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SpellForce 3

SpellForce 3

  • PlataformaPC7.5
  • GéneroEstrategia, RPG
  • DesarrolladorGrimlore Games
  • Lanzamiento07/12/2017
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorTHQ Nordic

Spellforce 3, Análisis

Spellforce era una de esas franquicias de estrategia en tiempo real que a principio de milenio solían adornar las portadas de la Micromanía y otras revistas de la época. Como valor más difenciador esgrimaba su fusión de géneros, tratándose de un juego de rol y estrategia en tiempo real a partes iguales. Años más tarde, la franquicia vuelve gracias a THQ Nordic con Spellforce 3, pero ¿será este otro falso intento de resucitar una vieja gloria tras la decepción de Black Mirror o estamos ante una fiel entrega de la saga?

Spellforce 3, análisis

Nuestras primeras horas con Spellforce 3 no fueron bien. El juego incluye dos campañas, la principal y un pequeño prologo que antecede a los eventos de esta campaña principal. Todo iba bien a lo largo de este prólogo, que sirve también como pequeño tutorial a las mecánicas del juego, hasta que lleguamos al altar. Dicho altar, cuyo cometido no vamos a explicar en caso de que este error no sea universal, requiere una cierta interacción por parte del jugador. En nuestro  caso, dicha interacción era imposible de activar. Frustrados lo reintentamos un par de veces, llegando a empezar el prólogo varias veces e incluso esperamos a que alguno de los multiples parches posteriores solucionasen nuestro error. Desafortunadamente, dicho parche todavía no ha llegado y no hemos podido completar la misión pero afortunadamente para Spellforce 3 es el único error grave que hemos encontrado durante nuestro tiempo con el juego y solo ha supuesto que no hemos podido completar dicho prólogo, pero tened en cuenta que vuestra experiencia puede variar.

Tras este prólogo, que en su día se distribuyó como la beta cerrada del juego, empezamos la campaña principal. Para nuestra sorpresa dicha campaña cuenta con su propio prólogo, lo cual convierte a Spellforce 3 en uno de los primeros juegos con dos de ellos. Durante esta primera secuencia participamos en el final de las Guerras de los Magos, poniendo fin a la misma como el General Sentenzia Noria y una serie de compañeros. Isamo Tahar y su rebelión contra la Corona, que ha puesto en jaque la vida de la mismísima Reina, ha terminado y una preciosa secuencia animada nos introduce por fin a la historia de Spellforce 3. Al contrario de lo que nos tienen acostumbrados los juegos de estrategia en tiempo real contemporáneos, la campaña de Spellforce 3 es mastodóntica. En tan solo una campaña abarca más eventos y duración que la totalidad de Stracraft 2 y sus expansiones y lo hace con suficiente frescura y calidad como para que sea amena en casí todos los aspectos.

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Una buena historia mejor contada

Gran parte del mérito de esta campaña esta no en su historia sino en como la cuenta. Como ya hemos mencionado, estamos ante un híbrido y no deja en ningún momento de intecalar estrategia en tiempo real con juego de rol. Pasaremos de controlar a apénas un par de personajes a liderar enormes ejércitos contra las unidades enemigas y la forma en que el juego consigue ejecutar la historia con semejante variedad en su jugabilidad es destacable. Spellforce 3 se rige por un sistema de diálogo similar al de Baldur’s Gate y los títulos que se inspiraron en la saga de Bioware. A través de un menu podremos escoger obtener más información sobre un tema o tomar una importante decisión. Dada la enorme magnitud del juego no podemos decir con seguridad como afectan las decisiones al progreso de la campaña pero nuestra sensación es que puedes causar la muerte o el enfado de alguno de los miembros de tu equipo pero en ningún momento puedes alterar las líneas generales de la historia de juego.

