iTernal, la primera lápida digital interactiva para cementerios

Más grandes, más pequeñas, con un pasaje bíblico, una cita francamente socarrona -la mítica de Groucho Marx-, una dedicatoria, una foto… Las lápidas son una de esas cosas que en 2000 años no han cambiado demasiado: bloques de mármol, de piedra, de granito, con inscripciones talladas en ellas. Pero como estamos en la era de lo digital, incluso la tecnología ‘smart’ se ha aplicado al camposanto. Y aquí tenemos lo que podríamos definir como una tumba inteligente.

iTernal, la primera lápida digital interactiva

Imaginad un marco de fotos digital de esos que se pusieron como el regalo de moda hace casi una década y luego se olvidaron. Ahora metedle una pantalla más grande de hasta 42 pulgadas tamaño TV y una capacidad multitarea con incluso elementos biométricos, como si fuera un smartphone. Eso es iTernal, una lápida digital que ha sido creada en la ciudad eslovena de Máribor, en la frontera con Austria, y ya puede verse en el cementerio local marcando la tumba del difunto que ha sido elegido como pionero para probar el dispositivo, en este caso una tumba falsa a modo de prototipo.

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De lejos es una lápida como otra cualquiera, con un nombre y una fecha, pero esto es porque está ‘mimetizada’ con las del entorno. La verdadera magia aparece cuando uno se acerca y ve cómo la lápida ‘cobra vida’ literalmente. ¿Que para qué demonios haría falta una lápida tecnológicamente avanzada? Su co-creador, Milan Zorman, profesor en la Universidad donde nació el invento, señala que en ella se pueden ver todo tipo de datos que el difunto desee mostrar a quienes se acerquen a ver su última morada, desde un discurso de voz suyo -que se reproduce mediante auriculares por aquello de no molestar la paz del lugar- hasta fotos, citas, canciones, imágenes, vídeos. Lo que el occiso y/o sus familiares deseen, personalizado incluso para quien se acerque -datos biométricos, identificación a través de su móvil- y según la época del año que corresponda.

Interactividad eterna por 3000 euros

Según el autor de la idea original, Saso Radovanovic, las inclemencias del tiempo no afectarán al dispositivo, ya que no se rompe ni se ve afectado por calor o frío extremo ni tampoco lluvia. Pero como todo lo relacionado con la industria funeraria, morirse nunca es barato, y tener la lápida más avanzada del cementerio sobre tu tumba, tampoco, ya que la iTernal -el nombre es, simplemente, magistral- tiene un precio de 3.000 euros nada menos. La duda es, ¿la veremos convertida en un estándar en las tumbas del futuro? ¿O será sólo cosa de aquellos que puedan permitirse una?