WipEout: Omega Collection
- PlataformaPS49
- GéneroConducción
- DesarrolladorGaia (Sony)
- Lanzamiento07/06/2017
- TextoEspañol
- EditorSony Computer Entertainment
Análisis de WipEout Omega Collection, Un legado Eterno
WipEout HD y su espectacular expansión, Fury, vuelven a la carga. Esta vez en PlayStation 4 y de la mano de WipEout 2048. Analizamos la esperada colección que recoge sus remasterizaciones. Echando de menos a Studio Liverpool, toca ver cómo han envejecido los aspirantes de Sony al trono de la velocidad arcade.
Thanks for the memories
¿Por qué sigue brillando el sol? ¿Por qué el mar continúa precipitándose hasta la costa? ¿No saben que es el fin del mundo? No lo entiendo. ¿Por qué lloran mis ojos? ¿Por qué sigue latiendo mi corazón? No. No logro entender cómo las cosas siguen funcionando igual que siempre. La gente parece no darse cuenta de que el mundo ha terminado. De que terminó cuando me dijiste adiós.
Patty Duke, The End of the World. Háganse un favor, vayan a Youtube, búsquenla y denle al play. Automáticamente, sangrarán. Se transportarán a ese fatídico 22 de agosto de 2012 en el que Sony anunció el cierre de Studio Liverpool, aka Psygnosis. Se acordarán de lo injusta que es la vida y se preguntarán, tal y como hicieron entonces, cómo acabaron así con los creadores de algo tan mágico y único como WipEout. Los padres de un legado eterno, inolvidable.
Mañana, 7 de junio de 2017, WipEout Omega Collection llega a las tiendas de todo el mundo. En su interior, el excepcional WipEout HD, hijo de la incestuosa relación entre WipEout Pure y WipEout Pulse. A su lado, Fury, su brillante expansión. Y junto a ambos, su dignísimo hermano pequeño, WipEout 2048, un hito portátil, una hazaña técnica y jugable. Nadie pensaba en su día que este último sería la despedida de Studio Liverpool, el adiós, pero ahora que ya sabemos que lo fue, bien vale como broche de oro, bien demuestra que cualquier juego de la desarrolladora serviría como tal, algo que refleja a la perfección cómo trabajaba y qué ofrecía, que habla de la calidad de sus títulos.
Es difícil no sentirse como un traidor al arrancar Omega Collection y no ver el logo del equipo. Difícil no detenerse a pensar si WipEout y F-Zero han sido maltratadas. No preguntarse si el futuro es únicamente cosa de sus herederos, de juegos como Fast RMX y el próximo Redout. O evitar rastrear cómo fue la diáspora de sus trabajadores hacia XDev, Firesprite y Playrise Digital.
Pero en cualquier caso, hemos de sobreponernos y superarlo. Porque fue el fin del mundo, sí, pero hemos sobrevivido. Y hoy tenemos entre manos las remasterizaciones de los aspirantes de Sony al trono de la velocidad arcade, un trabajo de restauración del que esperamos respeto y brillantez. Aunque cuando partes de algo tan soberbio como lo que incluye esta edición, es difícil perderse en el camino a la excelencia.
Esto es WipEout
Los habituales en la saga sabrán lo que van a encontrar en WipEout Omega Collection. Los recién llegados, sed bienvenidos. Permitid que os demos el protocolo de actuación que habéis de seguir cuando lleguéis por primera vez al menú principal del juego. En primer lugar, quitad la asistencia al piloto, y en segundo, poned todo en dificultad difícil. Los Pases de carrera de 2048 no valen de nada si no son de Élite, y las Medallas de Oro de HD/Fury solo cuentan si tienen tres muescas. Una vez completados estos pasos, podéis empezar a jugar. O a perder. Porque sí, vais a perder una y otra vez. En tantas ocasiones como días tiene un año. Pero precisamente por eso os lo vais a pasar de miedo.
