Análisis Hellblade Senua's Sacrifice

Un juego triple A independiente

Los encargados de haber creado esta arriesgada pero muy necesaria propuesta son el equipo independiente triple A de Ninja Theory, dirigido por Tameen Antoniades. Fue creado hace ya 14 años, con sede en Cambridge (Reino Unido) y desde entonces han lanzado títulos como Kung Fu Story, el aclamado Heavenly Sword, Enslaved, Razer y lo último de la saga de Dante, Devil May Cry: DMC, enfocado desde una perspectiva diferente al resto de títulos del cazademonios. Hasta el momento requerían de terceros para poder publicar sus obras, compañías como Namco o Capcom, pero con Hellblade han logrado producir y publicar ellos mismos el título, consiguiendo así el distintivo de "una propuesta independiente triple A". Para los jugadores, uno de los detalles en lo que esta idea se hace notar es en que el juego tan solo se encuentra disponible de forma digital, aunque según Ninja Theory, el prescindir del formato físico ayuda a rebajar costes para los consumidores finales. Esto se ve reflejado en el precio de 29,99€ con el que ha salido a la venta el juego.

El proceso de creación de la historia de Senua ha sido muy especial para todo el equipo desarrollador. Empezaron con la idea en el 2014 y desde un inicio quisieron compartir el progreso del proyecto con el mundo a través de unos "Diarios de desarrollo"además de un documental recopliatorio final de unos 25 minutos que viene incluído en el juego. Los diarios están disponibles en su canal de Youtube y en ellos podemos encontrar los diversos aspectos que componen el juego. En uno de ellos el mencionado jefe creativo del equipo, Tameen, nos deja con una frase para entender el porqué de el carácter distintivo de su nueva IP: "Cuando todos en la habitación están gritando, saltando y disparando, una forma de destacar es tan solo quedarse quieto". 

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Las batallas más duras se libran en la mente

Hellblade Senua's Sacrifice es un título muy especial precisamente por el mensaje que porta su historia. El núcleo de ésta es su protagonista, Senua, y el trastorno psicótico que padece. Su misión y único objetivo es liberar el alma de su amado y por ello realiza un viaje bajando hasta el mismísimo Helheim (el infierno nórdico) y portando la cabeza de él, sin importarle el precio que deba pagar para ayudarlo a obtener el descanso, aún si ello conlleva perderse del todo a si misma en la más profunda oscuridad que acecha en su interior. 

Ninja Theory quisieron hacer un trabajo adecuado y realista y por ello consultaron a diversos académicos, expertos e incluso pacientes que sufren de trastornos similares con la finalidad de crear una experiencia fiel a la psicosis real. Como curiosidad, el primer mensaje que leemos al abrir el juego nos advierte precisamente de este dato. Para no confundir la psicosis con otras enfermedades o términos morfológicamente similares, ésta se caracteriza porque las personas que la padecen no pueden percibir la realidad de forma objetiva, tienen alucinaciones, escuchan voces y ven cosas o personas que no están realmente ahí. Aún hoy en día se considera un tema tabú y es raramente tratado en el género cinematográfico (todavía más inusual es verlo en un videojuego) y por ello es tan importante que haya equipos desarrolladores que se atrevan a hacerlo. 

Para recrear este trastorno y hacer que al jugar se sintiera lo más próximo posible fueron probando distintas ideas y consultándolas con los expertos y pacientes periódicamente. Uno de los puntos fuertes del juego es de hecho las voces que escuchamos a ambos lados, simbolizando una de las alucinaciones de Senua. Éstas nos pueden ayudar en algunas ocasiones indicando la dirección en la que debemos mirar para resolver un puzle o avisando de que miremos a nuestras espaldas cuando un enemigo está a punto de atacar, pero en otras en las que necesitemos concentración y silencio llegaremos a agobiarnos de tener constantemente susurros en la cabeza. Se ha logrado el efecto de forma magistral y para disfrutar plenamente de la experiencia se recomienda encarecidamente jugar con audífonos. Aún así, el hecho de presentar el audio en inglés y no aparecer todas las líneas escuchadas en forma de subtítulos en nuestro idioma o estar estos descordinados puede suponer una barrera para aquellos que no dominen la lengua inglesa. 

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Además, Melina Juerguens (editora de video de Ninja Theory y quién interpreta a la protagonista) realiza una actuación muy creíble que llega a poner los pelos de punta en más de una ocasión cuando grita de desesperación o se le ve el miedo o la ira reflejados en la mirada. La curiosidad de porqué acabó interpretando a Senua una trabajadora del propio estudio y no una actriz externa fue que ella ayudó desde un inicio en el trabajo de mocap (motion capture technology) para moldear el modelo de la guerrera celta y tras diversos meses de interpretarla decidieron que era perfecta para el papel.

