Dimension Drive
- PlataformaPCPS4NSW7
- GéneroAcción
- Desarrollador2Awesome Studio
- Lanzamiento07/12/2017 (PC, NSW)04/09/2018 (PS4)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- Editor2Awesome Studio
Dimension Drive, análisis
Resucitando un género que parecía olvidado, 2Awesome Studios nos devuelve el gustillo clásico del shooter de naves vertical en el que deberemos tener ambos ojos bien abiertos y dominar lo alto y ancho de nuestra Switch.
En un mundo dominado ampliamente por las pantallas en formato cada vez más apaisado, los desarrolladores han tenido que adaptarse al nuevo estándar y lo han hecho de forma sensacional. El mayor tamaño, resolución y disposición de la superficie jugable del estándar de 16:9 ha sido un cambio capital en la industria, por mucho que la gente a menudo parece olvidar que no hace tanto gozábamos de los mejores videojuegos en formato 4:3. Y es posible que casi todo el mundo, excepto aquellos muy fan exclusivamente de lo retro, lo vea como un cambio a mejor. Sin embargo, para el género del shooter de scroll vertical, que tantas y tantas alegrías nos proporcionó durante casi dos décadas, ha supuesto un inconveniente difícil de gestionar. Y es que ese espacio extra a los laterales de la pantalla hay que llenarlo de alguna forma. Y poner bandas negras en 2017 está feo.
2Awesome Studio lo ha resuelto de forma brillante con Dimension Drive, un juego con aspecto de shooter de naves para dos jugadores a pantalla partida (y de hecho se puede jugar cooperativamente) pero que utiliza la anchura total de Switch con una propuesta muy original. Y es que nuestra nave habita en dos dimensiones – las dos mitades horizontales de la pantalla – y podemos alternar entre ellas simplemente pulsando un botón. En cada una de esas dimensiones tenemos un mapeado distinto, con distintos adversarios o diferente disposición del terreno. Basta pulsar un botón para cambiar de lado y de forma instantánea apareceremos en la sombra roja que nuestra nave deja en la otra dimensión. La mayor parte de las veces lo haremos para esquivar fuego enemigo u obstáculos insalvables contra los que chocaríamos, aunque también es posible hacerlo para recargar munición o para mejorar nuestro multiplicador de puntuación.
La historia nos viene narrada a través de una serie de viñetas estilo cómic en las que conoceremos a la protagonista y al antagonista, junto a la magnífica IA que se encuentra a cargo de la nave. Las misiones son bastante cortas en su mayoría y al principio es posible que las terminemos a los pocos minutos y al primer intento sin mucha dificultad. Pronto veremos que aunque el checkpoint se encuentre a 60 segundos de distancia, la mayor afluencia de naves rivales y la mayor densidad de disparos a esquivar hará que muramos bastante y tengamos que recomenzar la fase. Todo ello junto a la necesidad de tener de manera continua un ojo en cada lado de la pantalla para saltar cuando es preciso, con lo que estamos ante uno de esos títulos a los que hay que habituarse y no jugar en momentos de estrés para no tirar la consola al suelo.
Y es que resulta muy muy sencillo equivocarse de botón y aparecer en la otra pantalla en mitad de unas rocas o perder de vista nuestra sombra y agobiarnos ante la necesidad de hacer cambios rápidos para sortear los obstáculos. Especialmente porque a veces, las menos pero muy frustrantes cuando ocurren, algunas colisiones son algo cuestionables. Cuestionables por no decir más. Pero también es cierto que por lo general el juego se comporta de forma decente y previsible para el jugador, de forma que basta repetir unas cuantas veces un trayecto para completarlo. Hay muy poca aleatoriedad en Dimension Drive y aunque pueda parecer un inconveniente para algunos, lo cierto es que es de agradecer.
A medida que vamos progresando en la historia, que terminaremos en menos de 10 horas dependiendo de nuestra habilidad y nivel de dificultad seleccionados, se nos van desbloqueando nuevas particularidades en la nave que deberemos aprovechar para las subsiguientes fases. Además, al ir recogiendo unos cubos de datos dispersados por las fases (y generalmente en el camino más complicado) podremos cambiar el potencial armamentístico de la nave: un rayo de plasma continuo, un disparo que atraviesa obstáculos, una especie de escopeta de gran daño pero corto alcance... Cada arma viene mejor para una determinada fase pero es posible terminarlas todas con cualquier configuración que se nos antoje, al margen de poder jugar los mundos anteriores con las nuevas armas en pos de conseguir mejorar nuestra puntuación.
Aparte de la mencionada composición de las fases, no existe shooter de naves que se precie sin sus correspondientes jefes finales. Alguno de ellos nos ha dejado sensaciones mixtas a nivel de diseño pero en su gran mayoría son enemigos con patrones definidos y honestos que no nos golpearán simplemente para quitarnos escudo y hacer el encuentro más emocionante. La filosofía tras el título de 2Awesome Studios es premiar al jugador que lo hace bien y en ese sentido se mantiene consistente durante todo el desarrollo del juego. Eso significa que, si lo hacemos bien, es posible terminar todos los encuentros sin recibir ni un solo impacto en la nave, aunque ya avanzamos que eso no es tarea fácil ni para todo el mundo.
Otra de las opciones que hemos apuntado antes es la de compartir la lucha con un amigo a nuestra vera, cada uno empezando en un lado de la pantalla pero ambos con la posibilidad de moverse entre las distintas mitades. Un breve consejo profesional: es mejor que sea un amigo con el que no nos importe llevarnos mal o afrontemos este juego simplemente con la intención de pasarlo bien y no de superarlo. La razón es muy simple: en ocasiones Dimension Drive es algo caótico mientras paramos el tiempo y giramos la nave para atacar hacia atrás, o hacemos saltos sucesivos mientras esquivamos meteoritos. Esto hay que multiplicarlo por dos. Y si conseguimos aclararnos en la pantalla y dominar la nave con precisión con un único joycon, olé por vosotros, pero vuestro compañero no lo consigue, hay que repetir la fase. Y ahí empiezan los problemas y los reproches, así que pensadlo dos veces antes de jugar con vuestra pareja, por ejemplo. Que no se diga que no avisamos.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.