Esta universidad china impone a sus alumnos un Reconocimiento Facial

Hay veces en que todos nos hemos levantado sin ganas de ir a clase, por una razón u otra. No queremos ir, no nos apetece, no tenemos el día. La tentación de hacer novillos, de saltárselas es considerable y la idea de estar en la cafetería o fuera del recinto es mejor. Hay universidades en las que esto es más sencillo, y otras en las que saltarse una clase es más complicado. Pero si eres un alumno de la Universidad de Comunicaciones de China, entonces, sinceramente, vete despidiendo de pillarte una hora libre porque aquí directamente es como escapar de una Alcatraz moderna.

Imposible hacer novillos

Una tecnología de cine de espías que ha acabado en nuestros smartphones, el reconocimiento facial se implementó hace tiempo como elemento de seguridad biométrica junto al lector de huellas. Y no puede estar más de actualidad, ya que ciudades como Moscú, Nueva York o Londres actualizan sus cámaras urbanas para que estas puedan rastrear rostros y detalles de los transeúntes, y los aeropuertos están incluyéndolas también. Al igual que otras instituciones como la citada Universidad.

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Y es que el medio China Daily nos ha descubierto lo complicado que los más de 300 estudiantes de la Communications University of China lo tienen para ausentarse de clase, ya que en cada mesa de alumno hay una tablet que escanea el rostro de este, comparándolo con la base de datos de la propia universidad para certificar que es alumno de ella y que ha acudido a clase. Esto también imposibilita el enviar a un amigo a hacerse pasar por el alumno en sí, ya que la app del dispositivo se daría cuenta.

¿Seguridad o Control exagerado?

Shen Hao, uno de los profesores de la universidad china, es quien ha ideado y desarrollado la medida usando la plataforma de Inteligencia Artificial abierto de Baidu, el gigante chino de la Red. Y como tal la usa en las 6 clases que imparte a lo largo del día, ya que para él “este nuevo sistema ahorra tiempo y reduce la carga de trabajo de los estudiantes“. Sobre la fiabilidad de su creación, “sólo suele fallar en reconocer uno de cada 100 estudiantes”.

Pero preguntados por esto, no hay muchos fans entre la comunidad china. Como se puede leer en Weibo, el Twitter chino, las respuestas son así de elocuentes:

- “Gracias a Dios que esto no estaba implantado cuando era estudiante”

- “¿Adivina a quién odia ahora todo el mundo? Al tipo al que se le ocurrió esta idea”.

- “¿Y ahora cómo me salto las clases?”