Forza Motorsport 7
- PlataformaPC9.2XBO9.2
- GéneroConducción
- DesarrolladorTurn 10 Studios
- Lanzamiento03/10/2017
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorMicrosoft
Análisis de Forza Motorsport 7
El semaforo por fin está en verde. Forza Motorsport 7 arranca motores para convertirse en el buque insignia del lanzamiento de la nueva consola de Microsoft. Turn 10 nos ofrece la entrega con mayores cambios de lo que llevamos de generación.
El presente año está siendo toda una celebración para los amantes del motor. Pocas fechas recordamos con tal cantidad de propuestas de toda índole manteniendo a su vez los estándares de calidad. Codemasters, por ejemplo, no ha faltado a su cita anual con el gran circo de la Formula 1, además de lanzar tan solo dos meses antes la cuarta entrega numerada de su consagrada franquicia Dirt. Por parte de los italianos de Milestone hicieron lo propio con el campeonato más célebre a dos ruedas: Moto GP. No podía faltar la —quizá— temprana secuela de Project Cars, con una Slightly Mad Studios sin complejos que revirtió gran parte de los problemas sufridos en la obra original. Sin olvidarnos de la inminente llegada de uno de los ejes del género: Gran Turismo Sport.
Sin embargo, para los seguidores acérrimos de la marca Xbox, un año sin Forza sería algo… apático. Ya sea la interpretación competitiva de Turn 10 como la libertad desenfrenada del festival de Horizon, promovido por Playground Games. Esta recta final de 2017 es especial para esta comunidad, puesto que estamos a escaso mes de recibir la flagrante Xbox One X, la nueva plataforma de Microsoft. La feria de Los Ángeles fue el lugar donde conocimos de primera mano los títulos exclusivos que acompañarían a la consola durante sus primeros días en el mercado. Crackdown 3 ya sabemos que se cae de la lista por su repentino retraso hasta 2018, pero todavía queda un abanderado: Forza Motorsport 7. Conozcamos así, pues, las novedades que acompañan al gran lanzamiento de la compañía de Redmond en materia de catálogo.
Forza Driver's Cup, una nueva manera de alcanzar el estrellato
Nada más comenzar nuestra andadura por Forza Motorsport 7 avistamos el cambio de tono que se le ha dado a todo la farándula alrededor de la competición. ¿Recordáis las carreras serias, con orquesta de fondo y la manifiesta tranquilidad de menús e interfaz? Nada de eso encontraréis aquí. Turn 10 se ha soltado la melena renovando las sensaciones a los mandos. Los ritmos roqueros predominan durante las transiciones entre pantallas; todo resulta más descarado. El espíritu de Horizon se ha impregnado sensiblemente en la fórmula Motorsport, lo cual es de agradecer. Es por ello que estos añadidos al envoltorio serían el anticipo de las grandes novedades de esta entrega, donde reluce el nuevo modo trayectoria.
Los instantes iniciales suceden para ponernos en preaviso de las tres grandes ofertas a nivel jugable que encontraremos en las horas posteriores. Comenzaremos en el inédito Porsche 911 GT2 RS por el ficticio circuito a las afueras de Dubai, entre la marea de arena y la majestuosa arquitectura moderna árabe. Poco después cambiaremos radicalmente de tercio para montarnos en la no muy conocida competición de camiones por el asfalto legendario de Mugello, una de las novedades de esta entrega —aunque debemos confesar que no tienen tanta presencia como querríamos—. Este pequeño viaje terminará al volante de un Nissan Motul Autech GT-R en la pista de Suzuka, la cual estará en unas condiciones un tanto especiales. Allí seremos testigos como anticipo del músculo gráfico que muestra climatología variable en un hardware como es el de Xbox One. No solo será un impacto visual, sino que al volante ya comenzaremos a notar la rebeldía de las horquillas cuando la lluvia toma la delantera.
Con esto nos daremos por introducidos en la Forza Driver’s Cup, título del modo principal. Esta trayectoria se compone de un total de seis grandes torneos: Seeker, Breakout, Evolution, Domination, Masters y la gran final, de la que presume tener el mismo y que pondrá a prueba todas las habilidad adquiridas durante el tránsito. Cada una de ellas cuentan con un número de series, que vienen a ser cadenas de pruebas donde los participantes entran en una clasificación según los puntos obtenidos al acabar la carrera. A grandes rasgos proponen pocas alternativas a lo ya visto en anteriores títulos: correr bajo unas circunstancias determinadas —coches de una marca, año, cilindrada...— en varios circuitos con clima y situación horaria diferente.