No, en WipEout no vas a ponerte a liderar la carrera en la primera vuelta. Perdón, ¿he dicho en la primera? Quería decir en la primera, la segunda y la tercera (solo en Venom juegas a tres vueltas). Puede que en la cuarta empieces a competir por estar en cabeza. Puede. El corredor que va en séptima posición se aferrará a esa plaza como si de ella dependiera ser campeón del mundo. El sexto hará lo propio y hasta un poquito más. El quinto lo que el sexto, y aún irá un pasito más allá. Y así en lo sucesivo. Si al entrar en la última vuelta vas octavo y crees que vas a adelantarlos a todos, te equivocas. Sin más. Si vas quinto, reza por acabar a tercero. Celebra un cuarto puesto y date una palmadita en la espalda si has logrado defender ese quinto con éxito. Adelantar dos naves en una vuelta es aceptable. Tres o cuatro, una vuelta perfecta en la que se te ha aparecido la figura de San Cristóbal.
No te van a llover mejores armas y objetos por ir último. No hay caparazón azul al que agarrarse. Si eres bueno, te pones delante, aprietas y no fallas, te escaparás y ganarás. Al primero también le tocarán los misiles y turbos. No va de eso. Va de que los frenos aerodinámicos han de ser una extensión de tu conciencia y de que has de ver cada bache como una oportunidad para realizar una nueva barrena. Placa azul o placa roja. Cabeza o corazón. Si embistes a alguien por detrás, ni le apartarás de un empujón, ni te lo llevarás por delante. Perderás velocidad y unos segundos cruciales para ganar. Si empiezas a chocar en paralelo con un rival, os estáis arruinado la carrera al perder tiempo y energía para barrenas. Las bombas y minas no van a evitar que te den. Y que te toquen misiles y cañones de plasma no quiere decir que vayas a destrozar a nadie. Hasta un terremoto hay que saber cuándo y dónde tirarlo.
Como decíamos, vas a perder una y otra vez, pero precisamente por todo eso te lo vas a pasar de miedo. Porque adelantar en Chengou Project es más difícil que hacerlo en Mónaco. Porque batir a Zico es un logro que bien merecere salir en el currículum de cualquier persona. Y porque más difícil que elegir entre mamá y papá es decidir entre una barrena y tus 16 puntos de energía. La zona 65 te hará inmune a la epilepsia, darás más vueltas a Anulpa Phas que a tu barrio para buscar un sitio donde aparcar, y las locuras que harás con ese acelerón en Sebenco Climb y Übermall pasarán a la historia.
El desafío es mayúsculo, pero tremendamente satisfactorio. Técnica, pura habilidad y reflejos. En la mayor parte de las carreras, ganar estará en tu mano y dependerá de que lo hagas todo bien. Aquí el objetivo no es ser el más rápido, el que mejor toma las curvas y mejores tiempos hace. En este juego una carrera y una contrarreloj no son lo mismo "pero sin enemigos". Aquí el objetivo es ser el más inteligente, el que mejores decisiones toma durante la carrera. No lanzas los objetos si no te gustan. Decides si tirarlo, absorberlo o guardártelo para el futuro. Has de saber adelanter y cerrar a tu rival, ponerte delante de ese que viene con un turbo para aprovechar su "empujón" y frenarle. Distribuir tu energía y escoger la nave que más se amolda a tu estilo de juego. Cuando puedes hacer una barrena y cuando has de reservarte, como si de ahorrar gasolina se tratara. Dinámico y vivo, no hay dos partidas iguales.
Además, Omega Collection, al sumar los tres juegos, tiene la longevidad de los elfos. Más vidas que un gato. Modos, escenarios y desafíos para aburrir y exasperar a cualquiera. Las carreras tienen tantos fans como el modo zona, las contrarrelojes son de varios tipos (a mejor vuelta y mejor serie), tienes modos de eliminación y varias vueltas de tuerca a las zonas, con detonador y combates de zona. No vas a pasar hambre. No te vas a aburrir.
Las relaciones y conexiones de ambos juegos en Omega Collection
WipEout HD/Fury y WipEout 2048 conviven como entidades separadas. No hay trasvase de contenidos. No hay un aumento en las opciones y posibilidades jugables. Que tampoco es que fueran pocas, precisamente. Para saltar de la campaña de uno a la del otro (separadas todas, no se han unificado), no hace falta salir del juego. Es mucho más sencillo e inmediato. Sin tiempos de espera y sin pantallas de carga de ningún tipo. Los menús son exactamente los mismos que en el WipEout HD/Fury original, solo que ahora, al entrar en el modo campaña, también nos sale una tarjeta para WipEout 2048. Asímismo, en el Cuadro de Carreras, donde personalizamos qué partida queremos jugar, hay una opción que hace de Moisés y separa ambas entregas, haciéndonos elegir una de ellas. Lo mismo sucede en los modos online y en las estadísticas. Todo parece muy cohesionado, parte de un mismo conjunto indivisible, así que se truncan las expectativas de aquellos que esperaban adquirir en el futuro la remasterización de WipEout 2048 por separado.
