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OneShot

OneShot

  • PlataformaPC7NSWPS4XBO
  • GéneroAventura, Puzle
  • DesarrolladorLittle Cat Feet
  • Lanzamiento09/12/2016 (PC)22/09/2022 (NSW, PS4, XBO)
  • EditorDegica

OneShot, Análisis

Cuando el sol se esfuma del firmamento un misterioso mundo se apaga y el mesías se materializa para salvarlo. Acompaña al niño Niko en su misión más difícil: devolver la luz al moribundo planeta. Sin embargo, sólo tiene una oportunidad de lograrlo, y si la desaprovecha, será testigo de la defunción del mundo.

La luz que perdimos

El sol morirá dentro de unos cinco mil millones de años. Su fuente de combustible, el hidrógeno, se agotará inevitablemente, pero no será el final de su vida. A continuación, fusionará helio, su color cambiará a rojo y crecerá en volumen. Mercurio, Venus, la Tierra y Marte serán absorbidos por el coloso en llamas. La radiación causará estragos y los planetas supervivientes del sistema solar sucumbirán a las temperaturas más extremas. Más tarde, el helio se consumirá del todo y llegará el turno del carbono, y cuando las reservas se extingan, el astro rey perderá la corona, se tornará estrella decrépita.

Imagina encontrarte en la cotidianidad del hogar y despertar en un mundo sin luz, de oscuridad perpetua; imagina un lugar donde la energía es un bien tan preciado como el oro; imagina mantener comunicación directa con una deidad y convertirte en el mesías; imagina manejar a Niko, el depositario de todas estas experiencias, un niño como otro cualquiera, aunque con ojos gatunos. Después de comer las sabrosas tortitas que cocina su madre, se introduce bajo las mantas en busca de un sueño reparador que no halla. En un abrir y cerrar de ojos, siente que pasa del calor al frío, del sueño a la pesadilla, de la claridad a la penumbra. 

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La narrativa se desarrolla a través de diálogos vivaces que dibujan la personalidad del protagonista y de los variados personajes que viven en el mundo. Es un guion bien escrito, de esos que enganchan al jugador al instante y que atrapan de principio a fin, si bien la aventura no es larga en absoluto. Lo más curioso es la relación que se forja entre Niko y el propio jugador. De tal modo, nosotros manejamos el destino del protagonista, sí, pero además somos su dios. El muchacho habla en voz alta y se dirige al usuario por su nombre. Como deidad, ofrecemos consejos y lo guiamos en su arduo periplo como salvador. Cabe destacar que las decisiones inciden hasta el punto de que es posible desbloquear diversos finales. 

Uno percibe que OneShot es un videojuego particular desde que arranca el programa por primera vez. Al iniciar la partida, la pantalla no aparece completa, y la reacción inmediata es rebuscar entre los menús e intentar hallar la opción que permita jugar a pantalla completa. No obstante, un aviso nos indica que es recomendable disfrutar de la experiencia de la otra manera, y tiene su razón de ser. Y es que la obra de Little Cat Feet trasciende la pantalla de juego y utiliza el PC del jugador para ocultar algunas pistas que nos ayudarán a resolver ciertos puzles. Por ejemplo, en un momento concreto de la partida, el fondo de pantalla se modifica y nos señala los siguientes pasos a dar. Los rompecabezas no son excesivamente complicados, pero hay unos pocos que se salen de la tangente, más por no estar del todo bien planteados que por su dificultad intrínseca. 

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La exploración es otro de los pilares principales de OneShot. Niko debe hallar los secretos escondidos en los escenarios, conversar con los personajes y adivinar sus siguientes movimientos. Como si de una aventura gráfica se tratara, un objeto puede servir para avanzar en la historia, pero a veces tendremos que combinarlos para crear otros nuevos. Esto se hace a través de un sencillo menú que, a modo de inventario, sirve para gestionar los ítems que vayamos reuniendo. El más importante es el diminuto sol que porta en sus manos, necesario para restituir la luz en el mundo.  

En un título que juega con los conceptos de luz, oscuridad, sueños y pesadillas, el hecho de dormir adquiere un significado especial. Al meterse en la cama, Niko no recupera salud (tampoco existe esa barra) ni mejora sus prestaciones, simplemente se guarda la partida y se cierra el juego de forma automática. Una vez iniciado de nuevo, visualizaremos sueños de su antigua vida junto a su madre. 

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A falta de dinero, muchos títulos de corte indie tienen que buscar vías alternativas para construir un apartado visual atractivo. El arte es la mejor herramienta, y pese a que las ilustraciones de OneShot no nos han parecido espectaculares, el conjunto de personajes y escenarios luce bastante apañado. Por desgracia, la sensación de repetición está presente siempre. Se nota que ha sido creado con RPG Maker por su peculiar estilo visual de 16 bits, que es similar al de los clásicos juegos de rol nipones. Por otra parte, el juego ha sido traducido al español por fin. En cuanto a la banda sonora, nos ha resultado algo monótona, con temas que no consiguen emocionar en ningún momento. Tampoco incorpora voces, ni siquiera en las cinemáticas, que son simples ilustraciones.

Y así, sin prisa pero sin pausa, Niko recorre su camino ahogado en mil dilemas. El pequeño sol acaricia la piel con su calor, pero le recuerda la necesidad imperiosa de cumplir con el objetivo final, porque lo contrario es la muerte, el adiós, las exequias del mundo...

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.