Análisis Observer

A principios del año pasado el estudio polaco Bloober Team nos sorprendió con Layers Of Fear, una aventura de terror en primera persona de fuerte carga narrativa, que destacaba por su ambientación Victoriana y el empleo del arte como leit motiv para una buena ración de tensión y sustos. La acogida, tanto del título como de su expansión Inheritance resultó muy positiva tanto entre crítica como público. Con un escaso margen de poco más de un año, los polacos lanzan su nueva obra, Observer, la cual ha sabido partir de la base del anterior título de la desarrolladora independiente para conseguir expandirla y llevar su propuesta un paso más allá con muchísimo acierto. La base jugable se ha ampliado con interesantes añadidos que dotan de mayor variedad al juego, y el ritmo del mismo no está subyugado por completo a merced de la narrativa como sucedía en Layers Of Fear, dándole una mayor libertad al jugador para que explore y descubra por su cuenta los misterios que esconde este desolador futuro distópico.

Y es que si en el anterior juego del estudio la ambientación Victoriana y todo lo relacionado con al arte estaba tan bien plasmado, en esta ocasión se han superado para mostrarnos en pantalla una de las mejores y más sólidas ambientaciones cyberpunk que hemos podido disfrutar en el mundillo, y que supondrá una verdadera delicia para los seguidores más acérrimos de la mejor ciencia ficción. Bebiendo de forma genial de los clásicos del género, entre ellos de esa magistral Blade Runner que como veremos más adelante le presta algo más que la inspiración para su soberbia ambientación, la desoladora sociedad distópica que Bloober Team ha construído para este fantástico Observer sumerge por completo al jugador en su mundo y lo arrastra a una historia que le atrapa por completo en un desarrollo opresivo lleno de tensión y horror.

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El terror llega al mundo digital

Año 2084. La ciudad de Cracovia ha sido devastada hasta sus cimientos por la guerra, la miseria y una plaga conocida como nanofagia que diezma la población de forma inmisericorde entre aquellos que han decidido oír los cantos de sirena de la tecnología para añadir nuevas posibilidades a sus cuerpos orgánicos con implantes sintéticos de dudosa calidad. La sociedad ha colapsado, y en medio del caos la mega corporación Chiron toma el mando y rige la ciudad con férrea disciplina. La separación entre clases ha llegado a su máxima expresión, de forma que la parte más humilde y castigada de la población vive hacinada en insalubres y sórdidos suburbios donde el vicio, la corrupción y la miseria son el pan de cada día. La carrera tecnológica ha avanzado hasta cotas impensables, permitiendo entre otras cosas que la ingeniería genética y los aumentos tecnológicos del tejido orgánico lleven a los integrantes de este desolador futuro a modificar sus cuerpos con implantes y añadidos de diversa índole. En medio de este desalentador panorama encarnamos al detective neural Daniel Lazarski, un viejo agente de policía que forma parte del cuerpo de élite de la corporación Chiron. Conocidos como Observer, las modificaciones en los cuerpos de estos agentes les permiten hackear e introducirse en las mentes de los sospechosos, tanto vivos como muertos, para desentrañar los misterios de cualquier crimen con el que se topen. La aventura comienza con el detective Lazarski recibiendo una misteriosa llamada de su hijo, con el que ha perdido contacto hace mucho tiempo, y dirigiéndose al bloque de apartamentos desde donde se ha realizado dicha llamada para averiguar qué está sucediendo.

A partir de ese momento comienza una investigación que se va complicando a medida que avanza la trama. Dicha trama transcurre en un constante halo de surrealismo, de forma que la difusa línea que separa la realidad del mundo digital se traspasa de un lado  a otro de forma constante sin que muchas veces seamos conscientes de ello. El verdadero triunfo de este fantástico Observer es su magistral recreación de este futuro distópico tan desolador. Realmente consigue sumergirnos por completo en la visión  de sus creadores, creando una de las mejores y más sólidas ambientaciones cyberpunk que hemos podido disfrutar en videojuego alguno. Tan lograda está dicha ambientación, que para el buen aficionado a la mejor ciencia ficción justifica por si sola hacerse con el título. Sin duda merece la pena disfrutar en este juego solo por empaparnos de esta soberbia puesta en escena de un futuro cercano nada alentador. Como ocurría en el anterior título de Bloober, el terror forma parte protagonista del juego, de manera que nos mantiene en tensión de manera constante, con una atmósfera opresiva y desconcertante, que si bien casi siempre sugiere más que muestra, consigue mantenernos alerta y con los nervios a flor de piel durante buena parte de la aventura. En cuanto a duración, la trama principal ronda unas 5 horas, que se nos pueden ir a algo más del doble si nos dedicamos a resolver las tramas opcionales o a buscar los coleccionables presentes en el juego. El título cuenta con unos correctos subtítulos en castellano, por lo que el idioma no será obstáculo para disfrutar de su compleja y atractiva trama.

