Así funciona la máscara de Gareth Bale que usa para entrenar
El jugador usa un gadget diseñado para aumentar su resistencia pulmonar.
Los jugadores famosos son un buen reclamo para la publicidad, que a través de las redes sociales ha encontrado un filón de cara a llegar a un público mayor. Hace dos semanas vimos como Gareth Bale, el galés que forma parte de la plantilla del Real Madrid, aprovechaba su Instagram para promocionar un producto para deportistas de élite como es la Altitude Mask, una máscara que mejora la capacidad y el rendimiento pulmonar al entrenar llevándola puesta. Y hoy hemos visto como Bale de nuevo la promociona en la red. Pero, ¿que hace realmente esta máscara? ¿Mejora en verdad el rendimiento?
Así funciona la máscara de Gareth Bale
Diseñadas para un entrenamiento severo, las máscaras de altitud son una realidad en el mercado de complementos deportivos, y su uso básico es restringir la cantidad de aire que aspiras en una bocanada, simulando condiciones como la de estar a 1.500 metros por encima del nivel del mar (de ahí su nombre). Cuando entrenas con una de estas, te quedas antes sin respiro haciendo el mismo tipo de ejercicio que hacías antes. Esto contribuye a que tengas que hacer un esfuerzo mayor en el entreno, y por tanto llevar a desarrollar una mayor capacidad y resistencia pulmonar. Con el tiempo aprovechas mejor bocanadas menores de oxígeno, lo que aumenta tu rendimiento.
Centrándonos en la que promociona Bale, tenemos una máscara de la marca Altitude que se compone de un elemento de doble capa de neopreno para sellar el objeto a nuestra boca, un neopreno lavable, elástico y de alta duración. La capa superior tiene velcro en los laterales para sujetarla firmemente al rostro, y en la parte delantera tiene la tecnología clave de todo formada por válvulas de resistencia del aire que podemos abrir o cerrar a voluntad, para aumentar o disminuir la cantidad de aire que pasa y por tanto subir o bajar la intensidad del ejercicio.
Hasta 7 capas
Los filtros equipados en la Altitude Training Mask 2.0 -la versión más reciente del producto- tienen 7 capas de resistencia y 3 válvulas de flujo para modifcar la sesión. Quien empiece a usarla por primera vez tendrá que tener casi todo el filtro abierto, pero conforme vaya mejorando podrá cerrar cada vez más el flujo de aire que le llega, pudiendo simular de esta manera estar a una altitud de entre 1.000 metros y hasta casi los 5.500 metros, en la que la falta de oxígeno ya es acuciante.
¿Qué mejora el uso de una máscara de estas?
Según sus creadores, el uso de las máscaras de altitud trae consigo una serie de cambios físicos en diferentes zonas del cuerpo:
- Cerebro: Al reducir la cantidad de oxígeno necesario, el cerebro puede concentrarse mejor en una tarea.
- Pulmones: La máscara condiciona a los pulmones a realizar respiraciones más profundas y maximizar la absorción de oxígeno.
- Diafragama: Refuerza el diafragma y los músculos respiratorios
- Alveolos Pulmonares: Aumenta la elasticidad y la zona de superficie de los alveolos, resultando en un incremento de la entrada de oxígeno.
- Riñón: Activa la salida de la hormona Erythrpoletin (EPO), lo que produce celulas sanguíneas rojas que ayudan al suministro de oxígeno en los músculos.
- Músculos: De manera significativa se aumenta la resistencia, la velocidad y la fuerza
- Colesterol: La presión de la sangre y el colesterol se reducen.
A favor y en contra
Como vemos, el uso de una máscara de resistencia parece algo satisfactorio de cara al deporte y la salud, aunque hay expertos que no ven esto con los mismos ojos. Expertos como los de la web Trainright, en la que podéis leer esta pieza cuestionando los resultados e incluso las “consecuencias fatales“ del uso de estas máscaras.
Sea como fuere, tampoco sabemos si Bale entrena con ella. Lo que sí sabemos es que promociona el producto de la marca Altitude, aunque no será de extrañar que tras su lesión en el clásico del domingo pasado lo veamos en los entrenamientos luciendo una Altitude 2.0, que si os interesa la podéis comprar aquí en su web al precio de 69,99 libras, exactamente 82 euros.