Falsificar tus notas por ordenador te puede salir así de caro

Cuando en 1983 se estrenó la película WarGames o Juegos de Guerra, todo el que la veía alucinaba con las habilidades hackers de Matthew Broderick, que incluían conectarse desde su casa al ordenador del Instituto y cambiar sus notas de suspensos a aprobados -recordad, 1983, no existía ni Windows aún, ni Internet, ni móviles. Hoy, en pleno 2017 y 34 años después esa peli, el estudiante universitario Sami Adel Ammar ha intentado hacer lo mismo, sólo que a diferencia de Broderick, le han pillado por listillo.

Falsificar tus notas por ordenador te puede salir así de caro

Y es que en vez de piratear el sistema informático de la Universidad desde su casa usando un servidor remoto y con algunas de las cientos de herramientas que hay online -ahí están las que fueron la base de los destructivos Wannacry y EternalRocks -, Ammar decidió hacerlo desde uno de los PCs del Edificio de Matemáticas y Ciencias en la Universidad de Florida Central. El estudiante, acompañado de un amigo, hackeó el ordenador del profesor que le había puesto un suspenso, Chung Young Chan, y cambio la nota de Insuficiente a Notable. El problema era que Ammar no conocía un elemento del sistema informático que lo descubrió.

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Al parecer, al terminar de poner las notas a una clase, el sistema del Campus le envía un correo auto-generado al profesor de turno para agradecerle que terminarse de evaluar a todos los alumnos. Chang se encontró de madrugada con un email de agradecimiento por segunda vez en el día, ya que él había puesto las notas durante la mañana. Al examinarlas de nuevo, vio que su alumno Ammar tenía una ‘B’ en vez de una ‘F’, y se acordó que en todo el semestre, el alumno sólo había hecho una tarea, y no era para subir nota, sino más bien para demostrar que estaba cursando esa asignatura y por lo tanto recibir una ayuda económica.

La próxima vez hackea las cámaras

El profesor intentó poner la ‘F’ de nuevo en las notas de Ammar, pero el sistema le dio un error. Cuando lo reportó y la policía del Campus lo investigó al día siguiente, se encontraron con una dirección IP del PC que Ammar había hackeado en la habitación 306 del pabellón de Matemáticas y Ciencias. Pero lo mejor era que él y su amigo habían sido pillados de lleno entrando en la habitación por las cámaras de seguridad. Tras ser interrogado, a Ammar se le acusó de acceder a un dispositivo electrónico con conocimiento de que tal acción era ilegal.

¿Resultado? La policía emitió una orden de arresto, el chico se entregó voluntariamente y dos horas después salió de la cárcel bajo fianza de 1.000 dólares. Casi 995 euros por ir de listo, ya que con 22 años y habilidades hackers, ¿cómo pudo no darse cuenta de que todo el pabellón estaría, lógicamente, plagado de cámaras de seguridad al tener allí los equipos informáticos?