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Ciencia y tecnología

DÉCIMO ANIVERSARIO

5 curiosidades sobre el iPhone, el móvil que lo cambió todo

El primer smartphone de Apple ha cumplido diez años desde su estreno en 2007.

5 curiosidades sobre el iPhone, el móvil que lo cambió todo

Se anunció en 2007, salió a la venta ese mismo año, y dejó de fabricarse en 2008 cuando salió su sucesor. El modelo original del iPhone sólo estuvo un año en el mercado, pero le valió para hacer historia no sólo tecnológica, sino también a nivel social. Porque con el iPhone nació el concepto de smartphone o teléfono inteligente, el mismo que ha revolucionado en estos diez años toda la tecnología, haciendo que el concepto ‘smart’ sea aplicado a todo, desde la ropa a los electrodomésticos, vehículos, juguetes, etc. Y todo nació del iPhone, el primero de su especie del que partió el concepto que el mercado del móvil ha seguido en esta última década. Aprovechamos sus 10 años entre nosotros para contarte 5 curiosidades sobre el teléfono Apple.

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Curiosidad 1: ¿Por qué siempre ha tenido un sólo botón frontal?

Un rasgo característicos en los teléfonos móviles desde su inicio hasta ahora, desde que Nokia montaba su sistema operativo Symbian hasta que nació Android, es que todos llevan un ‘Back Button’ o botón hacia atrás, implementado para facilitar la navegación. Pero no en los iPhone, ya que desde el primero en 2007 hasta el iPhone 7 Plus, todos han tenido un sólo botón frontal. Aunque en principio no iba a ser así, ya que el mismísimo Steve Jobs quería añadir un segundo botón para la navegación.

Imran Chaudhri, veterano diseñador de Apple con dos décadas en la compañía, le explicó a Jobs que un único botón permitía que “la gente confiase en que el dispositivo haría lo que ellos quisieran que hiciese. El problema con el resto de móviles era que las funciones estaban enterradas en los menús tan complejos. Un botón para volver habría complicado las cosas“, por lo que Jobs se lo pensó mejor. Lo más curioso es que al principio el iPhone no iba ni a tener botones, siendo un móvil todo pantalla… exactamente como son ahora con el Samsung Galaxy S8 y como parece que será el iPhone 8 según todas las filtraciones.

Curiosidad 2: Moscone blindado, obsesión Jobs por la seguridad

En su momento no había nada como el iPhone en el mercado, motivo por el que el desarrollo y la preparación del terminal fueron una experiencia muy intensa. Conscientes de que tenían entre manos un salto evolutivo sin igual en la telefonía móvil, Steve Jobs estaba obsesionado con la seguridad y quería evitar a toda cosa cualquier mínima filtración, motivo por el que los preparativos para su presentación en el centro Moscone West de San Francisco fueran ultra-secretas. De hecho, literalmente ‘secuestraron’ el recinto y Apple instaló un laboratorio electrónico detrás del escenario y una habitación con sofá para Jobs, junto a más de una docena de guardias de seguridad armados que patrullaban las 24 horas del día por las salas ocupadas por Apple. Todo esto durante casi una semana hasta que llegó la presentación.

Nadie podía ir de una sala a otra sin llevar una identificación comprobada electrónicamente -para algunas salas hasta 4 veces- y además que su nombre estuviese en una lista especial aprobada por el propio Jobs. En el escenario donde el CEO de Apple practicaba sólo podían entrar unos cuantos ejecutivos de Apple. Y lo más curioso, como el New York Times nos relata: Steve Jobs estaba tan obsesionado por las filtraciones que intentó que todo aquel contratista que había participado en la presentación, ya fuese haciendo demos, poniendo el sistema de luces y sonidos o simplemente montando las cabinas, durmiesen dentro del Moscone la noche antes del evento. Sobra decir que consiguieron convencerle y que cambiase de idea.

