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3D Mini Golf

3D Mini Golf

  • PlataformaPS4NSW5PC
  • GéneroDeportes
  • DesarrolladorZ-Software
  • Lanzamiento29/05/2015 (PC)05/01/2018 (PS4)16/01/2018 (NSW)
  • TextoInglés
  • VocesInglés

3D Minigolf, Análisis

La diversión que ofrecen los campos de minigolf se recoge en este cartucho para Nintendo Switch que se queda en un quiero y no puedo. Analizamos 3D Minigolf, un título que podía haber dado más de sí con ligeros retoques que sus desarrolladores decidieron no incluir.  

3D Minigolf, análisis

Los videojuegos de golf llevan entre nosotros una eternidad y buena prueba de ello es que prácticamente todas las consolas que han salido al mercado acogen bajo su catálogo al menos un título de este género. Tan solo hay que citar nombres como Tiger Woods PGA Tour, Mario Golf o Everybody’s Golf para comprobar que esto de darle a una pelotita con la ayuda de un palo tiene su tirón.

Los usuarios de Switch están de enhorabuena porque, en menos de medio año, la consola recibe su segundo juego de golf tras Golf Story. 3D Minigolf llega a la consola mitad portátil, mitad sobremesa con un único objetivo, intentar que aquellos que compren el juego se diviertan practicando esta diferente rama del deporte en el que se basa. Mientras que el primero nos narraba la historia de un niño que quería convertirse en golfista profesional mediante una jugabilidad RPG, 3D Minigolf es un juego de corte arcade con tintes de simulación que, palo en mano, nos invita a meter la pelotita en los hoyos de unos peculiares campos tan propios de esta disciplina.

Mejor en compañía

3D Minigolf viene cargado de contenido, al menos en cuanto a números se refiere. Modo Desafío, Torneo y Multijugador para batirse en duelo contra la inteligencia artificial o entre amigos a lo largo de cuatro únicos campos de dieciocho hoyos cada uno. ¿No está mal, no? Para nada, al menos sobre el papel, sin embargo estamos hablando de minigolf, una modalidad donde los campos apenas miden entre cinco y diez metros, disponen de barreras y donde completarlos es una tarea bastante rápida. Con esto queremos decir que cuatro escenarios se nos antojan escasos, más aún cuando la complejidad de estos se encuentra únicamente en las pendientes de cada pista.

El primer modo a jugar será Desafío que no es más que una suerte de campaña donde desbloquear los demás campos si nuestra puntuación es la que se requiere. O lo que es lo mismo, habilitamos el acceso a nuevas pistas si conseguimos puntuaciones Par o inferior. Estos nos llevan de visita a una zona de acampada, un bar de playa, un campo de minigolf o el país de los caramelos. Cuatro lugares bastante más diferentes entre sí que sus hoyos, puesto que la mayoría son muy parecidos y apenas presentan complicaciones. Olvidaos de esos campos de minigolf donde hay puertas secretas, molinos, plataformas o todo tipo de obstáculos que juegan con la pelota, aquí lo máximo que vamos a encontrar son rampas o cuestas en caracol y es lo único que añade un punto de dificultad al título. Y esto quizás es lo que más echamos de menos en un producto que intenta recrear este tipo de parques de ocio tan característicos de las zonas costeras en nuestro comedor, más variedad en los hoyos.

En Torneo competimos contra la máquina en uno de los cuatro campos con hasta cinco niveles de dificultad. Sobra decir que no es demasiado complicado superarlos y que fácilmente podemos hacernos con la victoria en menos que canta un gallo. El modo más interesante es el Multijugador donde podemos jugar con hasta tres amigos más con un solo mando y, además, añadir más golfistas controlados por la IA. Es sin duda la opción de juego más divertido, máxime si solemos recibir visitas a menudo o somos varios conviviendo en la misma casa.

El problema viene cuando, aún con tres modos de juego, notamos que la ausencia de progresión o falta de extras por jugar en cada uno de ellos hace mella en el resultado final. Básicamente escojamos uno u otro siempre será lo mismo, terminar cada campo con el menor número de golpes. No hay fases extra, ni objetivos, ni desbloqueables -más allá de los tres campos- y ni tan siquiera personalización de nuestro personaje ya que no aparece en pantalla. Hay opciones que permiten alterar un poco la partida pero más allá de eso es siempre lo mismo.

Técnicamente justo

Una de las mayores pegas que trae este software se halla en la física de la pelota, paupérrima y algo decepcionante. Los ángulos y efectos no están bien resueltos, la bola hace extraños e incluso se frena cuando debería rodar. También tiene problemas de audio, sobre todo anticipando sonidos antes de realizarse la acción. El caso más escandaloso en este apartado es escuchar cómo cae la bola en el hoyo cuando todavía ni se ha acercado a él. Al menos sí tiene melodías relajantes que no son pesadas y algunos efectos de sonido -público, pájaros, el susurro del mar etc…- que se llevan muy bien con lo que vemos en pantalla. Por otra parte su apartado gráfico es justito tirando a mediocre pero al menos no daña tanto a la vista como otra propuesta que edita también esta misma distribuidora -Markt-Tecnik-, Island Flight Simulator. No hay texturas de gran calidad, sombras en tiempo real o efectos técnicos brillantes. Visualmente es algo pocho -aunque agradable de ver- pero para lo que cuesta el título en formato físico no le podemos pedir más. Además está traducido al castellano y su control es facilito lo que le convierte en apto para toda la familia. 

5

Mejorable

Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejará huella. Sólo recomendable en caso de sequía de este género de juegos.