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Un paso más allá del simulador de paseos

Junto con esa magistral ambientación cyberpunk, el principal acierto de Bloober con Observer es haber sabido llevar la fórmula de Layers Of Fear un paso más allá. Parte de las críticas que recibió dicho título eran con respecto a lo encorsetado de su desarrollo, siempre sometido a merced de la narrativa, y con escasas opciones jugables. En esta ocasión nos encontramos con un desarrollo mucho más abierto que en Layer Of Fear, lo que se traduce en una relativa libertad de exploración. Si nos ceñimos a la trama principal, sí que nos encontraremos con un esquema bastante guiado en la línea de lo visto en el mencionado juego. Por fortuna, en Observer tenemos varias búsquedas alternativas, que requerirán que nos desviemos de la trama principal e investiguemos por nuestra cuenta, llegando al punto de que resulta fácil pasarlas por alto si no estamos atentos e investigamos bien los entresijos del oscuro bloque de apartamentos donde transcurre la trama. Dichas misiones alternativas resultan interesantes y profundizan en el universo del juego, por lo que merece mucho la pena tomarnos nuestro tiempo para tratar de descubrirlas.

El núcleo jugable de Observer se compone de 3 mecánicas. Por un lado la exploración de la zona donde transcurre la aventura, tratando de recoger información tanto a través de pistas como de conversaciones, en las que a menudo tenemos libertad de elección entre varias respuestas, asi como resolver algún pequeño puzle en general nada complicado. Por otra parte, y para tratar de aumentar la base jugable, tenemos las partes donde analizaremos el lugar donde se ha cometido un asesinato, en la onda de lo visto en títulos como Condemned. Para ello contamos con 3 escáneres, uno electromagnético, uno biológico y una suerte de visión nocturna. Si bien es de agradecer este intento por añadir complejidad jugable al título, por desgracia se queda bastante corto, y estas partes de investigación resultan demasiado simples, aunque añaden variedad y aumentan la inmersión en el juego. Finalmente nos encontramos las secciones en las que hackeamos los cerebros de las víctimas y nos introducimos en sus recuerdos. Estas partes sí son completamente guiadas, y es donde el nivel de terror sube bastantes puntos. A mayores, en estas secciones nos encontraremos un par de veces con enemigos a los que deberemos esquivar jugando al gato y al ratón como es habitual en este tipo de juegos. En caso de que dicho enemigo nos de caza deberemos cargar uno de los abundantes puntos de control del juego. Estas secciones de jugar al ratón y al gato son escasas y están muy espaciadas, de forma que no se hacen pesadas y saben aumentar la tensión del juego en los momentos precisos. Para incrementar dicha tensión, aunque de una forma un tanto ficticia, a medida que empleemos nuestras habilidades especiales nuestro personaje irá perdiendo "sincronización", de forma que su visión se volverá difusa y borrosa por momentos. Para evitar esta situación debemos administrarnos unas cápsulas azules que iremos encontrando a lo largo del juego. Dichas cápsulas resultan abundantes y en ningún caso nos supondrán un quebradero de cabeza en absoluto.

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Para plasmar en pantalla esta soberbia visión de su particular futuro distópico, Bloober han hecho un uso muy inteligente y sólido del Unreal Engine 4 para tejer un apartado visual tremendamente atractivo. A destacar la acertadísima dirección artística del juego, empleando esa tendencia "retro futurista" tan propia de las películas de ciencia ficción de los 80, de manera que los terminales de ordenador nos recordarán a nuestros añorados Commodore 64 o Spectrum de la época y emplearán pantallas de fósforo verde que tantos recuerdos nos traen. La puesta en escena de Observer es magistral, es un título que entra por los ojos, siempre rebosante de información y elementos en pantalla para mostrar una ambientación cyberpunk de las que dejan huella .Las partes del mundo digital están recreadas de forma muy original y con multitud de efectos sorprendentes, haciendo gala de una imaginación desbordante por momentos. Resultan tremendamente desconcertantes y nunca sabemos qué es lo que nos vamos a encontrar en pantalla a la vuelta de la esquina. Por otra parte, el juego no se corta un pelo a la hora de mostrar imágenes truculentas e impactantes, resultando tremendamente visceral y perturbador. El apartado visual de Observer es realmente digno de mención, y poco tiene que envidiar a obras de mayor presupuesto. Se le puede achacar alguna textura de baja calidad, y alguna caída en la tasa de imágenes por segundo puntual, que en un juego de estas características no tiene el más mínimo impacto en la jugabilidad, pero por lo demás la puesta en escena y la dirección artística del juego resultan majestuosas.

"He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser"

El mimo puesto en este proyecto a cargo de sus creadores llega hasta el punto de haber elegido al mismísimo Rutger Hauer como voz del protagonista de la historia, el detective Daniel Lazarski. El actor holandés que nos regaló uno de los monólogos más recordados de la historia del celuloide en esa soberana Blade Runner, clava por completo el papel protagonista dándole un carácter cínico y de vuelta de todo que consigue remarcar su personalidad de forma fantástica. El resto de reparto de voces cumple y acompaña al absoluto protagonista de forma correcta. Los efectos de sonido tienen una importancia capital en el desarrollo del juego, consiguiendo reforzar la tensión y la ambientación opresiva del mismo, sabiendo ganar presencia en los momentos que lo requiere para dar énfasis al sentimiento de terror que pretende transmitir el juego. La banda sonora, correcta pero sin muchos alardes, permanece en un discreto segundo plano durante la mayor parte del desarrollo de la aventura.

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Este análisis ha sido hecho sobre la versión PC.