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Cuatro RPG clásicos en consola para esperar Divinity: Original Sin 2
Una espera más corta
El RPG clásico también existe en consolas
El lanzamiento de Divinity: Original Sin II en su versión definitiva ha supuesto un hito no solo por la previsible calidad que atesora, sino porque la comunidad de PC ha respondido comprándolo en masa. La secuela del por entonces sorprendente juego de los belgas de Larian Studios no hace sino confirmar la excelente salud de la que goza el género en compatibles, mientras que en consolas triunfan otras propuestas más mainstream como The Witcher 3: Wild Hunt, Fallout 4 o Skyrim.
Pero... ¿tienen alternativas a este gran título los usuarios de PS4 y Xbox One? Pues la realidad es que sí, y es que mientras esperamos que Divinity: Original Sin 2 se confirma para ambos sistemas -debería ocurrir tarde o temprano, teniendo en cuenta su éxito comercial-, podemos disfrutar de otros grandes juegos de rol clásicos como estos:
Llamado a ser el sucesor espiritual del clásico Planescape: Torment, Torment: Tides of Numenera nos presenta un universo de ciencia ficción extremadamente complejo y profundo, en el que la narrativa cobra una importancia tal que es el juego menos indicado para aquellos que no disfruten leyendo centenares de líneas de texto. Financiado en Kickstarter -como la gran mayoría de títulos de este corte-, cuenta la historia del Último Desecho, el personaje que no es sino el último recipiente para un hombre que muchos años atrás fue capaz de descubrir la manera de trasladar su conciencia a otros cuerpos, y con muchas más preguntas que respuestas, se aventura en este imaginativo mundo.
Al contrario que en otros juegos donde prima la exploración o el combate, no hay un aspecto más importante que otro en Torment: Tides of Numenera, aunque sorprende la cantidad de opciones conversacionales y sus consecuencias, y a través de las cuales podemos evitar más de una situación indeseada. De hecho, el combate -aquí conocido como crisis- no es lo más trabajado del juego, y aunque quiere ofrecer alternativas pacifistas dentro del propio conflicto, en la práctica queda un tanto en agua de borrajas. Aún así, hablamos de un RPG de gran profundidad y donde sobresalen unas misiones secundarias excepcionalmente bien desarrolladas.
Con un nombre como el de Brian Fargo como director -cargo que ejerció también en la primera entrega de 1988-, pocas cosas podrían salir mal, y así es, de hecho. Ambientado tras una guerra nuclear entre EEUU y Rusia en 1998 que ha dejado el mundo completamente devastado, Wasteland 2 es un título especialmente hostil, en tanto en cuanto existe la muerte permanente, es decir, cualquiera de nuestros compañeros morirá definitivamente. Esto es realmente doloroso no solo cuando les hayamos cogido cariño, que casi es lo de menos, sino cuando están desarrollados y personalizados para adaptarse a nuestro estilo de juego.
De la mano de unos Rangers novatos enviados a llevar a cabo una misión más complicada de lo que parecía en principio recorreremos el yermo en busca de los causantes de que hayamos encontrado muertos a algunos de nuestros compañeros. Un sencillísimo mapa de viaje nos revela las ubicaciones más importantes cuando pasemos cerca de ellas y el juego quiera, ya que está muy guiado argumentalmente, siendo la libertad -o falta de ella- uno de los puntos más débiles de Wasteland 2. En el aspecto del combate nos encontramos con una suerte de estrategia por turnos en la que controlar tanto el limitado movimiento del personaje como sus acciones, y que dicho sea de paso, resulta muy exigente en determinadas situaciones.
Afortunadamente para los usuarios de consola, uno de los más grandes RPG de los últimos años ha terminado apareciendo -inesperadamente, la verdad- en PS4 y Xbox One, además en forma de edición completa con todo su contenido descargable. A cargo de uno de los estudios más reputados del género en la actualidad, Obsidian Entertainment -Fallout: New Vegas, South Park: La vara de la verdad-, se convirtió en su momento en uno de los mayores éxitos de Kickstarter, cuando aún se le conocía como Project Eternity, con casi dos millones de dólares recaudados y la promesa de traer de vuelta el rol más clásico. De hecho, probablemente no estaríamos hablando de ninguno de los juegos de este artículo de no ser por la existencia de Pillars of Eternity.
A pesar de dotar de gran libertad al jugador a la hora de llevar a cabo las misiones, no estamos hablando de un juego con un mapeado enorme, tal vez ni siquiera grande, pero que sí esconde una gran cantidad de posibilidades y sobre todo, acciones que tendrán un significado. No es este un título repleto de misiones o actividades de relleno, sino todo lo contrario, ya que completar estas es la única manera de conseguir que nuestros personajes suban de nivel. Sin embargo, cuando hablamos de los combates lo hacemos de los más exigentes y profundos, con muchas herramientas para acabar con los enemigos y sobre todo, muchísimas combinaciones y estrategias como consecuencia de poder tener un grupo hasta de seis personajes bien diferenciados. Su éxito ha llevado a desarrollar una secuela que llegará presumiblemente a lo largo del año que viene, con el sobrenombre de Deadfire.
Evidentemente, antes de disfrutar de Divinity: Original Sin 2 hay que hacerlo de su predecesor, una de las grandes sorpresas de 2014 e incluso candidato a Juego del Año en no pocos medios, esta casa uno de ellos. Se trata de un videojuego muy largo, con decenas de horas por delante si nos ceñimos a la historia principal, pero con unas 100 si además nos paramos a disfrutar de sus numerosas actividades y misiones secundarias, muchas de ellas conectadas de forma sorprendente. Sin embargo, lo que más destaca en este RPG es cómo obliga al jugador a indagar, investigar y explorar acerca de su próximo objetivo, sin marcas en un mapa que evidencian hacia dónde dirigir sus pasos.
Esa es la mayor virtud de Divinity: Original Sin, dejar que sea el jugador el que descubra todo lo que encierra su vasto mundo. La interacción con el entorno o los NPC o la posibilidad de coger o robar prácticamente cualquier objeto que veamos solo da una mínima idea de la cantidad de opciones que da el desarrollo de la aventura, por no hablar de un combate estratégico y de gran profundidad. No es que sea el mejor juego del artículo, es que también es uno de los mejores RPG de los últimos años.
- RPG
Divinity: Original Sin II, desarrollado y distribuido por Larian Studios para PC, PlayStation 4, Xbox One, Switch y iPad, es la secuela del exitoso RPG Divinity: Original Sin que ha sido financiado mediante Kickstarter, una nueva aventura de espada y brujería con nuevas razas como los no-muertos y especializaciones como los nigromantes. Además, permite opciones multijugador para hasta cuatro jugadores, tanto competitivas como cooperativas y la posibilidad de crear nuestras propias aventuras.