Gear.Club Unlimited
- PlataformaNSW6.8
- GéneroConducción
- DesarrolladorEden Games
- Lanzamiento21/11/2017
- TextoEspañol
Análisis de Gear.Club Unlimited para Nintendo Switch
Nintendo Switch recibe su primer juego de conducción realista con una jugabildiad claramente arcade pero más profundidad de lo que podría parecer. Tras su paso por dispositivos móviles, es el momento de conocer a fondo Gear.Club Unlimited en la híbrida de Nintendo.
Gear.Club Unlimited, Análisis de la alternativa de conducción en Nintendo Switch
Nintendo Switch está teniendo un primer año de vida repleto de lanzamientos de prácticamente todos los géneros, incluyendo el de la conducción; pero ninguno de esos exponentes pertenece al de los vehículos reales. Desde Mario Kart 8 Deluxe pasando por FAST RMX hasta Rocket League, la máquina hibrida se ha quedado sin títulos multiplataforma como Need for Speed Payback, aunque por suerte la gente de Meridiem Games nos ha traído Gear.Club Unlimited, la producción de Microïds con Eden Games encargándose del desarrollo. Le hemos dedicado horas y hemos probado todos sus modos de juego para comprobar si verdaderamente merece la pena.
Luces y sombras sobre el asfalto
Hay dos maneras de analizar Gear.Club Unlimited: comparándolo con los grandes estandartes del género durante este año (Forza, Gran Turismo, Project CARS) o interpretando esto como una alternativa de corte más o menos independiente, más honesta, intentando apreciar más lo que ofrece que lo que no ofrece. Hemos decidido apostar por lo segundo. Sería injusto intentar ver aquí un intento de simulador de conducción híper realista cuando en realidad estamos ante un juego para móviles rehecho para consolas.
Esto es algo que se nota desde el propio diseño del título; y ojo, no es necesariamente malo, pero es necesario dejarlo claro para que nadie se lleve una sorpresa. Detrás del desarrollo se encuentran veteranos empleados que trabajaron en V-Rally, Need for Speed: Porsche y Test Drive Unlimited, y eso también se nota. Desde el primer momento al volante sentimos que ha habido un gran esfuerzo por trasladar la jugabilidad del original a una consola con controles físicos, capaz de ser disfrutada tanto en formato doméstico como portátil.
Tu propio garaje, el eje neurálgico de Gear.Club Unlimited
Microïds quiso reinterpretar la obra “desde cero” para Switch, pero dejando intacto el sistema de progresión del juego original, que cuenta con una manera de avanzar muy similar a la que podemos ver en títulos para smartphones, basándose en la simplicidad. El principio de la aventura del modo individual nos ofrece un garaje que tendremos que gestionar. Inicialmente contaremos con pocos metros cuadrados para instalar la zona de reparaciones y mejoras en el motor, pero más adelante podremos ampliarlo para cimentar un taller de chapa y pintura así como otras mejoras que darán más profundidad al apartado de personalización de los vehículos.
Nuestro primer coche no será nada del otro mundo, pero es nuestra herramienta de trabajo, así que hay que cuidarlo y mejorarlo. Con una suerte de tarjetas que se pueden comprar mejoraremos las diferentes partes del coche (frenos, aceleración, potencia, agarre…) -lo que en juegos para móviles nos obligaría a tener que esperar horas reales para que surtieran efecto-, y con tan solo pagar se aplicarán ipso facto en el coche que hayamos elegido.
La gracia del juego llega precisamente aquí, porque la gestión del dinero es una parte fundamental de nuestro éxito en la historia. ¿Cambiar de coche por uno que tenga una base mejor o ir mejorando el que ya tenemos? Hay veces en las que será mejor una cosa que la otra, todo dependerá de varios factores, ya que no siempre merecerá la pena utilizar un mismo tipo de vehículo. Si corremos en competiciones de asfalto, será mejor apostar por coches que se manejen bien sobre el cemento; pero si es el rally, habrá que priorizar otro tipo de motores, chasis y ruedas.
Un notable modo para un solo jugador: horas y horas de contenido
Así las cosas, la sensación de gestión y progreso es total con Gear.Club Unlimited, que te va premiando constantemente con una propuesta muy, muy honesta con el jugador. Parece mentira que a día de hoy tenga que ser notorio decir esto, pero no hay micropagos, no hay que esperar para efectuar cambios y todo se compra con el dinero del propio juego. Cada carrera nos otorga puntos de experiencia para subir de nivel, y no será hasta que alcancemos un nivel determinado cuando desbloqueemos las competiciones en línea (por ahora solo se comparten los mejores tiempos en clasificaciones), las carreras estilo rally o carnets de competiciones más exigentes.
