Battle Chasers: Nightwar, Análisis

Cualquiera que sea amante de los cómics americanos donde los héroes llevan capa o tienen poderes con los que combatir el mal, sabrán que hace un tiempo un joven dibujante llamado Joe Madureira estuvo a cargo del trabajo visual de Uncanny X-Men bajo el sello de Marvel. También lo habrá visto trabajando en publicaciones de Deadpool, Avenging Spider-Man y sobre todo lo reconocerá por ser el autor de Battle Chasers.

Nueve fueron los cómics que parió Madureira sobre Battle Chasers y la espera entre publicaciones era cada vez más larga. Tras dejar la historia sin un claro final, Joe se tomó un respiro para dedicarse a la industria del ocio interactivo recalando en diversas empresas de videojuegos para más tarde ser el director creativo de Darksiders I y II en Vigil Games. Aunque el dibujante estadounidense ha vuelto a la saga con la tercera entrega de Darksiders, no ha querido dejar pasar la oportunidad de fundar su propia compañía llamada Airship Syndicate -con miembros de Vigil Games- para volver a las viñetas que tanta fama le dieron.

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Battle Chasers contaba la historia del legendario guerrero desaparecido Aramus y su hija Gully, la cual recibe como legado de su padre unos poderosos guanteletes mágicos. En la búsqueda de su progenitor, la niña de largo pelo rubio hace amistad con grandes diestros en el arte de la espada y la magia que no dudan ni un momento en protegerla para llevar a cabo su tarea. Entre ellos se encuentra Garrison, un guerrero adiestrado por Aramus y considerado por él mismo como un hijo según nos contaba uno de los números de la publicación original. El arrogante y lenguaráz Knolan, la sensual pero poco estable Red Monika o el gólem de guerra Calibretto ayudaban en esta difícil tarea que los llevaba a la Línea Gris.

Battle Chasers: Nightwar no es la continuación de la aclamada publicación de Joe Madureira, es una historia paralela que permitirá disfrutar del videojuego -y en parte del cómic- a los recién llegados a este mundo de fantasía. La historia seguirá basándose en la búsqueda de Aramus pero el camino que tomarán los héroes es distinto al original. Ahora Knolan convencerá al grupo de tomar una ruta que les llevará a Isla Medialuna donde se rumorea que existió en su día una gran reserva de maná. Sin embargo aquella isla que antaño recogía tamaño poder ahora está infestada de monstruos y bandidos que obedecen a una misteriosa Dama Oscura con grandes habilidades en el arte de la magia. A poco de llegar al destino con su “sigiloso” barco volador, la compañía formada por Gully, Calibretto, Garrison, Knolan y Red Monika -más tarde se unirá a la aventura Alumon- es atacada por los bandidos destruyendo su medio de transporte y provocando que el grupo se separe.

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Con un negro destino por delante, Gully y Calibretto se embarcan en una nueva aventura, la de encontrar a sus compañeros a toda costa para salir de Isla Medialuna y proseguir con la búsqueda del legendario Aramus. Una fábula contada en vista isométrica con una duración cercana a las 30 horas llena de sorpresas que nos ha encantado y que pone de manifiesto, una vez más, que los rpg por turnos nunca pasan de moda.

Un cómic hecho videojuego

Para avanzar sobre la narrativa de Battle Chasers: Nightwar nuestros héroes se desplazan por un mapamundi a modo tablero con sus correspondientes casillas donde en estas es posible encontrar enemigos, puntos de extracción de materiales para fabricar objetos y equipamiento, lugares de exploración, mazmorras, poblados o tiendas. La acción es en tiempo real y podemos movernos libremente -entre sus casillas- por el mapa salvo que algún evento nos lo impida. Hay ocho mazmorras en el juego que se generan aleatoriamente con varios niveles de dificultad, a saber entre normal, épico y legendario -esta última se desbloquea tras completarla- y según el reto que hayamos escogido se nos ofrecerá un arcón con recompensas acorde a la gesta que hayamos completado.

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Las batallas siguen la estela de otros rpg por turno a diferencia de que aquí tenemos un medidor de Ráfaga -o límite, para entendernos- que se va llenando según transcurra la batalla para una vez lleno, desencadenar un gran golpe o ejecutar una potente sanación. Las ráfagas llegado el momento se pueden mejorar e incluso se nos abrirán nuevas habilidades conforme subamos de nivel. Otro punto importante se encuentra en la Sobrecarga. La mayoría de habilidades que usen nuestros héroes otorgan sobrecarga, unos puntos extra que se añaden al maná disponible de cada personaje y que harán que en lugar del poder mágico se consuman estos. Si por ejemplo queremos curar a Garrison con Calibretto con una habilidad que gasta 15 de maná y tenemos 30 de sobrecarga, nuestro maná seguirá intacto y se utilizarán puntos de sobrecarga para ejecutar la sanación. Battle Chasers: Nightwar es un juego de rol que requiere de mucha estrategia y eso se ve en los combates. La mayoría de ataques de nuestro grupo provocan dolencias en el enemigo que los demás compañeros deben aprovechar. Por ejemplo el poderoso mago Knolan con su ataque básico deja Enfermedad Arcana que provoca que el enemigo sufra un diez por ciento más de daño mágico durante tres turnos. Muchos de los ataques del equipo se combinan con otros del plantel y eso es algo que hay que comprender rápido o las cosas se pondrán complicadas de la forma más tonta posible.