La historia, por reglas generales, está bien contada pero podría beneficiarse de un mejor guión. No es un título terrible en este sentido, simplemente no llega a tener un lore tan bien pensado y expuesto como Pillars of Eternity o Baldur’s Gate, ambos claras inspiraciones. El retorno de un Dios a nuestro mundo, una plaga que no se contagia, cultos religiosos, la quema de brujas, magia prohibida... todos ellos ingredientes interesantes pero no llegan a cuajar en algo sensacional. Si comparamos el juego con otros exponentes de la estrategia real sale mucho más beneficiado, dado como aprovecha sus componentes más roleros para contar la gran mayoría de su historia en el propio terreno de juego en lugar de a través de cinemáticas como estamos acostumbrados y cuya historia es mucho más profunda que la de la mayoría de juegos del género. Finalmente, el que sin duda es el mejor aspecto de la historia son las voces a pesar de que, al contrario que los textos, no están en nuestro idioma. La estrella del reparto es Doug Cockle, más conocido por interpretar a Geralt de Rivia en la saga The Witcher, que aquí interpreta al general Sentenzia Noria con su característico tono rasposo. El resto del reparto está bien escogido salvo por algún que otro personaje cuya voz sería más adecuada para un anime. En general, este apartado está excepecionalmente cuidado, más si tenemos en cuenta que se trata de un juego que puede durar una treintena de horas.

 

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Excelencia gráfica y sonora


El apartado sonoro de Spellforce 3 es excepcional. Además de las excelentes voces, tanto los sonidos ambientales como la banda sonora son destacables. Ciudades y castillos son audiblemente bulliciosas, un constante estruendo de gente conversando en la calle, soldados practicando sus rutinas y sacerdotes pregonando. En contraste, las zonas más boscosas y rurales son un deleite de sonidos producidos por la fauna y la vegetación donde las cascadas son más ruidosas que el hombre. Todo esto está puntuado por una excepcional banda sonora que los desarrolladores usan con maestría. La mayoría de temas en Spellforce son atronadoras melodías que recuerdan al jugador su participación en una aventura épica repleta de héroes y villanos. El tema principal, que explota en nuestros altavoces al abrirse el menu principal, ya vaticina un repertorio músical de gran calidad que merece una compra independiente del juego si alguna vez está disponible.

Graficamente estamos ante uno de los títulos más lucidos del juego pero también uno de los más ilegibles. Por una parte tenemos los escenarios que verdaderamente impactan si has crecido jugando a aquellos juegos de estrategia de antaño. Suntuosos bosques, majestuosos castillos, áridas y desoladas tierras... la variedad y calidad de los escenarios en despliegue es maravillosa, entornos sumamente cuidados y hechos con mucho cariño. Practicamente cada fotograma del juego podría ser una bonita captura de pantalla y el mérito radica en estos excelentes decorados. Por desgracia, la multitud de efectos visuales y de iluminación que se utilizan para hacerlos más lustrosos también dificultan enormemente la visibilidad en el juego. Este es uno de los títulos en que más difícil es apreciar lo que ocurre en el terreno de combate, especialmente dada la carencia de características modernas como poder ver a nuestras unidades a través del decorado. Basta un árbol suficientemente alto o una torre mal puesta para forzarnos a girar la camara si queremos ver a nuestras tropas, acción que se hace muy engorrosa en el combate.



Dos aspectos destacan del aspecto visual: el diseño de personajes y la arquitectura, ambos por motivos opuestos. El diseño de personajes es de lo más blando del juego y salvo por algunas unidades neutrales es muy poco interesante y visualmente monotono. Nuestros héroes, que deberían ser las unidades más visualmente únicas del juego, se parecen entre sí mientras pertenezcan a la misma clase y esto lleva a bastante confusión visual. Afortunadamente el juego cuenta con la mejor arquitectura que hemos visto en el género. Cada población y estructura está densamente poblada de detalles y recuerdan a las maquetas que antaño se usaban en el cine para crear decorados convincentes. Gran parte de nuestro tiempo jugando a la campaña lo pasamos observando y apreciando estos majestuosos edificios, especial mención para Greyfall. Este espectacular castillo es uno de los primeros entornos en que se desarrolla la campaña y todos y cada uno de sus numerosos espacios están sumamente bien ejecutados para crear un lugar que bien podría ser un modelo educativo de libro de texto sobre castillos medievales. Gran trabajo en este aspecto.

