Old Man's Journey
- PlataformaIPDPC7IPHAND
- GéneroPuzle, Aventura
- DesarrolladorBroken Rules
- Lanzamiento18/05/2017 (PC)19/05/2017 (IPD, IPH, AND)
- TextoEspañol
- EditorBroken Rules
Old Man's Journey, Análisis
Un anciano que descansa en una encantadora villa. En el recuerdo, toda una vida de aventuras, alegrías, tristezas y, en definitiva, imborrables recuerdos. Todo parece tranquilo, hasta que el cartero porta consigo un revelador sobre. Así comienza Old Man’s Journey, una sencilla aventura point & click de indudable belleza audiovisual.
Como os podéis imaginar a estas alturas, y sobre todo viendo las imágenes que acompañan al artículo, el título que nos ocupa nos ofrece un planteamiento jugable sencillo, cuyo cometido es mantenernos entretenidos mientras disfrutamos del extraordinario apartado estética del título y su minimalista narrativa visual. No en vano Broken Rules se alía esta vez con el estudio audiovisual Salon Alpin para mostrarnos una escenografía casi teatral —que parece realizada a mano— cuyas composiciones, animaciones y diseño de escenarios nos dejan totalmente maravillados.
En una serena y encantadora villa pesquera, un simpático anciano parece dispuesto a pasar los últimos años de su vida de forma tranquila. Pero todo cambia cuando recibe una misteriosa carta. El jugador no sabe su contenido, tan solo observa pacientemente como, con una tranquilidad melancólica, nuestro protagonista entra en casa, recoge algunas cosas esenciales, se arma con su fiable bastón y, mochila a la espalda, se embarca en un viaje colmado de recuerdos.
Y el escenario elegido para la ocasión nos recuerda fuertemente a paisajes de la Toscana como Cinque Terre ,a pesar de que la ambientación parece estar situada en cálidos lugares como Annecy o Riquewihr, donde recorreremos además algunos otros pueblos franceses encantadores mientras surcamos ríos, descendemos a través de cascadas y nos lanzamos a alta mar hasta dar con la conclusión de la historia.
Mientras avanzamos en la trama, uno de los pilares en los que se asienta la aventura también tiene un fuerte carácter artístico: lo momentos más importantes en la vida de nuestro protagonista se manifiestan cuando llegamos a lugares especiales, dejamos nuestro bastón descansando bajo un cómodo banco de madera, y disfrutamos de unas fantásticas ilustraciones sutilmente animadas que nos recuerdan al estilo de artistas conceptuales de Pixar como Daniel Garriaga. Y es que la película Up (2010, Disney-Pixar) también sirve como influencia directa de esta aventura. Pero, enfatizando en el apartado jugable del título que no ocupa ¿qué nos ofrece realmente Old Man’s Journey más allá de su brillante apartado audiovisual?
El manejo de nuestro protagonista es sencillo: con el ratón iremos marcando los lugares hacia los que deseamos que se desplace al más puro estilo point & click, sobre unos escenarios bidimensional formado por múltiples planos de profundidad. Cuando nos topemos con algún obstáculo o no podamos avanzar la solución será, por lo habitual, sencilla. En la mayoría de los casos moveremos partes del escenario (puentes, laderas, pequeñas mesetas, etc) para lograr que conecten entre sí (una sutil interfaz gráfica nos indicará los puntos de conexión posibles entre plataformas y su grado de movimiento) y permitir de esta forma que nuestro protagonista supere distintos obstáculos. Eso sí, deberemos tener en cuenta que no se nos permitirá mover el plano donde se encuentra nuestro protagonista.
El sistema de control es sencillo, aunque se nota que está pensado para disfrutarlo a través de una interfaz táctil: muchos de los elementos que conforman el escenario reaccionarán mediante la presión, nos deleitarán con pequeñas animaciones o se moverán para regalarnos algún que otro detalle gracioso. Nos encontraremos con animales que reaccionan si pulsas sobre ellos; puertas que se abren y cierran para ofrecernos, en algunos momentos, una pequeña sorpresa visual, y un buen puñado de pequeños matices secundarios que funcionan mejor al disfrutar del juego en un dispositivo móvil. No obstante, la dinámica point & click también responde de forma fiable a nuestro ratón, pese a que la sensación de estar “arrastrando” las estructuras y moldeando el escenario no es tan satisfactoria.
Este aspecto, unido a que la aventura principal, a pesar de su corta duración, reutiliza algunas dinámicas durante toda la aventura (como la de levantar laderas o la de espantar ovejas que nos dificultan el progreso) que pueden tornarse algo aburridas y repetitivas, son algunos de los puntos más criticables de un título que, como hemos dicho anteriormente, se mueve por las sensaciones que nos transmite su apartado audiovisual.
Y precisamente en el audio es donde encontramos otra faceta realmente maravillosa. La banda sonora —inspirada en el estilo de músicos como Yann Tiersen (Amelie, 2001) o Ludovico Einaudi (Intocable, 2011)— hace gala de una partitura donde los acordeones, el piano y el violín se encargan de definir un melancólico acompañamiento, combinado perfectamente con unos efectos sonoros ambientales de notable factura.
Una vez superada la historia principal (que nos puede llevar alrededor de hora y media o dos horas), no encontraremos un aliciente los suficientemente atractivo como para volver a disfrutarla en un corto período de tiempo. En el caso de querer volver a rememorar su tranquila y encantadora ambientación —dejando reposar el juego unos meses— mientras disfrutamos de las espectaculares ilustraciones que nos regala el juego, nos encontraremos con el único aliciente para revisar esta, todo hay que decirlo, también bastantes asequible aventura (su precio actual en steam es de 7,99 €).
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.