Nuestro objetivo será alcanzar la victoria en el torneo global para así desbloquear la siguiente, en la que subirá un escalón más en dificultad, variedad y número de pruebas , así como de vueltas a realizar. ¿Cómo obtendremos la copa? Pues muy sencillo. Nuestra puntuación final alrededor de las series se acumulará en el contador global del torneo. Una vez alcancemos la meta, seremos ganadores automáticamente sin necesidad de pasar una carrera especial. Esto permite crear una experiencia más flexible para la mayoría de perfiles de jugador, puesto que ganar una serie o entrar en el podio no da más valor que aquellos que simplemente obtienen una posición más modesta, aunque obviamente facilitará las cosas y reducirá el tiempo que pasemos en un torneo para poder acceder al siguiente.
Además de las tradicionales, tendremos la oportunidad de participar en diferentes exhibiciones que desplegarán sobre la mesa reglas diferentes a lo que podemos encontrar en el resto. Desde derribar bolos en una vuelta, pasando por eventos de resistencia en circuitos tan míticos como Spa-Francorchamps o adelantar a un número prefijado de rivales en el menor tiempo posible. Completarlas nos reportará dos cosas: por un lado obtendremos el vehículo que utilicemos en ese momento, y por otro refrescará nuestras sensaciones de cierto tedio que puede generar los campeonatos. Cuanto más avancemos, mayores desafíos nos encontraremos.
Progreso renovado
Pero los cambios no solo han estado enfocados en el principal modo de juego. Para ajustarse a esta experiencia dinámica, nuestro perfil ha sufrido variaciones en cuanto a desarrollo y progreso del piloto. Por cada nivel alcanzado tendremos la oportunidad de elegir qué recompensa obtener de entre tres opciones diferentes: Una suma importante de dinero, la rebaja de un tanto por ciento respecto al precio oficial de algún vehículo o un nuevo mono con el que vestir al piloto. Además de la bonificación obtenida por alcanzar un rango, estos premios nos permitirán tener mayores oportunidades de expansión para seguir avanzando en la otra escala añadida.
El nivel del piloto no será el único con el que contaremos. La afinidad entre marcas ha dado paso a otro nuevo medidor, llamado nivel de coleccionista. A medida que obtengamos vehículos, bien por la adquisición de los mismos o por recibirlos mediante contenidos descargables, estos irán ligados a una puntuación que variará dependiendo de su rareza —potencia, año, escala, etc—. Al añadirlo a nuestro garaje se sumará a nuestro total de coleccionista, así hasta que completemos un nivel. Desbloquear el siguiente nos reportará la oportunidad de comprar vehículos adheridos a ese mismo rango.
Todos los automóviles del juego cuentan con un valor que va desde el primer nivel hasta el quinto. A partir de este último no hay más restricciones, aunque sí que seguirá aumentando para demostrar al mundo nuestro afán por amasar carrocerías. Al principio puede sonar demasiado restrictivo, pero a poco que comencemos a participar en series veremos que los coches entrarán por el garaje con mucha más frecuencia de lo que cabría esperar, y los requisitos no es que sean desmesurados. El progreso es natural y en ningún momento sentimos que fuese restrictivo para disfrutar de una experiencia normal. En esta ocasión, tampoco son una barrera las cajas de modificaciones, vistas por primera vez hace dos años. Por una suma de dinero podremos echar a la suerte los objetos que recibiremos, que constan de vehículos, dinero, traje y mods. Estos últimos son desafíos que podemos añadir en la previa de una carrera donde nos recompensarán con pequeñas bonificaciones de dinero o experiencia. Según su rareza variarán la cantidad recibida, pero no son la diferencia que marcaron en el pasado.
Como introducimos con anterioridad, sí, ahora tendremos la oportunidad de personalizar la apariencia de los pilotos a través de atuendos. Es decir, no podremos elegir piezas separadas individualmente. Recibiremos nuevas indumentarias de diferentes maneras, incluso nuestra lealtad con anteriores entregas de la franquicia nos reportará beneficios, incluida la subsaga Horizon. No deja de ser una mera curiosidad, la mayor parte del tiempo veremos tan solo los guantes, pero la figura elegida aparecerá desplegada en diferentes lugares, como menús y pantallas de resultado.
