiendo personalizarse, confunde más que atrae. Está también la opción de jugarlo con un gamepad pero ello implica lo que todos sabemos, los movimientos no serán tan precisos como el puntero de nuestro mouse. El mundo por el que nos movemos también juega en su contra y esto es algo que nos duele comentar puesto que al mismo tiempo que entorpece nuestras acciones, visualmente deslumbra. La saturación de colores pasteles, el surrealista entorno y el constante ojo de pez que se le aplica consigue que el jugador entre en un constante bucle de desorientación que llega a marear y a confundir. Y como decimos, es una lástima porque Inverso es precioso.

Técnicamente onírico

Si habéis visto las imágenes que acompañan el texto hay detalles que indican a pensar que lo mejor de InnerSpace es su apartado gráfico, y sin duda así lo es (sin menospreciar al sonoro). La aventura nos lleva por hermosos parajes oníricos con un agradable diseño de niveles que, aunque confunda como previamente hemos explicado, se deja explorar. Pese a que el estilo artístico con el que se ha pincelado el juego no es nuevo, sí aporta un toque propio, diferente, que lo hace único e irrepetible. Todo en el juego está pensado para que el jugador disfrute del viaje por Inverso y para lograr su objetivo se ha sazonado la jugabilidad con una hermosa banda sonora compuesta de temas ambientales y de corte chill out.

Otro de su gran as en la manga está en que el juego no requiere de un ordenador de grandes prestaciones y desde un simple procesador Intel Core i3 con una gráfica GTX 650 en adelante es posible disfrutar de él sin complicaciones. El juego está traducido al castellano, algo que valoramos positivamente al tratarse de un estudio indie en el que la mayoría de su catálogo de juegos han sido creados en apenas 72 horas y que están disponibles para su descarga de forma gratuita. Eso sí, hemos localizado algunos errores en la traducción pero nada realmente escandaloso que nos haga cerrar los ojos. Además está el hecho de que InnerSpace ha tenido lanzamiento también en PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch, Mac y Linux, siendo la que hemos analizado la versión PC.