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N++

N++

  • PlataformaXBO8PS4PC
  • GéneroPlataformas, Puzle
  • DesarrolladorMetanet Software
  • Lanzamiento29/07/2015 (PS4)25/08/2016 (PC)04/10/2017 (XBO)
  • TextoInglés
  • EditorMetanet Software

N++, Análisis

Ha pasado mucho tiempo desde que pudimos disfrutar de N+ en Xbox 360, y más tiempo aún ha pasado desde el lanzamiento del juego en flash original, N. Los ninjas más rápidos y temerarios vuelven a una plataforma de Microsoft, y no, no nos referimos a Ryu Hayabusa. N++ ya está disponible en Xbox One tras su paso por, y en este orden, PlayStation 4 y PC.

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En una época repleta de videojuegos con HUDs sobrecargados, que estimulan —cuando no distraen directamente— en demasía al jugador con multitud de elementos en pantalla, son más necesarias que nunca creaciones como la de Metanet Software. Una regresión en toda regla, por así decirlo. Y es que, si hubiese que definir a N++ con una sola palabra, esta sería «minimalismo». Y esto en referencia a la mayoría de sus apartados. Las buenas gentes de Metanet ya lo demostraron hace prácticamente tres lustros con N, y lo cierto es que por mucho que haya llovido desde entonces, esta secuela sigue siendo igual de familiar, y sádica por momentos, para con el jugador.

El ABC del Ninja

Pongámonos en situación: manejamos a un ninja con apenas cuatro botones. Podemos movernos hacia los lados, saltar, y tenemos un botón dedicado para suicidarnos, haciendo las veces de «reset» por si quedamos en una posición comprometida desde la que sea imposible completar el nivel en el que nos encontramos actualmente. Nuestro personaje tiene unas físicas un tanto peculiares a las que nos acostumbraremos a poco que juguemos; la aceleración se conserva en prácticamente todos los sentidos y juega un papel crucial, y además nos permite realizar auténticas virguerías como grandes saltos, o trepar entre dos paredes adyacentes al más puro estilo Metroid.

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Los distintos niveles de los que se compone el juego están repletos de peligros tanto en forma de robots vigía, drones, y torretas varias, como de la propia gravedad y su funesta prima hermana, la caída desde una gran altura. Nuestro objetivo es el mismo en todos ellos, bastante simple: encontrar el interruptor que abre la puerta de salida, y atravesar dicho portón. Todo esto, eso sí, bajo un límite de tiempo que podemos ir reponiendo gradualmente en gracias a las piezas de oro que hay desperdigadas por el escenario, y que quedan también un poco a modo de homenaje a Lode Runner, una de las inspiraciones del original junto con Soldat. Algunos de estos fragmentos están en sitios verdaderamente comprometidos, pero, por otro lado, son necesarios para nuestra propia supervivencia ya que hay que seguir añadiendo constantemente segundos a la cuenta atrás. Por tanto, habilidades como la toma rápida de decisiones y la valoración adecuada de riesgo-recompensa se tornan muy necesarias.

La curva de dificultad está realmente bien ajustada, y en poco tiempo nos sorprenderemos a nosotros mismos superando todo lo que N++ nos tire delante. Aunque es cierto que a esto también ayuda el prácticamente inconmensurable número de niveles (hablamos de 4340), pues cada uno de ellos nos va complicando las cosas gradualmente. A esto habría que sumar también un editor de niveles bastante completo que nos permite crear nuestras propias cámaras de tortura plataformeras, y que podremos compartir con el resto de la comunidad subiéndolas a la nube. De nuevo, y con respecto al editor, es una maravilla abrirlo y darte cuenta la variedad de situaciones y escenarios que se pueden crear con un número de elementos a priori tan finito.

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Pero hay más opciones de juego; podemos cooperar con hasta tres amigos más en niveles específicamente creados para este modo. Y con «específicamente» no bromeamos, pues en gran parte de ellos será necesario que alguno de los jugadores se sacrifique en pos del bien común, ya sea barriendo un pasillo de minas antipersona, o distrayendo a una molesta torreta láser. Todo esto tiene su justificación, claro, pues basta con que uno solo de los ninjas cruce la puerta de salida para completar el nivel.

Si, por el contrario, lo que queremos es comprobar cuál de nosotros es el mejor ninja, tenemos para ello el modo carrera, en el que deberemos completar los niveles antes que nuestros rivales, a la par que cogemos más oro que ellos. No es el más divertido, pero cumple con creces. Lamentablemente, los modos multijugador están limitados al juego local. Si bien es cierto que, en este tipo de juegos —que requiere un timing muy preciso y mucha habilidad a los mandos— el tema online suele estar mal resuelto ante la ausencia de un buen netcode, es una opción que no habría estado de más.

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Oda al minimalismo

Ciñéndonos a otros aspectos como sus apartados visual y sonoro, nos seguimos tomando a N++ como toda una declaración de intenciones. Minimalismo puro y duro. Nada de elementos superfluos: solo se nos muestra lo justo y necesario. Y esto se traduce en un aspecto muy simple, pero funcional, y efectivo, de tanto nuestro personaje como de los entornos, enemigos y trampas que nos encontraremos a lo largo de los niveles. Hay bastantes paletas de colores que nos permitirán personalizar la experiencia en medida de lo posible, si bien es cierto que algunas de ellas no son demasiado útiles, y pueden hacer que incluso se nos canse la vista rápidamente por una mala elección de los colores que la componen.

La banda sonora se compone de distintos temas de corte electrónico y ambiental por parte de artistas como Ben Clock o Alex Smoke, sumando la friolera de seis horas de buena música de estos dos géneros. Lo cierto es que ambientan la acción de forma bastante decente, llegando a sentirnos por momentos una suerte de rata de laboratorio a merced del científico chiflado de turno. A esta curiosa experiencia también ayudan, trampas y peligros varios aparte, el aspecto limpio y aséptico que le otorga a N++ el tan mencionado minimalismo.

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Más allá de la senda del ninja

Teniendo en cuenta el inmenso número de niveles de los que se compone este videojuego, así como la inclusión de un editor de escenarios, y la posibilidad de jugar los de cualquier otro usuario, la duración de N++ se convierte en uno de sus puntos más fuertes. No obstante, aún teniendo en cuenta todo esto, puede que haya momentos en los que tengamos una cierta sensación de déjà vu, pues recordemos que en última instancia los elementos de los que se componen los niveles son más bien limitados.

Al margen de esto, y como suele ser habitual, el otro gran aliciente para seguir dándole caña es el tema logros. La mayoría de ellos son más bien típicos, ya que nos exigirán completar los niveles y poco más, pero hay alguno que otro bastante gracioso que nos saldrá sin proponérnoslo, y relativo a las mecánicas jugables. Como ejemplo os pongo el de morir por estrellarse contra el techo a gran velocidad debido a la vertiginosa aceleración que podemos llegar a adquirir haciendo walljumping vertical.

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8

Muy Bueno

Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles. Cómpralo.