Oxenfree
- PlataformaPC8NSW7.5XBO8PS48
- GéneroAventura gráfica
- DesarrolladorNight School Studio
- Lanzamiento14/01/2016 (PC)31/05/2016 (XBO, PS4)06/10/2017 (NSW)
- TextoInglés
- VocesInglés
- EditorNight School Studio
Oxenfree, Análisis para Switch
Volvemos a la Isla Edwards en la híbrida de Nintendo para revivir esta aventura de terror y ciencia ficción con sabor ochentero.
Oxenfree, Análisis para Nintendo Switch
La filosofía multiplataforma de Nintendo Switch está convirtiendo a la consola en el destino favorito de algunos de los lanzamientos indies más interesantes de los últimos años. Ha sido el caso de juegos como Thumper o Stardew Valley, y ahora toca el turno de Oxenfree, la aventura narrativa de Night School Studio de la que ya hablamos el año pasado en su análisis para PC, PS4 y XBOX One. Prepárate para coger ese barco a lo desconocido, Alex y sus amigos vuelven a viajar a la Isla Edwards… esta vez en la híbrida de Nintendo.
Verdad o bofetada
En Oxenfree tomamos el papel de Alex, una adolescente avispada y extrovertida que recientemente ha tenido que sufrir la muerte de su hermano Michael, al que quería mucho. Para despejarse, ella y sus amigos celebrarán un evento anual pasando una noche divertida en la Isla Edwards, un solitario lugar con mucho encanto pero lleno de misterios. Ren es el amigo de Alex de toda la vida, Jonas su recién adquirido hermanastro, Clarissa la antigua novia de su fallecido hermano, y Nona la amiga de Clarissa, de la que Ren está enamorado. Las dinámicas entre estos personajes tienen mucha chispa y son una de las principales virtudes del juego. Todos ellos tienen un desarrollo bastante convincente, aunque la clara protagonista a nivel argumental acaba siendo Alex. Dolida por su pérdida, Alex tratará de aprovechar al máximo posible esa noche en un lugar lleno de recuerdos para ella, y su curiosidad le llevará a hacer descubrimientos que preferiría haber mantenido enterrados. No pasará mucho tiempo hasta que se topen con un poder paranormal que tratará de hacer todo lo posible para atormentarles, y con el que únicamente Alex puede interactuar sintonizando las frecuencias de su radio portátil.
Oxenfree se encuentra a medio camino entre el revival de las aventuras point and click de los últimos años y la estructura puramente narrativa de los juegos de Telltale. Del primero hereda la perspectiva 2D con cámara alejada y la navegación por los escenarios, del segundo los omnipresentes diálogos y la sencillez de su gameplay, con la que la aventura siempre te lleva de la mano para conseguir el ritmo que quieren los desarrolladores imprimir a la historia. A lo largo de la noche recorreremos la totalidad de la isla dialogando con nuestros compañeros, interactuando con el mundo de forma contextual y viviendo escenas deliciosamente rocambolescas. Contamos con un mapa de toda la isla en la que están marcados nuestros objetivos y nuestros compañeros. Aunque su uso no es imprescindible porque el mundo del juego es pequeño y reconocible, facilita el backtracking.
El juego presenta sencillos puzles (enfocados al uso de la radio) y alguna que otra mecánica contextual para situaciones específicas, pero los diálogos son los que realmente llevan la batuta de la experiencia jugable: ocurren en tiempo real y siempre nos permiten tres opciones, siendo también el silencio una elección válida. Los diálogos del juego se suceden a velocidad vertiginosa, a veces pisándose unos a otros, pero generalmente integrándose de forma muy natural en la aventura.
Al contrario que en los juegos de Telltale, Oxenfree es más sutil, y nunca llega a revelarte qué decisiones son importantes y cuáles no de forma obvia. El resultado es un sistema que te obliga a estar constantemente prestando atención a lo que ocurre y en el que todo se siente en mayor o menor medida relevante. Aquí es donde se puede lucir el guión del juego, que es probablemente su mejor baza.
Siguiendo la tendencia de obras nostálgicas como Stranger Things, la propuesta de terror de Oxenfree es una muy ligerita que apuesta más por desarrollar su vertiente de ciencia ficción. La historia del juego combina de alguna forma cuentos de fantasmas con paradojas temporales, y el resultado es bastante satisfactorio. Las situaciones que se dan a lo largo de la aventura son muy variadas y se ven favorecidas por el planteamiento in crescendo. Conforme pasen las horas participaremos en eventos cada vez más extraños, y nos veremos obligados a tomar decisiones que afectan a nuestros compañeros y al devenir de la historia.
La versión más todoterreno
Esta versión de Nintendo Switch no aporta nada realmente nuevo a nivel de contenido, pero se beneficia de las particularidades de la consola, convirtiéndola en la versión más completa y versátil. Podemos jugar con los controles del mando o con los táctiles, y se puede intercalar entre ellos al vuelo. Incluso puedes jugar la aventura al completo usando únicamente la pantalla táctil, con la consola en modo tablet. En el modo televisión la navegación se hace algo más tediosa al tener que recorrer largos parajes sin la comodidad del point and click de la pantalla táctil. Además, el juego tiene algunos problemas de rendimiento en el televisor, con congelaciones momentáneas no demasiado molestas, pero quizás sí lo suficientemente frecuentes como para ignorarlas.
La mejor configuración del juego acaba siendo claramente la portátil, al permitirte la libertad de poder alternar entre modos de control al instante, y sin ningún problema técnico perceptible.
Nostalgia ochentera
Capitalizando en una tendencia que ha funcionado de maravilla en los últimos años, el buen guión de Oxenfree se ve acompañado de una estupenda presentación visual y sonora. El estilo artístico del juego combina fondos pictóricos con los sencillos modelados tridimensionales dándole al conjunto un aspecto limpio y estilizado que, quizás no favorezca a la vertiente más de terror del juego, pero dota al juego de mucha personalidad. En el apartado de sonido cuenta con un excelente doblaje para todos sus personajes, que están doblados al completo (en inglés), una banda sonora con temas electrónicos y pegadizos, y un diseño sonoro que enfatiza en el lado más analógico de la aventura, con constante uso de efectos de radio o televisión.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.