Día y noche, tormenta tras tormenta
La implementación de funciones referentes al ciclo horario y climatológico ha sido uno de los temas más sonados entre la comunidad de Forza Motorsport. La gran parte de la competencia ya cuenta con estas dos opciones de juego desde hace un buen puñado de años, convirtiéndose en un estándar para aquellos títulos que aspiran a permanecer a través del tiempo. Ha tardado, pero no ha sido hasta la séptima entrega numerada cuando por fin podremos disfrutar de ella. La gran espera se debe a la falta de recursos humanos a la hora de realizar este extra en el desarrolla. No es ningún secreto que Turn 10 vive muy ajustado a las exigencias del calendario al tener entre manos una franquicia bianual, por lo que este año año ha contado con un segundo equipo centrado en exclusivo a que el motor gráfico permite este nivel de interactividad.
Sin embargo, la introducción de estas opciones jugables tiene una particularidad: no todos los circuitos pueden contar con ellas. Tan solo seis pistas cuentan con las tres gamas visuales —día, noche y clima—, otras tres solo tendrán cambios de horarios y seis más disfrutarán únicamente del sol y los cambios de tiempo. Los diecisiete circuitos restantes no contarán con cambios, es decir, se mantiene el día como estándar. A decir verdad esta decisión es un tanto decepcionante, sobre todo tras probar la naturalidad del comportamiento de la transición de la iluminación y los cambios a nivel jugable que suceden cuando corremos sobre mojado.
En la anterior entrega, una de las principales facetas con las que la compañía sacó pecho fue con la disponibilidad del famoso efecto aquaplaning en circuitos bajo lluvia, que es el resultado de la pérdida de tracción del vehículo al pasar por una superficie mojada a una velocidad determinada. Era una excelente idea que no estaba ejecutada de la mejor forma. Para dar cuenta de ello Turn 10 desplegó una serie de charcos prefijados de gran tamaño para que tuviéramos que lidiar con este hándicap de todas las maneras. Claro, de esta forma las transiciones entre pista y charcos se tornaban un tanto violentas e irreales.
Todo lo contrario de lo que sucede en Forza Motorsport 7. Cuando comienza a llover, progresivamente el agua comienza a calar por los sectores a medida que las vueltas pasan. Dependiendo de su intensidad, de forma más natural formarán acumulaciones alrededor de la trazada, incluso llegando a afectar a ella si las precipitaciones son considerables. Esto permite a los usuarios experimentar unas sensaciones mucho más naturales de lo que sería una carrera de condiciones especiales. Además de la pérdida de tracción, otros factores entran en el terreno de juego, como es la caída de la temperatura de los neumáticos; será señal de que los movimientos bruscos durante la toma de curvas nos penalizarán más si cabe respecto a un entorno estándar.
Volantes para todos los gustos
Si hay algo de lo que Turn 10 puede sacar pecho es de la gran oferta que ofrece en cuanto a vehículos se refiere. El número de automóviles disponibles para nuestro uso alcanza la increíble cifra de setecientos, todos compatibles con Forzavista, opción que consiste en dar una vuelta visual por el vehículo tanto por el interior como por el exterior, pudiendo disfrutar de todos los detalles que en plena competición no alcanzamos a ver. Dentro de este catálogo encontraremos numerosas disciplinas que harán las delicias de los entusiastas del motor, como la Formula-E, Nascar, el campeonato de Gran Turismo y de camiones —entre otros—. El aumento respecto a los cuatrocientos sesenta disponible en el anterior título es considerable si tenemos en cuenta que todos han sido trasladados al mundo virtual con el mismo nivel de cuidado. Y, por supuesto, con la licencia oficial de Porsche como principal novedad de lanzamiento, una marca que ha tenido sus más y sus menos con el mundo del videojuego y que por fin parece que reclama su lugar.
Estos bólidos podrán ser disfrutados en un total de treinta y dos circuitos. Llegan grandes nombres como Mugello y Suzuka, dos de los templos de la velocidad que vuelven a Forza tras unos años de ausencia. Tan solo hay seis pistas de diferencia entre la sexta y séptima entrega. Esperábamos un mayor aumento, aunque entre rutas alternativas, diferentes configuraciones y los oficiales aumenta la cifra. Como os comentábamos en el anterior punto, no todos contarán con todas las funciones en cuanto a clima y ciclo horario.