A lo que nos referimos con "entidades separadas" es a que no se han mezclado las experiencias. No hablamos de homogeneizar hasta el punto de perder variedad y personalidad. Hablamos de que no podremos competir con las naves del primer título en el segundo, ni viceversa. No hay Combates de Zona y Detonador en los circuitos de WipEout 2048, y los modos Eliminador y Combate siguen estando diferenciados, a pesar de las similitudes. Las clases C, B, A y A+ van por un lado. Venom, Flash, Rapier y Phantom, por otro. Nos hubiera gustado correr en A+ por Anulpha Pass, por ejemplo, y comparar con la sensación de velocidad de Super Phantom.
La interfaz y el HUD en partida siguen siendo distintos, pero no podemos intercambiarlos. Como la espectacular cinemática de introducción de WipEout 2048 no cuadra en el conjunto, se ha eliminado, y hay más, los extras y desbloqueables de WipEout HD, como la interfaz de WipEout 2097, solo se pueden usar en los contenidos de la remasterización de este mismo, nada de verlos en 2048. La voz de información de HD se mantiene femenina y la de 2048, masculina. Y de igual modo, no pueden cambiarse. WipEout HD solo tiene placas de velocidad y de objetos; 2048 va más allá y divide las de objetos entre ofensivos y defensivos. Como supondréis, no se puede alterar o intercambiar eso. Sigue sin haber circuitos inversos en 2048 y no se han cambiado los logos de sus marcas para hacerlos coincidir con HD. El único añadido es el modo a pantalla partida para WipEout 2048 (a 2).
Por lo demás, son productos diferenciados y separados, que no comparten ni los buenos días más allá de los menús, que permiten un salto de uno a otro veloz y natural.
Es una decisión que tiene sentido. Sirve para equilibrar el juego, para que esté balanceado y mantenga la experiencia tan satisfactoria que ofrecía hasta ahora. Al fin y al cabo, las velocidades no son las mismas y el diseño de circuitos, tampoco. Estos últimos son más anchos y largos en WipEout 2048, por poner un ejemplo. También tienen más bifurcaciones y atajos. Estaban pensados para ser jugados en una portátil, y aunque es debatible si la experiencia es mejor o peor, ahora sigue siendo buena. En cuanto al tema de las velocidades, mientras una primera Medalla de Oro en un Evento de Zona exige llegar a la sección número 20, un Pase de Élite requerirá la 50, lo que habla de los distintas ritmos de los juegos. Aún teniendo su lógica, sabemos que desde que se anunciara esta edición ha habido usuarios que esperaban la existencia de dicha opción, a los que les hubiera gustado que se materializara la posibilidad de mezclar contenidos. Aumentaría las opciones jugables, sí, pero pero Sony no se ha metido en ningún tipo de lío o complicación. Todo es tal y como era antes.
Todo... menos el online. Encontramos lo que teníamos en su día en WipEout HD/Fury, aunque ahora también podremos jugar en los mapas y modos de WipEout 2048, como es lógico. Pero eso sí, no hay ni rastro de la flamante campaña online de la que presumió orgulloso WipEout 2048. Era un acercamiento diferente a los modos multijugador de la saga, cuyo único problema, a la larga, fue la falta de comunidad. En ella jugábamos partidas normales, pero teníamos objetivos concretos en función del nivel de la misma en el que nos encontráramos. Así, varios podían estar jugando una carrera, y por ejemplo, un jugador que estuviera en los primeros niveles tendría como objetivo participar y no quedar último, mientras que a alguien que estuviera en los finales solo le valdría ganar, ganar y ganar. Había una sensación de progreso online y cada vez se nos exigía más. Debíamos ser mejores y nos picábamos con facilidad tratando de superarnos.
