Darkwood, Análisis

Bosque Olvido

«Árboles, árboles, millones de árboles, masivos, inmensos, que trepaban hacia lo alto (…). Le hacía sentir a uno muy pequeño, muy perdido».—Joseph Conrad, El Corazón de las tinieblas.

Hojas verdes, doradas, crujientes; ramas esqueléticas, torcidas, quebradizas; troncos ancestrales, augustos, horadados; florestas densas, oscuras, salvajes; ríos angostos, cristalinos, pedregosos…Todos estos elementos componen el bosque infinito y majestuoso. ¿Qué es lo que se esconde agazapado entre el manto arbóreo? ¿Qué criaturas aguardan bajo la niebla humosa? ¿Qué peligros acechan en la oscuridad de la noche? Misterios y más misterios por resolver.

El bosque ha suscitado el interés de la humanidad desde antiguo. Reflejo de ello son las leyendas, cuentos y otras historias que han utilizado la foresta como marco de la narración. En Caperucita Roja, cuento infantil de origen medieval, la madre pide a la niña que lleve a su abuela una cesta llena de víveres. Para hacerlo, debe atravesar el bosque, en cuyas profundidades se oculta un astuto lobo con muy malas intenciones. Sobre la simbología de los bosques en los cuentos ha escrito largo y tendido la historiadora Lucía Triviño, que dirige el blog “Las Hojas del Bosque”:

“La imagen de la floresta que se proyecta en estas historias es el vivo reflejo de la concepción real que se tenía de este espacio. Es normal que en los cuentos clásicos, muchos con raíces medievales, se muestre este lugar como un prototipo de locus horridus. Esta imagen se aleja de la concepción actual, mucho más clara y positiva, donde el bosque es el protagonista de muchos cuentos que transmiten un mensaje de respeto por la naturaleza y los seres que en ella habitan”.

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Darkwood bebe de las raíces clásicas y se vale de los arquetipos tradicionales para trazar una imagen oscura y tétrica de los entornos forestales. El bosque es un lugar extraño y peligroso donde criaturas sobrenaturales y monstruos malignos esperan su oportunidad para ejecutar a sus víctimas. Cuando Damon Lindelof y J.J. Abrams recibieron el encargo de materializar el piloto de Lost, tuvieron la idea de que la isla fuera un personaje más de la producción. En Darkwood se respira el mismo halo de misterio, y la floresta ostenta un papel omnipresente. Es un organismo vivo que ha extendido sus raíces y ramas por todo el espacio, ha clausurado los caminos y ha encerrado a los desdichados que se hallaban dentro de sus dominios.  

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El nuevo videojuego de Acid Wizard Studio, un equipo de desarrollo polaco compuesto por “tres personas (y un perro)”, tal y como reza su página web oficial, ha estado tres años en acceso anticipado. La versión final—tal vez no sea el término adecuado, pues las actualizaciones de contenido siguen en marcha—acaba de ser lanzada en varias plataformas digitales de PC. Tras horas frente a la pantalla, la sorpresa ha sido grata.

Han aparecido varios artículos que comparan Darkwood con Silent Hill. Sin embargo, es importante tener claro que ambos títulos no siguen ni el mismo planteamiento ni las mismas mecánicas de juego. Sí tienen en común la atmósfera de colores apagados y claroscuros, el inteligente juego de luces, así como el empleo de la música y los sonidos para generar tensión en el jugador. La obra de los polacos es en esencia un título de supervivencia con toques de juego de terror. Además, el producto se inserta dentro del género roguelike, lo que supone dos planteamientos base: por un lado, el elemento procedural, ya que los escenarios se generan aleatoriamente en cada partida; por el otro, la dificultad. Se muere mucho, aún cuando ya se dominan los esquemas básicos de juego.

¿Escapar? Primero sobrevive a la noche

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Vagar por el bosque ominoso de Darkwood es una idea temeraria. Entre árboles y encrucijadas resulta sencillo desorientarse, máxime cuando la misma naturaleza parece contraerse para atrapar a los incautos trotamundos. Vigilante está el doctor, enigmático personaje que cubre sus ojos con unas gafas de cuello de botella y que presenta un aspecto físico desgarbado, cabello ralo y camisa manchada de sangre y de restos de vísceras. En su soledad enfermiza se dedica a buscar  individuos extraviados con el fin de experimentar con sus cuerpos maltrechos pero aún insuflados de vida. En una de sus idas y venidas por la floresta se topa con el protagonista del título, al que enclaustra en su vivienda. La narración prosigue con el cautivo huyendo de la casa del doctor. Empero, escapar del bosque no va a ser tarea baladí.

La producción de Acid Wizard Studio cuenta una historia que el usuario debe descubrir a medida que explora cada vericueto del mapa. No esperéis pautas claras ni marcadores que señalen el camino, sino pistas que los personajes nos van dando como pequeños retazos de un cuadro a medio dibujar. El mundo, los personajes y el argumento poseen el empaque necesario para inocular el interés en el jugador, de forma que caminar, vencer los miedos y descubrir los secretos del bosque produce enorme satisfacción.

