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Luces y sombras en Japón: analizamos sus ventas en 2017
Mejora sustancial respecto a 2016
Primera mejora en años: Japón vuelve a comprar consolas en 2017
Desde que Media Create ofrece datos de ventas de consolas en Japón, vemos que llegados al mes de diciembre cada año se ha vendido menos hardware que en el anterior; el ritmo year-in-year ha estado de capa caída desde el boom de Wii en 2007, que coincidió con el también impresionante ritmo de la familia NDS.
Sin embargo, el fenomenal comportamiento comercial de PSP y más delante de Nintendo 3DS (esta última la tercera consola más vendida de la historia en Japón, que se dice pronto), no ha sido óbice para evitar una tendencia que se puede definir a modo de pulso con la industria de los smartphones, en constante alza.
El cambio en los modelos de negocio, cada vez más orientados a las microtransacciones y los free to play; la falta de atractivo de muchas de las nuevas entregas pertenecientes a franquicias que antaño superaban con el paso de las semanas el millón de unidades; o la crisis económica que sufre el país todavía en recuperación desde los desastres de 2011, hacen que la gráfica haya mirado hacia abajo en la última década, llegando a marcar los datos más bajos en la industria de los últimos años, incluso peores que los registrados en la época de los noventa.
Una nueva esperanza ilumina al país del Sol Naciente
Pero la industria japonesa está de vuelta, no solo con la producción de juegos cada vez más atractivos para el usuario del otro lado del charco como Monster Hunter World o el prometedor line-up de Bandai Namco para 2018, sino también en la venta de sus principales sagas. Dragon Quest XI ha sido un huracán que ha superado los 3 millones de unidades; aunque el resto también ha hecho su papel. Pero volvamos a las consolas, que por un motivo u otro han vendido más en 2017 que en 2016, primera mejora interanual significativa en más de una década.
Según Famitsu y Media Create, hasta el 17 de diciembre de 2017 se han vendido 6.498.304 consolas, sin distinguir entre sobremesa y portátil. A estas alturas, en 2016 hablábamos de 4.46 millones de consolas; en 2015 se cerró el año con 5.8 millones de consolas vendidas. La llegada de Nintendo Switch ha favorecido enormemente para frenar el receso, pero tampoco hay que ilusionarse demasiado porque el resto de consolas han vendido menos unidades que el pasado curso, con la excepción de PS4 que ha pasado de vender 1.61 millones de unidades a 1.67 millones de unidades, diferencia a todas luces anecdótica.
Estimaciones plausibles
De este modo, con el mercado de consolas portátiles de capa caída y el de sobremesa mantenido por un año inicial de Switch de órdago, está por ver cuál es la reacción del mercado nipón durante 2018. Nuestras estimaciones no son demasiado halagüeñas para 2018 en Japón, sin embargo. Pensar en un año con otras 6.4 millones sin el lanzamiento de una nueva consola es complicado, así que solo se nos ocurren dos cosas para mantener un ritmo que no vuelva a caer en el receso: en primer lugar, una bajada de precio más que probable en el caso de la familia PS4 para que Sony no pierda la ventaja sobre Nintendo (PS4 ha vendido 5.77 millones de unidades en toda su vida útil en Japón; Switch ha vendido ya 3 millones de unidades en cuestión de nueve meses); mientras que por otro que aparezca el rediseño de alguna de las máquinas, algo que Nintendo puede corroborar empíricamente como técnica útil a través de los cuatro modelos de Nintendo DS (NDS, Lite, DSi, DSi XL) o las siete versiones de Nintendo 3DS (3DS, 3DS XL, 2DS, N3DS, N3DS LL, N2DS LL).
Pero es demasiado temprano para considerar un rediseño de Nintendo Switch. Así, 2018 se plantea como un año de transición, porque mientras Switch buscará terminar de cimentar su hogar en Japón, PS4 va pensando en tramitar el inicio de una recta final de vida con garantías. Por su parte, y por mucho que nos duela, Nintendo 3DS y PS Vita planean su jubiliación después de años gloriosos a nivel de juegos exclusivos.
Toca seguir remando.
Referencias