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Valkyria Revolution

Valkyria Revolution

  • PlataformaPSVXBOPS47
  • GéneroRPG, Estrategia
  • DesarrolladorMedia Vision
  • Lanzamiento30/06/2017
  • TextoInglés
  • VocesInglés

Valkyria Revolution, Análisis

La guerra siempre se renueva. Tras vivir el enfrentamiento en una fictica Segunda Guerra Mundial, ahora el enfrentamiento se traslada a la época de la Revolución Industrial con un juego que tiene grandes ideas, pero al que le falta un poco de tiempo más en el horno.

Actualizado a

En el año 2008 Sega nos regalaba Valkyria Chronicles, uno de los mejores juegos de PlayStation 3. Se trataba de un juego de estrategia por turnos que destacaba por su maravilloso plantel de personajes, su espectacular apartado técnico y, sobre todo, por su emotiva historia. Aunque el mercado castigó duramente al juego (en parte por decisiones como lanzarlo exclusivamente en inglés en mercados como el nuestro, pese a la importancia del argumento), los aficionados se enamoraron de este título y el boca a boca lo convirtió en una leyenda de la plataforma de Sony. Tal fue así que, pese al fracaso inicial del juego, se acabó convirtiendo un éxito a largo plazo y los jugadores pidieron más. Fue así como sega quiso satisfacer a los usuarios, pero sin jugársela demasiado, con Valkyria Chronicles II para PSP (2010).

Aunque esta segunda entrega perdía un poco del potencial del original al hacerse portátil, seguía siendo un título casi sobresaliente y que funcionó mucho mejor que el original, al menos en Japón. Fue así como, tan solo un año después, Valkyria Chronicles III se lanzaba también para PSP, pero tan solo en el país del sol naciente (lo cual fue una pena, pues se trata de una grandísima entrega de la franquicia). Entre 2012 y 2015, Sega centró los esfuerzos en Valkyria Chronicles D, un juego para móviles exclusivo de Japón, mientras se lanzaban mangas y animes de la franquicia. La gente pedía más Valkyria, pero las ventas estaban ajustadas… así que Sega decidió lanzar, a final de 2014, el Valkyria Chronicles original para PC. En dicha plataforma, el juego consiguió en semanas lo que en PlayStation 3 le costó un año conseguir.

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Y este éxito animó a Sega a dar un paso al frente con la franquicia. Quiso darle una nueva oportunidad en PlayStation 4 con la versión remasterizada de la primera entrega, anunció un spin-off llamado Valkyria Revolution y, según están comentando los desarrolladores en las últimas entrevistas, se está trabajando en nuevas entregas de la serie original. Pero hoy tenemos entre nosotros Valkyria Revolution y, lo cierto, es que las expectativas que teníamos estaban por las nubes tras una trilogía sobresaliente. Posiblemente, se hayan obsesionado demasiado con hacer un spin-off y diferenciarlo lo máximo posible de la serie original, de tal modo que al final se quedaron en tierra de nadie. Se presentan muy buenas ideas sobre la mesa, pero faltan detalles para volver a alcanzar las cotas de calidad a las que nos habíamos malacostumbrado.

Batalla en la revolución industrial

El juego empieza un siglo después de la Guerra de Liberación, en un cementerio donde un estudiante comenta los acontecimientos de dicha guerra con su profesora. Mediante un diálogo constante, se van repasando los capítulos más importantes de dicha guerra; todo esto, por medio de un libro de historia similar al de Chronicles, pero que ahora cobra un sentido extra al haber gente que interactúa con él. Más allá de este hilo conductor, en el juego viviremos en primera persona esa gran guerra entre Jutland y Ruzhien, quienes se enfrentan por el ragnite. Este material, que posee propiedades mágicas y que ya vimos en la serie principal, ha permitido una gran revolución industrial y ha provocado que grandes reinos se enfrenten por hacerse con la mayor cantidad de fuentes de ragnite posibles.

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A partir de esta premisa básica, el juego irá desarrollando todos sus conflictos sociológicos y políticos a lo largo de los 12 capítulos del juego (10 más prólogo y epílogo), ahondando en diferentes asuntos como, por ejemplo, la existencia de la Valkyria, un ente sobrehumano y letal que podría desequilibrar la balanza de este conflicto bélico. No queremos profundizar mucho más en la historia, ya que es tan profunda y compleja que requeriría muchas líneas explicarla toda. De hecho, la historia es, precisamente, el punto más brillante de esta entrega. Su ambientación industrial funciona muy bien, los personajes son interesantes y los giros argumentales son atractivos. Sin darnos cuenta, la historia nos va empujando a seguir jugando y descubriendo cómo se desarrolla, ya que es una historia de venganzas diferente, muy madura y con toques oscuros a los que no nos tienen acostumbrados los videojuegos.

Un nuevo sistema de combate

No obstante, nada de todo esto llega a brillar por diversos factores, siendo el primero de ellos el sistema de combate. Al ser un spin-off, se intentó variar el sistema de juego para marcar bien las diferencias; así pues, mientras los Chronicles son juegos de estrategia por turnos, Revolution es un juego de acción directa, que recuerda por momentos a los Musou (Dynasty Warriors, por ejemplo), ya que la estrategia cae en un segundo plano para favorecer el avance directo y el atacar a todos los enemigos que nos encontremos a nuestro paso. Casi siempre, la dinámica en cada capítulo es la de avanzar por un par de fases de relleno (alguna en el campo de entrenamiento) antes de la gran fase principal y del inevitable jefe final (el cual puede pasar de soldados sobrehumanos hasta grandes maquinarias bélicas.

