Por qué trabajar en Internet en China es una pesadilla
El gobierno aplica un férreo control que raya en censura a editoriales y operadoras.
Actualmente China es una de las potencias económicas mundiales, y que por sí sola tiene su propio mercado de smartphones tecnológicamente muy avanzados, puede conseguir que una película sea un éxito de taquilla sólo en el país -por ejemplo los 200 millones de dólares logrados en el primer día en cines de Fast & Furious 8-, o que un juego online se convierta en un fenómeno y genere cientos de millones. Pero en sí, en cuanto a la libertad básica de Internet, lo cierto es que China está estableciendo un control tan férreo que casi podríamos decir que raya en la censura.
Por qué tabajar en Internet en China es una pesadilla
Internet es vasto, universal y sin fronteras, motivo por el que el presidente Xi Jinping desea colocarle puertas, al menos en su país, y restringir los contenidos que se sube a la red. Esta ciber-soberanía es una prioridad gubernamental en el país, y el Partido Comunista, actual dirigente de China, ha anunciado nuevas regulaciones a través de la Cyberspace Administration of China (CAC) que aumentan las restricciones en cuanto a las noticias pueden y no pueden ser subidas a plataformas online del país. Para que os hagáis una idea, cualquier editorial debe enviar su artículo, informe o noticia a un equipo de censores que aprobará o desestimará el texto.
Estas reglas, que entrarán en vigor el 1 de junio, se aplican a cualquier informe, artículo de opinión, etc de ámbito político, militar, económico o diplomático, que aparezca ya sea en un blog, página web, foro, motores de búsqueda, apps de mensajería instantánea y cualquier otra plataforma que seleccione o edite noticias e información. O sea, que básicamente ningún redactor, editorial o comentarista podrá expresar una opinión propia en la Red que vaya en contra de la opinión general que el Partido Comunista ha establecido. Si eso no es censura, apaga (el router) y vámonos.
También afecta a las operadoras
De esta manera, cualquier plataforma editorial debe tener un equipo editorial que esté aprobado por el gobierno nacional o local y las oficinas de información, y el resto de trabajadores tendrán que seguir un curso de aprendizaje sobre las nuevas reglas y disponer de las credenciales oficiales autorizadas por el gobierno central de China. Pero ojo, que las operadoras y proveedoras de servicios online también tendrán que subirse al carro, ya que estas medidas también les afectarán a ellas.
De hecho las nuevas medidas de guía les serán aplicadas por si hay que solicitarles medidas para “respuestas de emergencia” para vetar contenido en caso de que haya algún desastre que las autoridades no quieren que trascienda, como las famosas explosiones de Tianjin en 2015 que el gobierno chino se empeñó en ocultar hasta que Occidente le exigió respuestas por posible contaminación ambiental.
Ciertamente el Internet en China nunca ha sido tan libre como en el resto del mundo, y ha tenido el tijeretazo de la censura del país, pero lo que el presidente Xi está haciendo en los últimos años es aplicar directamente el ‘Ban Hammer’, provocando incluso el cierre de varias plataformas en abril pasado dedicadas a producir un contenido de opinión y piezas informativas de carácter independiente, críticas con la opinión del gobierno.