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Un hibrido competente


Jugablemente es donde más lejos se queda Spellforce 3 de la excelencia. Por desgracia es uno de los juegos más aburridos de jugar del género gracias a un sistema de combate excesivamente lento. Incluso en las dificultades más bajas los enemigos tardan demasiado en morir hasta que amasamos una cantidad de tropas lo suficientemente grande como para pulverizarlos en segundos. Esto se consuma en un sistema de combate que nunca llega a ser satisfactorio del todo pero que no tampoco es un desastre. Si no fuera por lo bien que Spellforce entrelaza jugabilidad e historia, que significa que nunca estás lejos de un pequeño diálogo entre tus héroes escogidos o un nuevo avance en el argumento principal, sería difícil recomendar este título. Pero esto, sumado a la ya descrita excelente variedad jugable gracias a constantes cambios de género y enfoque (ejercitos enormes o un puñado de heroes) hicieron que nos mantuviesemos pegados a la pantalla durante el transcurso de la campaña. Esto no quita que los modos alternativos a la campaña principal sufran esta lacra jugable.

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Dado que hay dos componentes de la jugabilidad conviene profundizar en como han elegido aprovechar cada uno. En primer lugar, como juego de rol Spellforce recuerda a los títulos de Bioware ya mencionados. Contamos con un puñado de héroes en nuestro arsenal para cada mapa y los podemos intercambiar a placer. A medida que avance el juego y la historia estos héroes irán cambiando pero siempre contaremos con por lo menos dos unidades de este tipo.  Utilizaremos estos héroes para interactuar con el entorno, progresar la historia y decimar a nuestros enemigos. En caso de que caigan presa del enemigo, resucitarán automáticamente en la piedra divina más cercana. Contamos con seis caminos de habilidades que aprender donde cada personaje podrá tener un máximo de tres. En el caso de nuestro personaje, hijo de Isamo Tahar el mago causante de las Guerras de los Magos, podremos escoger cualquier combinacion de caminos para personalizarlo a nuestro gusto pero el resto de héroes vienen con ellos preestablecidos de tal manera que siempre tengamos un sanador, tanque, etc en nuestro equipo. Adicionalmente podemos personalizar los atributos y el inventario de nuestros personajes, conviritiendo Spellforce 3 en un auténtico juego de rol.

El aspecto de estrategia en tiempo real está claramente inspirado en las evoluciones introducidas por la saga Company of Heroes. Contamos con una serie de recursos y ciudadanos básicos que podemos aumentar a base de expandirnos por unos puestos repartidos a lo largo del mapa. Dichos puestos deberán ser protegidos pues nos darán acceso a los recursos más avanzados que necesitaremos para crear algunas de las unidades más poderosas. Aunque no compita con los grandes del género, la jugabilidad estrategica es pasable y contamos con opciones de agrupar nuestras unidades o posicionarlas a nuestra voluntad  que aumentan la densidad del juego. Por desgracia, nunca llega a ser del todo satisfactorio por los motivos previamente mencionados y a pesar de incluir tres razas jugables no están bien diferenciadas luego se queda más en un esfuerzo visual que en algo que se traduzca a mayor diversidad para el título. Especialmente engorroso es lo difícil que es tirar un edificio, pudiendo tardar minutos para los más grandes.

 Spellforce 3 solo está disponible en  PC,  donde requiere un ordenador moderadamente potente para funcionar bien. Se actualiza habitualmente aunque no parece haber nuevo contenido en el horizonte.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.