Curiosidad 3: Demos en directo, “si fallamos, será culpa tuya“

El éxito de los productos Apple radica en dos factores importantes. El primero es que han conseguido crear un estilo de vida alrededor de ellos, y el segundo es otra vieja obsesión de Jobs: su gran fiabilidad. iPhones, iPad y Macs son productos que dan el máximo rendimiento y suelen tener un ratio de averías muy bajo, y parte de esa confianza la construyó Jobs haciendo algo que muy pocos hacen: demostraciones en directo, sin trampa ni cartón. En un evento de una gran marca, lo usual es que las demos que se ven estén preparadas para no fallar, porque se quiera o no, un aparato electrónico es un aparato electrónico y está expuesto a fallos de última hora. Y en plena presentación en directo eso significa minar la confianza de los usuarios y patrocinadores.

Jobs estuvo practicando sobre el escenario durante 5 días, y todo ese tiempo hubo fallos en los iPhone que usaba, incluso el día antes seguía habiendo llamadas que se colgaban solas, pérdidas en la conexión a Internet o crasheos del sistema que apagaban de golpe el móvil. Andy Grignon, manager senior en Apple y encargado de una parte esencial de la mecánica interna del iPhone, asistió a esos ensayos y en uno de ellos el propio Jobs le dijo en voz alta “si fallamos, será culpa tuya”. Las cosas estaban muy tensas y Jobs era un perfeccionista que quería demostrar sin trucos lo bien que iba el iPhone en directo. El mayor problema era lo limitado de la memoria RAM, de sólo 128 MB, ya que Jobs quería hacer llamadas, ponerlas en espera, hacer una foto y enviarla por e-Mail, navegar, escuchar música y volver a coger la llamada. Todo eso con apps a medio hacer y un iOS novato lleno de bugs.

Curiosidad 4: Todo o nada, el mayor riesgo de Apple

El proyecto de hacer el iPhone era tan grande, complejo y consumía tantos recursos que su desarrollo no hacia presagiar nada bueno. Debido a su tamaño, el iPhone requirió del uso de la mayoría de los mejores ingenieros que había en Apple, los cuales tuvieron que quitar tiempo a otros proyectos y retrasándolos. Había discusiones, gritos, se trabajaba 80 horas a la semana, muchos ingenieros se despidieron porque no podían más. Pero al volver a casa y dormir un poco, volvían a la compañía unos días después. Grignon comenta que incluso una jefa de personal pegó un portazo tan fuerte en su despacho que la puerta se trabó y pasó una hora antes de que pudieran sacarla de ahí.

¿Qué habría pasado si el iPhone hubiera sido un fracaso? Pues dados los recursos invertidos, Apple se habría enfrentado no sólo a una enorme pérdida monetaria, sino también de prestigio -los fans llevaban mucho tiempo pidiendo un iPod con funciones de teléfono- y de personal, ya que mucha gente importante de la plantilla se habría marchado de frustración ante el fracaso, y Apple no tendría un producto nuevo de envergadura listo para presentar en bastante tiempo. Pero no fue así la historia…

Curiosidad 5: Chupitos de Whisky de alegría

Con todo lo de antes, imaginad cómo estaban Andy Grignon y el resto de personal entre ingenieros, managers y demás, durante la presentación en directo del iPhone. Había 6 de ellos en la quinta fila del Moscone, contemplando cada paso de Jobs. Pero lo que no se vio en el directo fue cómo esos 6 empleados brindaban con una petaca de Whisky escocés cada vez que Jobs terminaba una sección de la demostración sin que hubiera fallos. Y al terminar la keynote, la petaca estaba vacía: “Fue la mejor demo que ninguno de nosotros había visto jamás. Y el resto del día fue igual de bueno para todo el equipo iPhone. Nos pasamos el resto del día en la ciudad, bebiendo. Todo fue un caos, pero salió genial”. El resto de lo que sucedió a partir de ese 9 de enero de 2007 fue, simple y llanamente, historia.