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Ruiner

Ruiner

  • PlataformaPS47.5PC7.5NSWXBO7.5
  • GéneroAcción
  • DesarrolladorReikon Games
  • Lanzamiento26/09/2017 (PS4, PC, XBO)18/06/2020 (NSW)
  • TextoEspañol
  • EditorDevolver Digital

Ruiner, Análisis

Año 2091. Una sociedad en decadencia tomada por el control tecnológico de las masas. Un rebelde en contra del sistema movido por la venganza. Así es Ruiner, lo nuevo de Reikon y Devolver Digital para PC, PS4 y Xbox One; acción cyberpunk desenfrenada a ritmo de techno.

Los shooters de doble stick no pasan de moda; tanto es así, que no son pocos los estudios o compañías desarrolladoras que mantienen vivo un subgénero casi tan añejo como la propia industria del videojuego con verdaderas experiencias de acción y desenfreno. Buena prueba de ello es lo nuevo de Reikon, un joven estudio desarrollador con sede en Varsovia formado por veteranos de la industria con amplia experiencia en títulos como la saga The Witcher, Dying Light o Shadow Warrior, entre otros. Junto a la editora Devolver nos traen Ruiner, todo un homenaje al anime cyberpunk, un shooter isométrico cargado de frenetismo que apuesta por la espectacularidad audiovisual con infinidad de referencias tomadas del cine o el anime, con una sociedad distópica y decadente como eje central de su trama, acompañado todo ello por la venganza como único catalizador de tan tremenda orgía de sangre, balas y explosiones. Bienvenidos al futuro dominado por HEAVEN; bienvenidos a Rengkok.

Hello darkness

Ruiner nos traslada a un mundo distópico en el que la sociedad trata de sobrevivir bajo el yugo de la tecnología, un futuro en el que las multinacionales campan a sus anchas sometiendo a los más débiles en beneficio de unos pocos privilegiados. Viajamos a los suburbios de la metrópolis de Rengkok en el año 2091, donde un psicópata enmascarado con LEDs en el rostro se enfrenta a la corporación HEAVEN con el fin de rescatar a su hermano cautivo y de paso, liberar las mentes de millones de personas abducidas por una utópica realidad virtual permanente. Con la ayuda de una misteriosa hacker, iremos descubriendo una trama que los aficionados al género agradecerán pero que a la práctica resulta algo insulsa, puesto que Ruiner apuesta sin tapujos por una narrativa que trata de contarnos algo más allá de la propia acción, auténtica protagonista del título. Pronto descubriremos las verdaderas capacidades de nuestro misterioso protagonista, habilidades innatas para el combate potenciadas por los implantes cibernéticos de su cuerpo.

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Kill the boss

Auténtico late motiv de Ruiner, el título plantea una jugabilidad que podríamos definir como una explosiva mezcla entre los Hotline Miami y los shooters casi cenitales más exigentes de Housemarque, como el reciente Nex Machina o los no menos recomendables Alienation o Dead Nation. Pero Ruiner pretende ir por un camino distinto, ya sea por un empaque audiovisual simplemente arrollador y rebosante de personalidad ‒mención especial a su banda sonora, magistral, que desgranaremos más adelante‒ o por innumerables opciones de progresión y personalización de nuestro insensato protagonista. En Ruiner debemos matar, sí, pero con estilo, algo que queda patente desde el minuto uno con las constantes evaluaciones de los combates, marcadas por nuestros asesinatos, muertes o tiempo empleado.

Para ello contamos con un auténtico arsenal que podremos obtener de los enemigos caídos, así como de diferentes estaciones de armamento ‒previo hackeo‒ que deberemos aprender a usar en cada situación, teniendo en cuenta el tipo de enemigo y la potencia o cadencia de cada una de las armas; desde rifles semiautomáticos a cañones láser, pasando por pistolas, escopetas e incluso armas de cuerpo a cuerpo, como barras de hierro o espadas. La movilidad es otro de los pilares de su propuesta de juego; en Ruiner debemos movernos sin parar, ya sea para esquivar balas o proyectiles, los propios golpes o embestidas de los enemigos o recoger armas, logrando así una auténtica coreografía de muerte y destrucción. Y el resultado no puede ser más gratificante. A medida que vayamos superando las diferentes arenas de combate, aprenderemos a movernos con soltura, cambiando de armas de forma constante ‒con un práctico efecto de tiempo bala con cada trueque‒ y recurriendo a nuestro árbol de habilidades, las cuales podremos asignar a cada botón y en tiempo real mediante un práctico menú en forma de ruleta. Puede que en un primer momento abrume tal cantidad de opciones, pero rápidamente nos sentiremos cómodos y sabremos potenciar a nuestro protagonista en la dirección adecuada según la situación y nuestro estilo de juego. Todo ello mediante la asignación de puntos de habilidad conseguidos a través de los puntos de experiencia recogidos en los combates y los cofres de botín repartidos por los escenarios.

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Habilidades como el sprint ‒esencial en los combates‒ o los escudos de protección, además de varios tipos de granadas y explosivos, la habilidad de hackear momentáneamente a los enemigos para que luchen a nuestro favor, el tiempo bala o el aumento de nuestro daño con las armas, entre muchas otras. Cada enfrentamiento exigirá de una vertiente u otra, especialmente contra las oleadas más intensas o los enfrentamientos con los jefes finales, cada uno de ellos con sus propias mecánicas y todo un ejército de lacayos a su favor, aunque en conjunto poco trabajados. Naturalmente, el título cuenta con varios niveles de dificultad; en este sentido, Ruiner se muestra como un título exigente, quizás no apto para inexpertos en el género, especialmente en los niveles de dificultad más altos. Aun así, el nivel fácil es bastante accesible para los jugadores menos curtidos en este tipo de experiencias, donde los reflejos y la habilidad a los mandos son piezas capitales.

Pero Ruiner quiere ir un paso más allá con un desarrollo salpicado por pequeñas dosis de exploración; estamos ante un título totalmente lineal dividido por capítulos aunque entre actos podemos explorar con cierta libertad los callejones de Rengkok. Dichos episodios tratan de expandir mínimamente el lore del juego, con conversaciones con ciertos personajes, alguna que otra misión secundaria con coleccionables... Y poco más. A decir verdad, se agradece la intención de sus desarrolladores por ampliar el contexto de la trama, pero el resultado no aporta mucho al conjunto y entorpece su desarrollo, convirtiéndose así en uno de sus principales contratiempos.

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Donde Ruiner sí brilla con luz propia es en su puesta en escena, tanto en lo visual como en lo sonoro; y es que a pesar de que su apartado gráfico no es especialmente brillante a nivel de modelados o animaciones, sí logra convertirse en auténtica referencia de la espectacularidad. Explosiones, partículas, grandes cantidades de personajes en pantalla... Y todo con una gran soltura a nivel de rendimiento. Además, su dirección artística con evidentes referencias al anime resulta tan cautivadora como estimulante, especialmente en todo lo referente a su banda sonora. Si os gusta la música electrónica disfrutaréis de toda una colección de temas a cargo de artistas de la escena como Sidewalks & Skeletons, Zamilska, Antigone & Francois X, DJ Alina e incluso del conocido compositor de anime Susumu Hirasawa, autor de bandas sonoras de obras de anime como Berserk, Millennium Actress o Paprika, entre otras. Piezas musicales techno, dance y electropop ‒muy bien medidas, por cierto‒ que nos recordarán de forma inevitable al largometraje Akira y otras obras cyberpunk de la época.

7.5

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.