Marvel Heroes Omega, Análisis

No todos los días tenemos la fortuna de recibir un Action RPG de vista isométrica dentro de los dominios consoleros. Este tipo de proyectos —tildados por cierto sector de nicho fuera del ordenador— han estado envueltos en una sombra de dudas, algo similar a lo que le ocurren otros géneros como la estrategia en tiempo real o los MMORPG. Para romper con esta dinámica negativa hacía falta un nombre de relevancia capaz de demostrar lo equivocados que estábamos ante la posible concepción de estas propuestas en los ecosistemas tradicionales.

Blizzard con su siempre incombustible Diablo 3 quizá fuese la excusa perfecta con la que empezar la mudanza hacia terrenos alejados del teclado y ratón. Pese a que no faltaron precedentes —Torchlight o Sacred 2 en Xbox 360, por poner ejemplos cercanos—, su éxito aseguró una hornada de obras que seguirían hasta el título que tenemos entre manos. Los principales miedos del traspaso de un título tan arraigado a la versión para compatibles como lo es Marvel Heroes Omega residen en dos puntos: la periodicidad de sus actualizaciones y si el contenido se mantiene fiel al ya introducido por la compañía. Desafortunadamente ambos caminos difieren. En consola se seguirá un ritmo distinto en todas las facetas; poco a poco se intentarán equiparar para no sufrir un severo retraso entre un lanzamiento y otro, pero a día las ausencias en consola pesan.

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Víctor vuelve a las andadas

La campaña es uno de los principales atractivos de nuestra estancia en Marvel Heroes Omega. El entramado girará en torno a la obtención del Teseracto por parte de Víctor Von Doom, más conocido como Doctor Doom. Esta gema del infinito que una vez perteneció a Odín es capaz de realizar un sinfín de extraordinarias acciones. Desde abrir grietas en el espacio-tiempo, pasando por destruir planetas enteros e incluso poder dilucidar lo que ocurrirá en el futuro. Los planes del villano, desde luego, no pasan por hacer el bien precisamente, por lo que los agentes de Shield activan a todos sus operativos para acabar con la amenaza. No les será una empresa sencilla; Víctor cuenta con los efectivos más poderosos, unidos bajo el estandarte de Hydra. Este choque de intereses pondrá al universo Marvel patas arriba. ¿Salvaremos el mundo una vez más o pereceremos bajo el yugo del Doctor?

La campaña se compone de nueve capítulos en total, más un pequeño prologo que servirá para habituarnos a los controles con mando. Cada uno de ellos siguen una organización similar en cuanto a distribución de estancias y desarrollo de los acontecimientos. Una vez estemos en la Torre de los Vengadores —nexo de los jugadores donde se ubican los principales mercaderes— podremos desplazarnos hasta la siguiente zona argumental, donde encontraremos un portal de retorno en caso de querer viajar rápidamente entre lugares. Las primeras porciones de cada nivel suelen ser zonas sociales compartidas en vivo con otros usuarios. En ellas podemos realizar actividades diferentes que premian la exploración, como las patrullas. Por ejemplo: un evento de tiempo limitado en donde deberemos cumplir un objetivo junto a otros jugadores para obtener recompensas especiales, o pequeñas mazmorras secretas donde aguardan botines únicos.

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Si seguimos estrictamente el hilo conductor nos encontraremos, quizá, con un desarrollo excesivamente repetitivo. Mientras avanzamos, grupos enemigos nos intentarán poner freno, y una vez alcancemos el final de la estancia nos enfrentaremos a un adversario más fuerte de lo normal. Tras acabar con él, seguiremos de nuevo el hilo hasta volver a entrar en la siguiente fase, de misma estructura y semejante final. La conclusión de los capítulos la protagonizan los fervientes combates contra los Jefes Finales. Nombres como Ultrón, Doctor Octopus y Magneto —entre otros— pondrán a prueba nuestras aptitudes. La narrativa se concentra en forma de cinemática poco después de acabar con ellos, dando así final al capítulo en cuestión. Lo cierto es que esperábamos bastante más de estos combates, pues no distan de lo que podemos encontrar en otras secciones. Tienen más peso por lo que representan que por sus capacidades reales.

Nuestro periplo por la campaña por primera vez nos ha tomado quince horas aproximadamente, realizando alguna que otra actividad secundaria e intentando explorar lo máximo posible cada zona de libertad. Modo que, como suele ocurrir en el género, se siente como un mero trámite para mejorar al héroe que manejamos hasta los últimos niveles de personaje. O dicho de otra forma, hasta alcanzar el inicio del contenido high end. Es una auténtica lástima que el diseño de niveles sea tan poco elaborado en esta vertiente, pues los sucesos en clave marvelita son suficientes para mantener el interés hasta el final.

