Brain Training Infernal, Análisis para Nintendo 3DS

Análisis Brain Training Infernal del Dr. Kawashima: ¿Eres capaz de mantener la concentración?

Han pasado más de diez años desde que el nombre del Dr. Kawashima se hizo reconocible en todo el mundo. Eso de jugar a la consola para entretenernos sin importar la edad se había constatado durante ese último año y medio, pues Nintendo DS parecía ser el regalo perfecto para absolutamente cualquier persona. Un ejemplo para dejar claro que “la DS” podía convertirse en un fenómeno social fue Brain Training, que con unos 20 millones de unidades vendidas certificó el empeño de figuras como Satoru Iwata por reinterpretar el concepto de “entrenamiento mental” a través de una consola.

Para la realización del análisis de Brain Training Infernal del Dr. Kawashima: ¿Eres capaz de mantener la concentración? (a partir de ahora, Brain Training Infernal), hemos desempolvado antes los dos cartuchos originales, ya que estamos ante el tercer episodio de la franquicia, no solo para ir preparándonos para lo que nos venía encima con todas las nuevas pruebas sino para comprobar si realmente íbamos a experimentar una evolución en sus mecánicas jugables. Asimismo, queremos dejar clara una cosa desde el principio, y es que este capítulo vio la luz en Japón hace hoy exactamente cinco años, un lustro de diferencia por diferentes motivos que han terminado impidiendo que se hiciese hueco en el calendario de 3DS europeo (en Norteamérica lo hizo en febrero de 2013). En una entrevista, Nintendo justificó este prolongado retraso aludiendo a no saber exactamente si lanzarlo en formato físico, digital o a través de micropagos. Así pues, ¿merece la pena Brain Training Infernal? ¿Es más de lo mismo?

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Quién mejor para explicarlo que el señor Kawashima

“Brain Training estaba diseñado para mejorar la velocidad de procesamiento de la memoria de trabajo del usuario. Brain Training Infernal está diseñado para aumentar la capacidad de la memoria de trabajo.”, aseguraba el doctor Kawashima en este Iwata Asks tras la pregunta del anterior presidente de Nintendo.

Lo peor de todo es que Brain Training Infernal encaja mejor en 2017 que en 2013, pues a día de hoy el problema o eje angular sobre el que se cimienta el título es mucho más grave actualmente que un lustro atrás en el tiempo. La concentración ya no es lo que era, desde las edades más tempranas hasta la más real de las etapas adultas. Tenemos a nuestro alrededor tantas tecnologías y tanta contaminación lumínica y sonora que estamos abrumados las veinticuatro horas del día con actividades que alteran nuestra capacidad de concentración, que merman el correcto ejercicio de nuestro cerebro. Todas esas actividades electrónicas sobre las que nos apoyamos en el día a día, en definitiva, dificultan nuestra memoria operativa, la memoria de trabajo, y es esto sobre lo que trabajaremos cuando jugamos a Brain Training Infernal. Demasiado largo de explicar, ¿verdad? Por supuesto, dejémoslo entonces en que este título es un entrenamiento exhaustivo sobre la mejora en la capacidad de la memoria operativa:

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Dejemos las largas explicaciones: vamos a entrenar la Memoria Operativa

El neurocientífico Ryuta Kawashima ha vuelto a colaborar y protagonizar el título, un juego que nos invita a ser constantes e incluso que nos penaliza si no lo somos. De nuevo, para ir desbloqueando nuevas pruebas, actividades o extras hace falta hacer el entrenamiento infernal al menos una vez al día; aunque lo cierto es que con pasarnos algo menos de cuarto de hora por sus clases nos bastará para pasar lista e ir progresando –o eso aseguran-. Nosotros hemos podido desbloquear en el tiempo de realización del análisis prácticamente todo lo que se ocultaba bajo signos de interrogación (?), y la verdad es que ahora que hemos digerido lo mejor posible las palizas mentales a las que nos hemos sometido, el resultado es bastante satisfactorio a la vez que agridulce.