Cada vez que mejoremos lo suficiente desbloquearemos nuevas zonas/ciudades en un mapa bastante grande; la cantidad de contenido de base es abrumadora, para más de 25 horas de juego. Y cada ciudad tiene diferentes competiciones, unas cinco de media con tres estrellas cada una. La rejugabilidad reside no solo en ganar sino en completar cada carrera con la mejor calificación posible; eso sí, como aspecto negativo hay que decir que las carreras son por lo general bastante cortas, excesivamente breves teniendo en cuenta que esto no es un dispositivo móvil sino una consola. Por tanto, aunque el diseño del juego sea más que notable, a nivel jugable nos hemos quedado con ganas de más.
Problemas más allá del motor
No es solo un problema de control de los vehículos, que a nuestro aparecer cuentan con una sensibilidad demasiado alta y al mínimo toque los coches se irán de un lado a otro facilitando los choques contra los muros; es más un problema de sensaciones al volante y opciones de control. Toda la libertad que se nos da en los talleres no la tenemos aquí: solo hay dos tipos de cámara –la exterior demasiado cercana al maletero del vehículo-; no podemos ajustar la sensibilidad del giro; la mayoría de coches se controlan exactamente igual; las ayudas de conducción son demasiado agresivas si las activamos, haciendo que casi con acelerar y girar sea suficiente para llegar a la meta; o la dificultad, que es muy fácil incluso en el modo más complejo.
Se nota que es un juego para móviles porque todo es demasiado simple en el gameplay, sin daños por colisión, con físicas y reacciones de los coches algo toscas y artificiales; incluso en el diseño de los menús y las interfaces. Pero especialmente nos ha sabido a poco la duración de las carreras y el diseño de los circuitos, con apenas variaciones entre ellos a pesar de haber más de 200 trazados. Esto es matizable, ya que la mayoría de casos son fragmentos de una travesía en carreteras.
Pero hay que agradecer también el enorme empeño por hacer de Gear.Club Unlimited un cartucho completo, con tanto contenido por delante para un solo jugador –más de 430 carreras- y 32 vehículos de lanzamiento. Además, cada trimestre tendremos DLC gratuitos con más coches, ambientes, circuitos y modos de juego. Hablaremos en su momento cuando se implemente el modo online.
Con el paso de las horas, tal como apuntábamos, el juego se presta a seguir jugando porque desbloqueamos nuevas zonas, vemos que es posible invertir los ahorros en mejoras interesantes para los coches desde la aerodinámica a las ruedas pasando por el mero aspecto visual, hasta la compra de algunos de esos coches que solo están disponibles en los mejores concesionarios del mapa. La historia que se cuenta es anecdótica, sin ningún tipo de trasfondo ni enjundia, aunque tampoco la echamos en falta.
A nivel técnico cumple, pero no destaca. Algunos efectos visuales son demasiado exagerados, impidiendo en ocasiones que veamos bien lo que aparece en pantalla por la luz solar, aunque todo se compensa con una tasa de imágenes por segundo realmente sólida, sin caídas. Es quizá el apartado sonoro el que más flaquea en lo artístico, con piezas que no se escuchan demasiado realistas, como tampoco es demasiado notorio el repertorio de melodías para menús y carreras.
De manera adicional, aprovechamos para decir que Gear.Club Unlimited incluye ayudas como la opción de rebobinar en cualquier momento pulsando X o modo contrarreloj si queremos mejorar los tiempos en los trazados que más nos hayan gustado.
El modo multijugador es interesante, aunque esto es más por las capacidades de Nintendo Switch que hemos visto en otros títulos. Además de modo sobremesa y portátil, también podemos usar el modo table-top y partir la pantalla en dos, cada jugador con un Joy-Con. Podríamos haber esperado alguna diferencia a peor en el control de los coches, pero al ser un control tan simple de raíz, las diferencias son mínimas. Se puede jugar con control por movimiento, pero hemos preferido hacerlo de la manera más convencional; y lo cierto es que es realmente divertido porque al ser tan arcade las sensaciones son similares a cuando jugamos a una obra del estilo Mario Kart.
Hemos analizado el juego con un código digital proporcionado por Meridiem Games.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.