Estas voces y el resto de efectos sonoros, así como la música característica que acompaña los distintos compases del periplo de Senua, están perfectamente implementados en Hellblade, permitiendo una gran inmersión pocas veces lograda con tal maestría en un videojuego.    

Avanzando y luchando en Helheim

La ambientación del título se basa en la era vikinga y nuestra protagonista pertenece a una pequeña tribu celta con fuertes creencias religiosas y místicas. Todo ello se ve reflejado tanto en los escenarios detallados como en las historias que vamos escuchando al hacer "focus" (una de las mecánicas del juego, basada en concentrar la vista en algo) en los diversos monolitos de piedra que hay repartidos por los escenarios. De ellos surge una voz que nos explica diversas leyendas en las que encontraremos deidades reconocidas como Odín, Loki, Hela y demás a la par que aprendemos interesantes historias.

En cuanto a jugabilidad, en ningún momento tenemos indicadores en pantalla tales como mapas, tutoriales que nos expliquen el movimiento ni objetos coleccionables. La historia que quiere narrar Hellblade no requiere de adornos ni distracciones. Aún así, nos encontraremos con algunos puzles en nuestro recorrido, tales como puertas cerradas con glifos marcados que deberemos encontrar recreados en el ambiente (por ejemplo, una forma de cruz, encontrada en dos ramas de árbol observadas desde una perspectiva concreta) e ilusiones que deberemos descifrar, como descubrir que una pared de piedra tiene una entrada si la observamos a través de cierto arco "mágico".  Muchos podrían tachar al título de walking simulator y si bien esa es una de sus partes, andar y explorar en busca de respuestas, no se tratará de un camino agradable, si no un viaje hacia la más profunda oscuridad. 

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En cuanto al combate, tampoco nos presentan en bandeja los movimientos que usar para atacar (de forma rápida y ligera o de manera más fuerte y contundente), esquivar y bloquear, si no que debemos intuirlos y aprender a medida que nos enfrentamos a los distintos tipos de enemigos. El combate no tiene una dificultad excesivamente elevada y puede ser ajustado en el menú (Fácil-Normal-Difícil o Automático). Una de las primeras advertencias que ofrece el juego es que la "oscura podredumbre" que acecha a nuestra protagonista, presente en su brazo derecho, se extenderá cada vez que muramos, pudiendo llegar a detener nuestro progreso si ésta alcanza su cabeza. Finalmente esto no tendrá repercusión más allá del ambiente del juego, es decir, no perderemos nuesta partida obteniendo la rumoreada y temida "permadeath". Aún así, esta premisa incrementa la tensión, unida a escuchar voces constantemente y sentirnos vulnerables. Por ello, las batallas serán un reto para aquellos jugadores no tan acostumbrados a encadenar ataques con defensa y evasión.

Aún así, se echa en falta ver algún tipo más de enemigo, ya que los que aparecen acaban resultando repetitivos y una vez que aprendemos sus movimientos y forma de atacar (la cuál siempre repiten), la dificultad del combate acaba recayendo en el número y no tanto en su habilidad. Los bosses, aunque escasos, están bien logrados y son distintivos, por lo que disfrutaremos (o sufriremos) enfrentándonos a ellos. Tampoco podemos cambiar de arma ni incrementar nuestra armadura, pero esta característica refuerza el carácter conciso que quiere desprender el título.

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Un añadido interesante es el modo foto, activable en cualquier momento (incluso durante las cinemáticas y las batallas), permitiéndonos cambiar el ángulo de la escena y añadirle distintos filtros y efectos para dotar a nuestras capturas de un carácter épico y especial.  

En cuanto al apartado técnico, en la versión de PS4 no hemos experimentado caídas de frames ni problemas graves. Mantiene un buen aspecto gráfico, entre lo mejor habido hoy en día en la consola y manteniendo el tipo en PC, algo sorprendente al tratarse de un equipo desarrollador relativamente pequeño. El diseño de personajes, sus expresiones fotorrealistas y su gran realismo son toda una experiencia. Además, el estilo con tonalidades oscuras y efectos visuales creados para aderezar la recreación de la psicosis nos harán sentir inmersos y atrapados en Helheim.

Completar el juego nos llevará de 7 a 9 horas y a pesar de no ser demasiado rejugable por ser un juego redondo, es un viaje que merece la pena para todos aquellos capaces de soportar el horror habido en la mente de Senua. Acompañarla hacia la más profunda oscuridad y compartir su miedo y locura para entender la dificultad real que padecen las personas que día a día deben enfrentarse a sus monstruos interiores. Una experiencia única con un mensaje muy relevante y poco tratado. Las batallas más duras se libran en la mente pero no por ello debemos rendirnos y dejar que nos engulla la oscuridad. Con ayuda, siempre podremos encontrar ese rayo de luz y esperanza necesario para hallar la paz.

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Este análisis se ha hecho sobre la versión PS4