El juego cumple su cometido, por supuesto, y es que en esa labor didáctica por hacernos entender que no somos máquinas, que la multitarea es cosa de los ordenadores y los dispositivos inteligentes, no para nosotros, el resultado es exquisito; la información en segundo plano es temporal, pero los procesos ejecutivos que requieren la máxima atención son los que verdaderamente funcionan. Es incluso de risa. Poniendo un ejemplo, cuando subimos de nivel en el ejercicio principal del juego, tenemos una enorme lista de cálculos simples, pero tenemos que escribir el resultado de la cuenta anterior y no la que se muestra en pantalla, incluso la tercera o cuarta operación mostrada antes de la que vemos en ese momento. Esa información en segundo plano queda ya muy atrás en el tiempo… aunque en realidad han pasado escasos dos segundos. La memoria operativa necesita entrenamiento, y mucho. Cuando empezamos a jugar hace ahora aproximadamente dos semanas, no pasábamos de velocidad “bicicleta” en muchas de las actividades, mientras que ahora alcanzamos sin problemas el “tren” o el “avión”, simplemente por la práctica.

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¿Influye en el día a día jugar a Brain Training Infernal?

Familiares y amigos nos lo han preguntado cuando les hemos contado que estábamos trabajando con este juego no sin pocos aires de escepticismo; y la verdad es que nosotros mismos nos preguntamos si verdaderamente funciona o no, pero es gratificante tener una sensación de progreso diaria; nos ha hecho sentirnos realizados a través de todos estos juegos, algunos de ellos muy entretenidos.

Es quizá ese uno de los problemas principales del título, que no todas las actividades son igual de lúdicas, efectivas, complejas… Cada cual encontrará diferentes ejercicios que se ajusten más a sus gustos, pero de los 30 incluidos hay que reconocer que son 10 los que probablemente usemos a diario, mientras que los otros quedarán ahí. Dicen que la ejercitación de la memoria operativa favorece a la creatividad, que el cerebro se comporta aquí como un músculo, y como tal hay que hacerlo evolucionar. Los ejercicios de Brain Training Infernal no han evolucionado prácticamente nada respecto a la apuesta original, que valga la redundancia sigue pareciéndonos incluso a día de hoy la más estimulante, divertida y original.

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El hardware de Nintendo 3DS no se aprovecha en absoluto; solo se introduce un apreciable efecto 3D para ver al Dr. Kawashima transformándose y hablándonos con consejos y lecciones. No penaliza al juego dejar de lado la tecnología de la consola, pero es una lástima que títulos de puzle y plataformas del catálogo de la máquina sepan aprovechar de manera más inteligente estas herramientas que un título enfocado directamente a ello. Eso sí, la presentación es exquisita: el doblaje al castellano es digno de un sobresaliente y las líneas de diálogo están perfectamente adaptadas a la lengua de Cervantes, incluyendo juegos de palabras y frases hechas muy castizas.

Conservadurismo y ritmo pausado

Con todo, hay otro aspecto que no nos ha gustado y que viene motivado a lo que comentábamos anteriormente: la lentitud para progresar. Los primeros dos o tres días de entrenamiento tienen un factor novedad intachable, todo es un proceso de descubrimiento y aprendizaje, pero una vez van pasando las jornadas y solo desbloqueamos una actividad nueva para practicar, el incentivo por seguir jugando languidece. Tenemos restricciones que no entendemos muy bien a qué se deben, como por ejemplo solo poder realizar una vez al día el test principal. Por otro lado, el mismo problema de hace diez años: la interpretación errónea de algunos números. Es posible que sea más bien la mala caligrafía que se suele dar cuando vamos tan deprisa, pero los ‘9’ y los ‘4’ son un verdadero quebradero de cabeza, haciendo que tengamos que escribir varias veces el mismo dígito para ver si esa vez sí lo reconoce como tal; y eso provoca que nos desconcentremos o perdamos la estela en algunos ejercicios, que se rompa esa memoria en segundo plano.

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