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Los gráficos 2D y la vista cenital se compenetran de maravilla con la iluminación. Podría pensarse que la cámara, situada encima del personaje, es una ventaja a la hora de explorar los entornos, pero la oscuridad perpetua lo domina todo a excepción de una pequeña porción en forma de cono que permite al personaje vislumbrar sus siguientes pasos. La luz y la oscuridad juegan con nuestras emociones, las retuercen en agonía, agitan los corazones mediante formas que se materializan, a veces vagamente, ante nuestros ojos. El diseño de personajes y escenarios está muy bien cuidado y realza esa atmósfera opresiva de criaturas sobrenaturales y naturaleza desatada. Por añadidura, el estilo pixel art le va como anillo al dedo. Como punto negativo es necesario subrayar que no se ha localizado al español.

La música y los sonidos contribuyen a colorear la ambientación como es debido. Son instrumentos que se emplean con el objetivo de realzar las sensaciones de inquietud y de inseguridad en el jugador. Bajo la luz de la luna, en el refugio, el motor del generador resuena de forma regular. La música se escucha con periodicidad intermitente, se mezcla con el toc-toc de la puerta, señal de que una criatura hostil está intentando acceder a la vivienda destartalada. La noche se prolonga, los chasquidos se acercan, y si aguantamos lo suficiente, una melodía in crescendo será la señal indicativa de que la luz del día está próxima.

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El juego se divide en días. Durante las horas diurnas, el protagonista se dedica a inspeccionar los escenarios, descubrir nuevos emplazamientos, rapiñar objetos y mejorar los que ya posee. Tenemos a nuestra disposición una mesa de trabajo que podremos craftear y que nos brindará la posibilidad de fabricar nuevos objetos.

Podemos decir que Darkwood es un título cuyo concepto jugable gira en torno al descubrimiento. No obstante, encontrar llaves, sendas transitables y personajes que nos ayuden no será un camino de rosas. El bosque es terreno hostil: villanos armados, perros rabiosos, monstruos humanoides y otras criaturas no vacilarán en atacar a nuestro protagonista. Por si todo esto fuera poco, el jugador tendrá que lidiar con trampas y hongos venenosos. Debido a que la luz es escasa y el campo visual limitado, habrá que medir los pasos con precisión de cirujano. Por otro lado, cabe destacar que se han incluido una serie de habilidades especiales que se obtienen tras inyectarnos la dosis de un preparado compuesto a base de hongos silvestres. Por ejemplo, algunos de  los efectos son los siguientes: la ventaja de conocer nuestra posición en el mapa una vez al día o la posibilidad de comer madera para restablecer salud.

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Como roguelike que es, al morir se corre el riesgo de perder parte del equipo, aunque siempre se pueden almacenar los más importantes en baúles y armarios con el fin de evitar males mayores. Es posible asignar los objetos a ranuras de selección rápida. Aquí entran en juego todo tipo de armas, linternas y otros pertrechos de uso común. Darkwood no incorpora un sistema de combate profundo, y de hecho, se nos ha hecho un tanto torpe y ortopédico. Dos botones de ratón (o del mando) bastan para ejecutar unos ataques que solo se diferencian por el tipo de arma usada. No existe por tanto progresión alguna.  

Al caer la noche, el protagonista debe guarecerse en el refugio (hay uno en cada área principal del mapa). Sobrevivir a sus horrores depende de varios factores. El primero es alimentar el generador de luz con gasolina y encenderlo. Luego, haremos bien en reforzar ventanas, al tiempo que movemos muebles y tapamos los resquicios por los cuales los monstruos tienen opción de colarse.  Una vez que los preparativos estén a punto, no nos quedará otra que estar atentos y a la espera de que algún enemigo quiebre las defensas y acceda. En esos casos deberemos echar manos a las armas. Sobrevivir a la oscuridad confiere al personaje puntos de reputación esenciales que nos van a servir para comerciar con los demás personajes que pueblan la nemorosa floresta.

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Las primeras horas en Darkwood pueden abrumar. Es un juego de aprendizaje progresivo en el que las mecánicas se dominan con la práctica. Huelga decir que la dificultad del modo "normal" es lo suficientemente complicada como para ponernos las cosas difíciles. Ahora bien, las vidas son infinitas a menos que seleccionemos los modos "difícil” o “pesadilla”, con cuatro vidas y una sola respectivamente.

El equipo de Acid Wizard Studio y Darkwood han sido noticia en los últimos días debido a la decisión del estudio de subir un torrent del juego a The Pirate Bay. Según el estudio, esta decisión se ha tomado porque consideran que las tiendas de claves son nocivas: “Solo tenemos una petición: si te gusta Darkwood y quieres que sigamos haciendo videojuegos, considera comprarlo más adelante, aún en rebajas, en Steam, GOG, o Humble Store”, han manifestado en unas declaraciones que también recogimos en MeriStation. El título está a un precio muy competitivo (por debajo de los quince euros), así que es un buen momento para apoyar a este estudio indie.