Juegos de una tarde: Intenciones Ocultas, solo con amigos

Dando un nuevo tono a un viejo género

A Intenciones Ocultas no le viene mal durar una tarde. Se trata de un juego PlayLink. Esto es, una colección variada de juegos para PlayStation 4 con dos puntos en común: se juegan con el móvil y están destinados a encuentros sociales. De entre ellos, destaca Intenciones Ocultas de una manera muy evidente: primero, porque pega un salto de calidad respecto a cualquiera del pack social; segundo, porque se aleja del concurso y el party game para ofrecer una experiencia más reposada. Sin embargo, es un juego al que le viene bien alargarse durante una sola sesión, porque su premisa básica responde a poder jugar con un puñado de amigos entre unas cuantas cervezas. O lo que sea.

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Los creadores de Intenciones Ocultas son Supermassive Games. Con Until Dawn como carta de presentación, el estilo es exactamente igual, ahora para un juego de investigación. Sumergidos en un thriller de corte más televisivo que cinematográfico, el objetivo último de Intenciones Ocultas consiste en desenmascarar la identidad de un asesino en serie llamado “El trampero”. Mote horrible para un sádico que hace estallar a sus víctimas de la manera más cruel. La aventura progresa bajo esa estructura de historia interactiva que sigue el rastro de la obra de Quantic Dream o el mismísimo Until Dawn, con la particularidad de que ahora puede ser un grupo de personas el que toma la decisión. Evidentemente existe la posibilidad de jugar en solitario, como a cualquiera de los otros mencionados, pero el tono social descubre una nueva faceta en este género que fácilmente puede encontrar continuidad.

Lo interesante de PlayLink, que coincide en empeño con buena parte del catálogo de Nintendo Switch, es volver a sentarnos en el sofá con amigos. PSN y Xbox Live virtualizaron nuestras partidas en compañía, hasta el punto que el catálogo de juegos en pantalla partida se conviritió en una rareza absoluta en la mayoría de sistemas. Antes este panorama, la colección de PlayLink vuelve a priorizar el juego en sofá, muy propio de la época navideña, entre concursos herederos de Buzz y el emblemático Singstar. Pero Intenciones Ocultas lo que hace es descubrir la faceta multijugador en un género hasta ahora destinado a interacciones muy íntimas entre el jugador y la historia a contar.

La charla con amigos es el núcleo del juego

Until Dawn, por ejemplo, se define como un juego que se ha de disfrutar en soledad, a ser posible de noche y con cascos… tratando de modular el ambiente para lograr el climax de tensión en el que este slasher deja de despertar la sonrisa y comienza a invocar la tensión. David Lynch decía que las series las había que ver cerca de la tele, a oscuras y con unos buenos auriculares. Lynch sabe lo que dice. Sin embargo, Intenciones Ocultas se presenta en el polo opuesto: la historia es lo suficientemente convencional -una trama de asesinos como tantas veces hemos visto-, como para permitir que el transcurso se pare en seco cada pocos paso abriendo la discusión entre el grupo de amigos. Cada jugador debe elegir cómo reaccionarán los personajes, con lo que el debate está servido para dirigir entre todos la historia por uno u otro camino.

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De esta forma, Intenciones Ocultas cuenta con que el núcleo del juego estará en el debate entre el grupo de amigos más que en los propios acontecimientos que narran estos personajes. El videojuego toma cierto carácter instrumental, para que el verdadero juego emerja en el sofá con la charla.

Sin duda, Intenciones Ocultas funciona en este marco porque Supermassive Games logra desdibujar las líneas que conducen los árboles de decisión. En muchos de los juegos que aprovechan árboles de decisión en las conversaciones, rolear al personaje entre bondadoso, malvado o pícaro a través de conversaciones es tan evidente que aburre. Conducir la historia a un destino si resulta muy fácil termina siendo irrelevante. Sin embargo, en los juegos de Supermassive resulta difícil detectar los detonantes del desastre, por lo que nunca sabes si la decisión que estás tomando es la apropiada para llegar al final deseado. En este caldo de cultivo deliberadamente tramposo, tiene sentido discutir con tus amigos entre decisiones que nunca son claramente buenas o malas.

Un juego para una tarde con un puñado de amigos frente al televisor. Jugar en solitario, aunque posible, como ya se comentaba en el análisis de Meristation, convierte todo esto en algo mucho menos interesante.

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