Además de las típicas habilidades que se consiguen subiendo de nivel, cada personaje cuenta con dos habilidades de exploración y una pasiva. Las habilidades de exploración no consumen maná pero sí cuentan con su propia reserva de puntos que se agotan al usarse. Estas se utilizan cuando estamos en el modo exploración o en una mazmorra y siempre fuera de batalla. Algunas permiten iniciar una contienda con algo más de celeridad o simplemente curar las heridas al grupo. Las pasivas otorgan estadísticas como un 10% más de sanación o un pool de maná más amplio que el resto de protagonistas pero, por contra, una acumulación de sobrecarga más lenta. Como decimos, comprender al máximo los personajes de Battle Chasers: Nightwar es vital y es lo que os dará la victoria en todas las batallas.

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Lo único que no nos ha gustado en esta faceta del videojuego es la lenta progresión de los personajes. Conseguir experiencia para subir de nivel puede hacerse tedioso y la obtención de habilidades, de igual manera. Además por mucho que subamos de nivel y que equipemos a nuestros héroes con las mejores armas -compradas, obtenidas de monstruos o de fabricación propia- nos dará la sensación de estar infringiendo siempre el mismo daño al enemigo. Sin embargo nuestros adversarios nos pondrán más de una vez en aprietos si, por ejemplo, aparecen dos curanderos en la batalla. Porque sí, además de curar arrean unos zurriagazos que “pa qué”. Notamos algo descompensado el sistema de batalla.

Aquellos que busquen narrativa no tienen por qué preocuparse. Battle Chasers: Nightwar cuenta con una buena historia, semejante a la de los cómics que dan nombre al videojuego, pero es que además durante toda la aventura encontraremos memorandos y relatos relacionados con el escenario en el que estemos. La forma de vida que tienen los bandidos, qué era ese poblado perdido antes de su funesta actualidad, qué planes tienen los malvados etc. Todas las notas que aparecen durante la aventura están ahí, además de para añadir detalles a la historia, para ofrecer recompensas si logramos encontrarlas. Battle Chasers: Nightwar no es un juego de mucho texto si lo comparamos con otras obras pero tiene lo suficiente como para atrapar al jugador, cambios en el guión incluidos. Se avanza en la aventura realizando las misiones principales, eje de cualquier juego de rol, pero también existen secundarias que aparecen de tanto en cuando según avanzamos en la historia y otras ocultas que salen a la luz si realizamos ciertos pasos previos.

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En cuanto a contenido tampoco podemos quejarnos. Un completo sistema de artesanía para poder equiparnos hasta los dientes, alquimia para realizar pociones de cualquier índole, encantamiento para mejorar nuestra armadura y armas así como un sistema de pesca sencillo pero que obliga al jugador a mejorar sus aparejos si se quiere completar el Ictionario, un libro de pesca que recoge todos los seres acuáticos que se pueden pescar. Sumando más añadidos a Battle Chasers: Nightwar tenemos el Bestiario, un vademécun que nos ilustra con toda la información de los enemigos con los que nos hemos enfrentado y que nos propone retos de eliminación para obtener jugosas recompensas en forma de mejoras en las estadísticas de nuestro grupo. Hay tanto por hacer y tanto por desbloquear que el videojuego puede alargar su duración fácilmente si optamos por completar cualquiera de sus características al 100%. Ya nos lo confirmó Madureira en su día pero ahora, con la versión final en nuestras manos, podemos dar fe de ello.

Antes de hablaros de cómo es en su apartado técnico queríamos contaros algo que no podemos callarnos. Battle Chasers: Nightwar es un videojuego que sorprende a cada paso que damos, sobre todo en sus mazmorras. En ellas podemos encontrar desde trampas que debemos esquivar haciendo uso de las habilidades de exploración del grupo, enemigos que se ocultan en las sombras, sidequests que hay que descubrir casi sin pistas, libros con los que interactuar al más puro estilo Elige tu propia aventura, minijuegos que ofrecerán mejoras temporales al grupo, pasadizos ocultos y mucho más. Nos ha encantado cómo la desarrolladora ha querido ofrecer algo clásico con lo que los jugadores se sientan cómodos pero, al mismo tiempo, introducir eventos que puedan sorprender al usuario y que hacen que cada mazmorra sea única. Y lo cierto es que así es.

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Sencillo pero efectivo

El talento de Joe Madureira se deja ver en cada pantalla que vemos de Battle Chasers: Nightwar y es que el filadelfiano se ha encargado de dirigir el arte del videojuego, la historia, los personajes principales y sus diseños. Artísticamente no dejará indiferente a nadie que haya seguido las obras de Joe, sobretodo en aquellos momentos en los que se ilustra la historia a base de viñetas o fondos dibujados a mano. Los escenarios están llenos de detalles y realizados con tonos pasteles oscuros que lo asemejan a sus cómics y que se desmarcan de lo realista. No encontraremos grandes detalles técnicos más allá de movimiento en el decorado y un par de efectos de luces. Tampoco hay mucho que configurar para sacarle el máximo partido al software; Vsync para eliminar el molesto tearing, resolución a la que queremos jugar y mejorar los efectos de postprocesado. Así con todo la obra final se mantiene totalmente estable incluso en ordenadores algo más antiguos y podría decirse que la optimización es bastante buena. El apartado sonoro es quizás lo que menos destaca ya que apuesta por ritmos poco carismáticos y planos tanto en la aventura en sí como en el combate. Un poco más de garra a la hora de enfrentarnos a algún jefe final no le vendría nada mal. Aún y con todo, la banda sonora en general es bastante correcta y las voces del juego llegan en nuestro idioma -texto incluído-. A todo esto, la versión que hemos analizado es la dedicada a PC, por lo que la configuración gráfica sólo aparece en ordenadores.