Se puede crear la partida que uno quiera (hasta torneos, algo perfecto para quedadas y comunidades, a ver cuándo vemos el primero en Zonaforo), pero no hubiera estado de más mantener esas sesiones concretas con las que avanzar en nuestra campaña particular. Aunque al margen de esto, conserva todo. Premios por lealtad a las escuderías, interfaces desbloqueables, ayuda al piloto, modo foto... etcétera. La única novedad de peso es la inclusión de una nueva nave: Tigron K-VSR, nuevo homenaje a los orígenes de la franquicia (WipEout Fusion). Pesada y difícil de manejar, resiste cualquier cosa que le lancen. Se agradece, pero bien podrían haberle puesto tantos diseños como al resto de escuderías de WipEout HD/Fury (donde es utilizable), en vez de la mitad.
Las mejoras gráficas de las remasterizaciones
Han pasado diez años desde que salió WipEout HD. Bueno, no. Casi, pero no. En realidad han pasado ocho años, nueve meses y diecinueve días. El que se consagró como uno de los reyes del género llegó a tiendas el 25 de septiembre de 2008. Hace nueve años, prácticamente. Y como queremos tener razón, seguimos redondeando y lo subimos a diez. Como decíamos, han pasado diez años desde su salida... y sin embargo, y con las mejoras de Omega Collection, podría pasar por un juego de PlayStation 4. Es más, apurando un poquito, hasta podría pasar por un juego puntero de PlayStation 4.
El título funciona a una resolución de 1080p y con una tasa de imágenes por segundo sólida como una roca, 60 fps. En PlayStation 4 y PlayStation 4 Pro. Solventa las caídas puntuales que había en el original. Si tenemos una televisión con soporte Ultra HD, también podremos aspirar a albergar los 4K de resolución, aunque dinámicos, por lo que variarán según lo que necesite el juego en los momentos de mayor exigencia técnica. Además, el título también aprovecha el factor high dynamic range (HDR), siempre y cuando, y como decíamos antes, tengamos una televisión que lo soporte. De ser el caso ofrece una mejor calidad de imagen, con un espectro de colores más amplio, en busca de mayor vivacidad y realismo. Todo se suma al deleite de contar con unos mejores efectos y una iluminación superior. Y por último, también importante es la presencia de antialiasing, ausente en la versión que saliera en 2008. Lo único que se cae de esta edición es el modo 3D, que sí estaba en WipEout HD/Fury. Y habrá quien vea la ausencia de soporte para PlayStation VR como una gran oportunidad perdida.
El juego luce de escándalo para su edad, con muchos más detalles y contrastes que antes, y hasta nuevas texturas. Aquellos que albergaran dudas sobre cómo serían las pistas de WipEout 2048 en pantalla grande, que las dejen ir. Tienen tan buen aspecto como las de WipEout HD/Fury, o incluso mejor. Destacan sobre todo los efectos y la iluminación, que presentan un aspecto remozado y espectacular. Hasta el público de 2048 ha abandonado el 2D y ahora tiene un aspecto tridimensional (el cual tampoco es para presumir, pero habla de la cantidad de mejoras y del esfuerzo hecho por estar a la altura con la remasterización). En 2048, las carreras sobre superficies transparentes logran un resultado admirable gracias al nuevo motion blur. Os recomendamos echar una primera partida en Sebenco Climb (con la nueva nieve), y después a Sol, con su espectacular pendiente.
Sobre los tiempos de carga, una de las grandes lacras de WipEout 2048, nada, han sido prácticamente erradicados. Siempre hay uno antes de iniciar una prueba cualquiera, pero no superan los 20 segundos, situándose aproximadamente entre los 10 y los 20. Si queremos repetir o reiniciar, también existen, pero apenas duran un par. Y en el caso de querer volver al menú, ha desaparecido cualquier tipo de pantalla de carga o espera, es inmediato.