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Progreso y desarrollo

La naturaleza Free to Play de Marvel Heroes Omega llevó a la compañía a implementar ciertas políticas cuestionables. Nos referimos principalmente al desarrollo de los héroes, su desbloqueo y la progresión del equipamiento. Al comienzo de la historia podremos probar unos pocos personajes para encontrar el que mejor se habitúe a nuestro estilo de juego. Una vez alcanzado el nivel diez quedará ligado a nuestra cuenta para siempre, y será junto a él con quien completemos por primera vez el modo historia. Si queremos cambiar a un personaje que no está en nuestro poder, tendremos varias opciones a nuestra disposición: adquiriendo monedas previo pago real, utilizando los artefactos que encontraremos durante nuestro recorrido por el juego —escasos, pero hay— o comprando en la tienda los paquetes de héroes adicionales.

Nuestro progreso con un determinado personaje no se traslada al resto, salvo algún objeto que obtengamos y que solo puedan utilizar algunos de ellos —en cuyo caso guardaremos en el baúl de la Torre, compartida entre todos los héroes de tu cuenta—. Esto implica que cada vez que cambiemos a otro, tendremos que completar todo el modo historia para poder mejorarlo. Esta sensación de repetición, unido a que el título no facilita la accesibilidad al jugador, terminan creando una sensación de hastío que solo soportarán aquellos que tengan un grupo con el que completar las tareas de máxima cooperación o los auténticos fanes de la licencia. El techo en cuanto a contenido es visible demasiado pronto.

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Estas sensaciones también se trasladan a los árboles de habilidad. Dependiendo del héroe contaremos con un número de habilidades activas que podremos utilizar en combate hasta un total de ocho a la vez. A medidas que alcancemos nuevos niveles las desbloquearemos de forma progresiva hasta el nivel 30, cuando llegaremos a la última. Poco después podremos administrar nuestra barra de talentos, permitiendo beneficiarnos de las mejoras de las habilidades pasivas, las cuales sigue en el mismo progreso que las activas. No será hasta llegar el nivel 60 —el máximo en estos momentos— cuando por fin podremos utilizar nuestra ultimate, una acción especial de recarga lenta que realizará una inmensa cantidad de daño a nuestros adversarios.

¿Por qué decimos que las sensaciones de hastío son similares? Principalmente porque no todos los héroes cuentan con la misma variedad. Además, algunas dan la sensación de que no aportan nada especial frente a las que claramente sobresalen. Al final compruebas que una organización de habilidades de bajo nivel sirve casi para la mayoría del juego. Hay muy pero que muy poco espacio para experimentar, y es una auténtica lástima puesto que los talentos podrían influenciar mucho más a las activas. 

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Una de las principales ventajas para subir varios héroes de nivel reside en el campo de las sinergias. Todos los personajes tienen dos bonificaciones que podrán usarse a partir del nivel 25 y 50. Cuando tengamos uno que cumpla una de los dos requisitos previos, podremos añadirlo a nuestro círculo cercano, del que se beneficiarán todos aquellos que se encuentren dentro. Es decir, si tengo a Daredevil, Spiderman y Punisher y manejamos al último, contaremos con las mejoras del trío. Pocos no marcan la diferencia, pero llevando un equipo de diez se agradece.

Para el seguidor de la marca será todo un placer comprobar cómo las acciones se ajustan a los perfiles de los héroes, con sus correspondientes guiños y bromas; es delirante manejar a personajes como Deadpool, que mantiene su humor ácido y que tantas sonrisas nos hará esbozar. Si antes hablábamos de las pocas ayudas que el juego ofrece a los jugadores, bien es cierto que la cantidad de equipamiento que encontraremos es abundante. Matar a enemigos, encontrar baúles, recompensas por misión o eventos… la transición hasta el nivel 60 estará repleta de cambios de equipamiento. No ofrecerán cambios estéticos, eso está reservado para la skins; el agujero de dinero para los auténticos neófitos de Marvel Heroes Omega. Encontraremos tanto versiones de los comics como de las películas del universo extendido de Marvel. Merece la pena echar un vistazo ante lo que tiene que ofrecer, aunque como ya digo, conseguirlas requiere un nuevo paso por caja.

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La versión a la que hemos tenido acceso a la hora de realizar este análisis corresponde a la última consola de Microsoft, Xbox One. Al menos en ella, el rendimiento deja bastante que desear. La tasa de frames es una montaña rusa, especialmente cuando usuarios reales se encuentran en pantalla. Tampoco es que sea un título exigente en el plano gráfico, pero lo cierto es que esperábamos que, como mínimo, ofreciese una experiencia estable. En cuanto a posibilidades de juego entramos en noticias más agradables, con posibilidad de modo local para dos jugadores y en red para hasta cuatro en un grupo. Aunque veamos por el mundo más jugadores, el número de integrantes en una misma escuadra está bloqueado en dicha cifra. Por último, el juego se encuentra traducido al español en la mayoría de textos. Las voces están en completo inglés, al igual que los textos de los diálogos en las cinemáticas.

Este análisis se ha realizado con un código para Xbox One