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El problema es que el combate no llega a ser el de los Musou y las fases se antojan en todo momento un tanto extrañas. Hubo una demo del juego con el lanzamiento de Valkyria Chronicles Remastered y las críticas de los aficionados fueron muy duras, puesto que no se veía del todo bien el nuevo sistema de acción y querían que el juego tuviese más elementos de rol y estrategia, como la serie original. Esto provocó que se hiciesen cambios en el juego, pero con poco margen de cara a su lanzamiento; mientras Sega seguramente intentaba llegar a un público diferente, más orientado hacia la acción, los aficionados de la franquicia pedían que no se perdiese tanto la esencia del nombre Valkyria. Al final, lo que nos llega es un Frankenstein desaprovechado a muchos niveles que, si bien consigue entretener y cumplir, no deja de transmitir una sensación extraña y de lo que se podría haber llegado a hacer.

Aunque el juego está planteado tal cual para ser un título de acción, se han añadido infinidad de elementos de rol y estrategia, como turnos falsos (los personajes tienen un tiempo de recarga antes de poder volver a atacar) que no funcionan del todo bien en pleno combate frenético rodeado de enemigos, árboles de habilidades para mejorar a los personajes (muy interesantes y con muchas posibilidades), mejora de armamento, adquisición de equipo y ragnite, etcétera. Y, sobre todo, han añadido numerosos elementos que no aportan nada en un juego de acción. Por ejemplo, el sistema de coberturas de los Chronicles se potencia aquí con sacos de arena, esquinas de edificios, tejados… pero no son de gran ayuda cuando se anima a la acción directa. Lo mismo se puede decir de los momentos de estrategia que el juego propone a través del diseño de muchos escenarios, que caen fácilmente en el olvido porque a la hora de la verdad todo se reduce a tener el nivel acorde al nivel indicado para la fase (al menos en nivel de dificultad normal).

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Donde más se necesita la estrategia es en los jefes finales, ya que tendrán debilidades elementales (aquí el ragnite es de diferentes elementos) y ataques potentes que habrá que ser capaces de esquivar. Casi todas las fases son breves y, posiblemente, lo más largo sean los combates contra jefes finales, que son innecesariamente largos, pero están hechos para alargar un poco artificialmente la duración del juego. Como decimos, algunas fases se nota que son de relleno y, mientras hay algunos mapas que los vemos y nos imaginamos perfectamente cómo se desarrollaría un combate de Chronicles en ellos, otros son más básicos y claramente orientados a la acción directa y rápida de nuestro equipo de 4 personajes contra el mundo. Reconocemos que no es justo comparar Revolution constantemente con Chronicles, pero es precisamente su franquicia madre y fueron precisamente los aficionados de Chronicles los que provocaron que el juego se quedase en tierra de nadie.

Si nos ceñimos únicamente a hablar de Revolution como juego completamente independiente y único, sin fijarse en los detalles heredados y desaprovechados, tenemos un juego que ofrece demasiadas cosas para lo que necesita y que se acaba haciendo repetitivo. La dinámica es similar a la de Chronicles, con secuencias de vídeo que presentan la historia, descansos para comprar equipo y mejorarlo, y fases de combate. Un ciclo que se repite desde el principio hasta el final del juego, pero que no funciona tan bien como debería porque esas secuencias de vídeo no consiguen transmitir debido a que les falta vitalidad y carisma.

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Apartado técnico

Esa ausencia de carisma viene heredada, sobre todo, del hecho de que el juego se lanzase en PlayStation 4, Xbox One… y PlayStation Vita (en Japón). El quedarse a medio camino entre todo el potencial técnico de la generación actual con el potencial de una consola portátil provocó que los personajes parezcan estáticos en esas secuencias de vídeo, con mucho diálogo pero poco movimiento y muy poca expresividad. Y ese es un choque notable porque a nivel de diseño el juego es excepcional, jugando muy bien con la base visual tan original de Chronicles para actualizarla y darle un toque similar pero diferente. Y además, todos los diseños de personajes y de fondos son muy atractivos, con estilos muy creíbles y acorde a la época de revolución industrial que se intenta recrear. Bueno, todos menos el de la Valkyria, con la cual se les fue de las manos el tema de los pechos, hasta el punto en que al respirar parece que aumenten de tamaño (todavía más). Una pena que se hayan ido tan al extremo y ensucien un poco el buen trabajo realizado en este aspecto.

Por su parte, el apartado sonoro es otro punto positivo del juego, con composiciones de mucho nivel de Yasunori Mitsuda, quien participó en títulos tan importantes como Inazuma Eleven, Xenoblade Chronicles, Stella Glow o Chrono Cross, entre muchos otros. Sabe amoldarse perfectamente a cada momento del juego y, de hecho, la secuencia inicial tiene un tema musical espectacular que hace que nos enamoremos del juego antes incluso de ver la pantalla de título. Por desgracia, después nos encontramos con esas secuencias lentas que no hacen justicia a la gran historia del juego, ese sistema de combate que no explota todo su potencial, esas pantallas de carga constantes, etcétera. Esto no implica que Valkyria Revolution sea un mal juego, porque tiene muchas virtudes y la jugabilidad responde tan bien que es entretenido y no te arrepientes de jugarlo. Pero dista mucho de ser esa obra sobresaliente que se percibe en numerosos detalles que podría haber llegado a ser.

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Este análisis se ha hecho con un código de la versión PS4.

7

Bueno

Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.