El broche de oro lo pone el apartado artístico, que como en todo WipEout, es un auténtico derroche de personalidad. Puro espíritu The Designers Republic y estética cyberpunk. Los diseños de las naves son geniales, una explosión de colores y formas, de variedad y estilos distintos. El filo de Icaras contra las curvas de Mirage, los dos brazos de Auricom contra la uniformidad de Feisar. Rojos y verdes, morados y azules. Los debates sobre qué nave es mejor no se limitarán a sus características (recordamos que tienen distinta velocidad, potencia de fuego, conducción y salud), sino también a las marcas y los skins dentro de las mismas. Por no hablar de los escenarios, en ciudades y en el aire, con superficies magnéticas, transparentes y suelos repletos de césped, con multitud de carteles publicitarios y anuncios gigantes. El sueño de cualquier diseñador gráfico. Siempre es un placer volver a surcar pistas tan bien pensadas y diseñadas, centradas en la experiencia más que en la floritura y la sobrecarga innecesaria de detalles y formas.
La BSO, otro ramalazo de genialidad
La joya de la corona de la saga. Es uno de los campos que mayores cambios presentan. Encontraremos un total de 28 canciones (que además ya están disponibles en Spotify a través del siguiente enlace), algunas inéditas y otras recuperadas de anteriores. No es la misma banda sonora que nos acompañó en WipEout HD/Fury, ni en WipEout 2048. Al menos, no en su totalidad. A los temas que repiten se suman los de nuevos artistas de renombre, algunos de los cuales también habituales en la IP, como The Chemical Brothers, The Prodigy y deadmau5. Echaremos de menos a CoLD SToRAGE, aunque siendo parte de la extinta Psygnosis, tiene todo el sentido del mundo su ausencia. También, si nos ponemos en plan nostálgico, nos hubiera gustado la inclusión de Firestarter. El elenco corre a cargo de Loic Couthie y, en cualquier caso, es una (nueva) gozada. ¡Ah!, que no se nos olvide. Esta vez sobra decir que al hablar de audio también incluimos 7.1, por el limitado 5.1 de los juegos originales. El conjunto lo culiman los nuevos efectos de sonido de la nave (al coger un turbo o hacer una barrena), que siguen la línea marcada hasta ahora y, en este caso sí, salen en los dos títulos del recopilatorio.
La maldita sensualidad de Zico y el mito de sus trofeos
Los trofeos no son los mismos y es una pena. Por norma general son un añadido secundario, con una papel irrisorio en la experiencia de juego. Sin embargo, los de estos últimos WipEout tenían cierto misticismo a su alrededor, una erótica muy particular. Los trofeos de platino de WipEout HD y WipEout 2048 están entre los más difíciles y meritorios de la historia. Eran desafíos de los desarrolladores que proponían retos la mar de curiosos y aumentaban ampliamente el número de horas de juego. Quién no se acuerda de los tiempos de Zico, o del mítico Zeus y su zona 75. Premiaban dominar todas las pistas con 'Arcade Perfecto' y pulir nuestros reflejos hasta batir las 20 zonas sin ningún tipo de daño. ¿A quién le hubiera dado sin su existencia por llegar hasta Subsónica usando solamente los frenos aerodinámicos? Nos incitaban a realizar una barrena allí donde jamás lo hubiéramos imaginado —Moa Therma—, a probar toda interfaz y control posible, y animaban a buscar nuevos caminos secretos. Eran, pues eso, muy especiales.
WipEout HD tenía 38. Con Fury, 51. WipEout 2048, a su vez, salió con 31. Si sumábamos las expansiones que incluyeron los anteriores, 53. Aquí contamos única y exclusivamente con 35. Nada de sumar hasta 81. Toca decir adiós a "Los 7 desafortunados" y a "Pir-hana perfecta". Habrá quien nunca descubra el atajo del Amphiseum (invertido), o quien ignore lo que había que sudar en su día para completar en los eventos Detonador los objetivos de "Tirador certero" y "La bomba". Es difícil explicarlo para los ajenos y recién llegados, pero tenían una relevancia especial y eran un ejemplo de cómo debían ser los trofeos.
Ahora son menos y más sencillos. No exigirán las 75 zonas, por ejemplo, sino 65 (y en cualquier evento, siendo en 2048 mucho más fácil). Aunque el "Supera a Zico" de 2048 ha cambiado para bien, y al menos se ha respetado su versión de HD, toda una odisea. Pero nos hubiera gustado tener todos, o al menos añadidos más imaginativos. Aunque de todos modos, celebramos la ausencia de casos como "Brigada Perfecta", que obligaba a organizar una quedada con 8 jugadores que se hubieran pasado la campaña, y al final, a ver quién es el majo que se hace con "Trascendencia".
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.