El FBI pagó casi un millón de dólares por piratear el iPhone 5c de San Bernardino
Una senadora americana revela lo que le costó al FBI hackear el dispositivo AppleSupera el Blue Monday con estas apps para tu móvil
A finales de 2015, un tiroteo en la localidad de San Bernardino, California, dejaba un balance de 14 muertos y más de 20 heridos a manos de una pareja de criminales. Dada la naturaleza del suceso, el FBI se encargó de la investigación y la trató como si fuera un suceso terrorista. Entre las pruebas obtenidas se hallaba un smartphone de uno de los asesinos, Syed Rizwan Farook, un iPhone 5c con un sistema de cifrado iOS que protegía la información del usuario del terminal. El FBI acudió a Apple para que le facilitase el acceso al móvil a través de una puerta trasera que no comprometiese los datos del teléfono, pero la compañía se negó a ello. Lo que sucedió a continuación fue un caso sin precedentes.
Posturas divididas
Dada la negativa oficial de Apple, que más que negarse a piratear su propio dispositivo se estaba negando a entregarle al FBI una ‘llave’ para acceder a cualquier iPhone y que el organismo tuviese acceso libre, el FBI no dudó en llevarla a los tribunales e intentar montar una campaña de descrédito contra Apple usando los manidos tópicos de la salvaguarda del ciudadano de a pie, de la protección de América, etc, etc. Y Apple no sólo se mantuvo en sus trece, sino que además se vio apoyada por la mayoría del resto de compañías importantes del sector como Samsung, derivando el caso a una pelea pública de Seguridad Versus Privacidad como nunca habíamos tenido.
Tras varios e intensos encontronazos públicos y políticos que aprovecharon la situación para ganarse votos y puntos apoyando o condenando las acciones de Apple, y en lo más caliente de la situación, de repente el FBI retiró la demanda hace poco más de un año, en abril de 2016, y dejó en paz a Apple. Y lo hizo por una razón: había encontrado la forma de hackear la seguridad del iPhone 5c a través de una desarrolladora de software israelí que pudo piratearlo, aunque los modelos con el chip A7, del iPhone 5s en adelante, ya se le escapaban a su método. El nombre de la compañía era Cellebrite, y fue la agencia Reuters quién lo hizo público. Pero lo que nunca se supo era la cantidad de dinero que el FBI le había pagado a esta por el trabajito. Hasta hoy.
Casi un millón de dólares por piratear el iPhone
Más de un año ha transcurrido desde que el caso se cortó en seco, el FBI obtuvo lo que quería y la tormenta mediática pasó. Y gracias a Dianne Feinstein, una senadora por el estado de California, sabemos la cantidad, ya que Feinstein ha declarado públicamente que para hackear el iPhone 5c de Farook el FBI le pagó a Cellebrite 900.000 dólares (823.000 euros), casi un millón $ para poder acceder a los datos de su interior sin el peligro de que estos se bloqueasen y volviesen inaccesibles.
Esta información, que se supone era clasificada, fue dicha por Feinstein en mitad de una vista del Comité Judicial del Senado, declarándose a a favor de las acciones del FBI y señalando que “existían buenas razones para acceder a ese dispositivo”. Tras lo de San Bernardino, hace un año empezamos a ver un aumento de seguridad en muchas redes y programas, como por ejemplo Whatsapp, a la que Facebook ‘blindó’ con el cifrado entre usuarios precisamente para que organismos como el FBI no pudieran intervenir chats entre dos o más contactos.