MALOS HÁBITOS
¿Es malo comer delante de la pantalla del ordenador?
Ya sea jugando o trabajando, comer delante del PC puede no ser tan beneficioso como algunos piensan.
A veces en la oficina se acumula tanto el trabajo que tenemos ese día, que incluso salir para la hora de la comida es complicado y decidimos comer algo rápido frente al ordenador, sin levantarnos de la silla. En el opuesto de este caso está cuando nos lo estamos pasando tan bien con un videojuego en el PC que no queremos ni levantarnos para comer, y lo hacemos frente a la pantalla. ¿Es una decisión inteligente la que hemos tomado? En ambos casos, un rotundo ‘NO’.
¿Es malo comer delante de la pantalla del ordenador?
¿Por qué no es una decisión acertada? Porque según un estudio inglés de hace algunos años, comer frente al PC no hace más que aumentar el apetito y por tanto hacerle una visita al frigorífico o la alacena más tarde. ¿El motivo? La distracción durante la comida: en la investigación hecha por la Unidad de Nutrición y Comportamiento de la Escuela de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol, dos grupos de 22 sujetos cada uno fueron sometidos a una prueba sencilla: El primer grupo debía almorzar mientras jugaban al solitario de Windows, mientras que el segundo almorzaba lo mismo pero sin distracciones.
Media hora después del almuerzo, a ambos grupos se les aplicó la “prueba de las galletas”, en las que el equipo les dio libertad para comerse todos los snacks que quisieran además de pedirles que recordasen los 9 tipos de alimentos que se les había servido para almorzar y el orden de estas. El grupo que almorzó jugando se comió una media de 5 galletas por persona, y no pudieron recordar el orden en que la comida fue servida, además de sentirse menos llenos, motivo por el que devoraban las galletas. Por contra, el grupo que almorzó sin distracciones apenas comió 2.5 galletas por persona y se acordaba de todo sin problemas.
Distracciones = Aumento de Peso
¿A qué se debió esto si ambos grupos almorzaron lo mismo? Según los investigadores, elementos como el trabajo o la diversión que genera los juegos de ordenador afectan a la ‘memoria alimentaria’, y la falta de atención dedicada a la comida que se está realizando impide que se recuerde bien, y por tanto se tenga una idea errónea de lo que se ha almorzado. Cuando la memoria alimentaria no registra bien lo que acabamos de comer, entonces tenderemos a comer más comida simplemente porque no nos acordamos, lo que derivará en ganar unos kilitos de más e incluso provocar sobrepeso si lo hacemos a menudo.
Si echamos cuenta, recordaremos lo que hemos comido y sentiremos que estamos saciados. Por tanto, la atención a lo que comemos y la memoria para recordarlo son elementos esenciales que pierden efectividad ante distracciones como comer jugando / trabajando, y también comer ante la TV, otro estímulo que provoca la desviación del interés de lo que tenemos delante a lo que ponen en la pantalla.