Una de los reclamos con los que contó la marca al comienzo de la presente generación fue la introducción de los Drivatars, una considerable mejora de la inteligencia artificial que aprendía de cada jugador según sus actuaciones al volante. Estos datos se suben a la nube para que todos los jugadores puedan disfrutar de experiencias personalizadas, más únicas. Podremos ajustar su grado de habilidad entre un buen número de rangos, pudiendo delimitar su agresividad si tenemos a un amigo que cree que juega a los coches de choque. Poco a poco hemos ido notando cierta mejoría de su comportamiento a cada entrega lanzada, una pulidez de agradecer teniendo en cuenta que estamos ante uno de los sistemas más ambiciosos de lo que podemos conocer dentro del género.
Una vez inmersos en la carrera, las novedades a nivel jugable serán palpables para aquellos avezados en la fórmula. Un factor que comprobamos desde los primeros instantes fueron los cambios de marcha. En anteriores entregas la relación al pasar a una nueva era un tanto corta, el vehículo apenas sufría penalizaciones si no controlábamos el tempo respecto a la situación —un frenazo en plena curva—. Ahora, si aumentamos de marcha notaremos una disminución del ritmo del carrera hasta que las revoluciones tomen su posición natural. Si tenemos el ajuste automático debemos controlar la frenada para que el juego no detecte la reducción si pocos instantes después necesitamos un empujón de velocidad. Las físicas también han sufrido una ligera mejora, siendo más contundentes ante las colisiones y factores cambiantes en la pista. Todo ello sin comprometer el excelso traslado de la jugabilidad a un pad tradicional.
El cuanto a las posibilidades de modos de juego, además de la Forza Driver’s Cup, Forza Motorsport 7 recibirá una parte de la herencia de Horizon. Es el caso de Forzathon, desafíos por tiempo limitado que nos pondrán a competir contra la comunidad en vistas a lograr recompensas exclusivas. Además de la pantalla dividida y partida libre, las funciones en línea seguirán presentes sin grandes novedades. Salas de hasta veinticuatro jugadores permiten experimentar la esencia de Forza junto a otros usuarios por la red de manera sólida. Eso sí, la ausencia de penalizaciones puede llegar a molestar a más de uno que pretenda correr de manera seria. Los impactos entre jugadores están a la orden del día, y lamentablemente es una lacra de difícil solución. En el momento de este análisis algunas funciones siguen sin estar disponibles, como es el caso de las ligas, Forzathon y la casa de subastas.
Delicia visual
Si por algo se ha caracterizado Turn 10 es por exprimir el hardware de las plataformas de Microsoft. En esta ocasión y con motivo del lanzamiento de Xbox One X no sería para menos: estamos ante uno de los mejores títulos a nivel visual que el catálogo de la plataforma ha brindado hasta el momento. El nivel de detalle de cada uno de los setecientos vehículos es toda una gozada para quienes sienten el mundo del motor como su principal pasatiempo, ya sean clásicos de los setenta como prototipos de marcas tan consagradas como Lamborghini. Todos tienen cabida en este homenaje a la conducción.
La versión de Xbox One corre a 1080p de forma nativa, alcanzando el objetivo de sesenta fotogramas por segundo sin ningún problema. Algunas carreras con el máximo número de rivales tienen un ligero impacto en el rendimiento, sobre todo cuando utilizamos chasis de gran carga poligonal como es el caso de los camiones o todoterrenos, aunque afortunadamente no ocurre siempre y varía también dependiendo del circuito. Participar en una carrera de clima dinámico es todo un espectáculo, al igual que saborear los primeros rayos de sol desde nuestra cabina.
En Xbox One X la mejora gráfica será notable, sobre todo para aquellos que cuenten con una pantalla 4K. En comparación con el modelo básico, el filtrado anisotrópico será mayor, mejorará el poligonaje de los modelados y ofrecerá una imagen más limpia respecto al hardware del 2013. Eso sí, Forza Motorsport 7 es toda una proeza técnica independientemente de la consola en la que lo disfrutéis.
A su vez, es la primera ocasión en la que aterriza la saga simultáneamente a consolas y ordenador. La versión de Windows 10 cuenta con opciones gráficas similares a la prueba a modo de free to play, Forza Motorsport 6: Apex. El trabajo en optimización no ha sido el mejor, es difícil disfrutar de todo el potencial de nuestro equipo en unos ajustes altos, incluso desechando técnicas de alisado. Desde Turn 10 ya han anunciado que trabajarán de cara a las próximas fechas para intentar abrazar al mayor número de configuraciones posible, cosa que ya ocurrió con Playground Games y su último trabajo.
Este análisis se ha realizado con un código para Xbox One y Windows 10.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.