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Black Mirror

Black Mirror

  • PlataformaXBO6.5PC6.5PS46.5
  • GéneroAventura gráfica
  • DesarrolladorKING Art Games
  • Lanzamiento28/11/2017
  • TextoEspañol
  • VocesInglés
  • EditorTHQ Nordic

Análisis de Black Mirror

No tiene nada que ver con la serie de televisión del mismo nombre y tiene bastante poco en común con la antigua saga de aventuras gráficas de ordenador también del mismo nombre. Al contrario, Black Mirror usa esta última como inspiración básica para su temática lovecraftiana pero su jugabilidad y desarrollo recuerdan más a los juegos de David Cage que a cualquier otra cosa. ¿Conseguirá esta aventura llegar a la altura de su nombre?

Actualizado a

Black Mirror nos llega de la mano de King Art quienes tienen entre mano la dura tarea de traer una de las aventuras gráficas de culto más populares del ordenador a la actualidad.  Que lo hayan conseguido hacer con la reverencia suficiente o si alcanza o no la calidad del original no es algo que vayamos a debatir, pues los cambios realizados a Black Mirror son suficientes como para que se pueda considerar que ahora es algo distinto a la saga original. Del pasado nos queda el género, la atmósfera gótica y los rasgos más básicos de la historia.

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Encarnamos a Dave Gordon, heredero de el Castillo de Black Mirror situado en un acantilado escocés al más puro estilo de Cumbres Borrascosas. El suicidio de su padre le convierte en el siguiente en una línea de descendientes que se remonta a la lejana antigüedad. Tras un largo viaje llegamos a nuestro nuevo hogar, un lúgubre castillo rodeado de tenebrosos jardines y repleto de misterios. La curiosidad lleva a Dave a querer indagar sobre la muerte de su padre y eventualmente descubrir que nada ni nadie alrededor suyo es lo que aparenta.

Lovecraft y Escocia

La historia de Black Mirror es sin duda el aspecto más destacable del juego. Recuerda en muchos sentidos a aquellas películas de serie B de antaño, rebosando originalidad y ambición en contraste a un presupuesto más bien escaso. Funciona y para aquellos que disfruten del misterio, de los giros de trama ligeramente predecibles y una dosis cuantiosa de lo paranormal adorarán lo que Black Mirror ofrece. El doblaje, por ahora solo disponible en Inglés, es formidable teniendo en cuenta la calidad del resto del título. Salvo un personaje que aparece hacia el final de la historia los demás actores han conseguido dar vida a sus personajes con cierta elegancia. En general el juego cuenta con una historia que a base de originalidad y frescura consigue satisfacer. Una pena que el resto del juego no esté a la altura.

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Gráficamente estamos ante un título de contrastes. Por una parte hemos de apreciar el estilo artístico del juego, que cuenta con personajes sumamente estilizados y lugares bien ejecutados, con una iluminación bastante efectiva. Estilísticamente borda la sensación de estar en una antigua mansión escocesa, los personajes recuerdan a aquellas caricaturas del Cluedo (el mayordomo, la viuda, el abogado, etc.) y… ahí acaban sus virtudes. Las animaciones de este juego bien podrían haber sido sacadas directamente de la trilogía original a principios de milenio. Sí alguna vez habéis estado en un parque de atracciones antiguo que contase con “robots” animatrónicos sabéis perfectamente lo que esperar de esto. Especial mención merece el movimiento facial al hablar de los personajes que recuerda al muñeco de un ventrílocuo. Estos problemas en la animación nos resultaron más carismáticos que problemáticos: por ejemplo, las últimas escenas del juego no habrían sido efectivas argumentalmente por bien ejecutadas que estuvieran pero gracias a las pésimas animaciones son uno de los mejores momentos cómicos de la historia del videojuego.

Desastre jugable total

Es cuando hablamos del aspecto jugable del juego cuando dejamos de poder excusar sus defectos. Mientras no estamos viendo una escena cinemática jugar es un sufrimiento. Nuestro personaje se controla como si hubieran plagiado los controles de los primeros Resident Evil y llegado a la conclusión de que no eran suficientemente incomodos. Hay tanques soviéticos de la Segunda Guerra Mundial que se controlan mejor que nuestro protagonista, es lo que queremos decir. Además de andar por los escenarios tendremos que resolver puzles, la mayoría de los cuales son un desastre en su ejecución y acabaremos superando la mayoría a base de prueba y error. Recomendamos emplear una guía para solucionarlos. En ocasiones tendremos que presionar botones concretos, como A o X, o alinear nuestro cursor con un circulo. Exhilarante.

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También hay una gran, gran cantidad de problemas técnicos. El juego no se cayó en ningún momento, cierto, pero fue lo único que no hizo. Desde errores gráficos en los que a nuestro personaje se le ponían los ojos en blanco durante toda una escena hasta partes en que nos forzaba a mirar el trasero de nuestro personaje hasta reiniciar el juego, podemos encontrar prácticamente cualquier bug o error imaginable en este juego. Su estructura lineal es especialmente estricta y a veces encontraremos que mirar a una mesa y examinar sus contenidos no hace nada hasta que hayamos completado otra parte de la historia. Esto no sería tan problemático si fuera más fácil volver a sitios en los que ya hemos estado pero he aquí el mayor problema técnico del juego: cada vez que pasamos de una habitación a otra el juego carga. En ordenador es llevadero pero por lo que hemos visto en consolas cada una de estas microcargas puede llevar hasta uno o dos minutos. Esto lleva a situaciones absurdas como cuando queremos ir desde el salón principal a la cocina. Deberemos atravesar una puerta hacia un pasillo con su pantalla de carga y ese pasillo solo nos lleva a otra puerta, otra pantalla de carga y finalmente la cocina. Unos cuatro o cinco minutos jugando para atravesar apenas tres metros de espacio jugable. Teniendo en cuenta que este mismo año Zelda, Assassins Creed u Horizon han conseguido darnos mundos enormes sin apenas pantallas de carga, el hecho de un jugador de consola pueda tirarse un tercio del juego en una pantalla de carga es lamentable. Especialmente teniendo en cuenta el pequeño tamaño del mundo de Black Mirror.

Hemos jugado al juego en la versión de ordenador donde, a pesar de tener un ordenador muy potente, el juego no se ha comportado de forma fluida ni mucho menos, lo cual es mala señal de cara a como funcione en consolas. Recomendamos jugar en un PC con el juego instalado en vuestro SSD para minimizar los tiempos de carga.

6.5

Correcto

No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.