LEGO City: Undercover
- PlataformaPC7.5NSW7.5XBO7.5PS47.5WiiU8
- GéneroAventura, Acción
- DesarrolladorTraveller's Tales (TT Games)
- Lanzamiento27/03/2013 (WiiU)04/04/2017 (PC)07/04/2017 (NSW, XBO, PS4)
- TextoEspañol
- VocesEspañol
- EditorNintendo
LEGO City Undercover, Análisis para Nintendo Switch
El sandbox de LEGO ha sabido gestionar el paso de los años de buena manera, con una aventura que se sigue sintiendo igual de divertida y bien dirigida, aunque con pequeñas flaquezas que dañan el resultado final en esta versión de Nintendo Switch, quizá la más perezosa de todas. La suma del modo cooperativo, sin embargo, es un añadido que hace todavía más adictiva la aventura de Chase McCain.
Análisis LEGO City Undercover para Nintendo Switch
La franquicia LEGO ha dejado claro a lo largo de estos últimos años que puede convencer no solamente a niños sino también a un público más adultos. No es fácil hacerse hueco en el género de las aventuras plataformeras, por lo que el mérito de TT Games para crear apuestas basadas en licencias tan notables como las de Marvel, Harry Potter o Batman no hacen sino demostrar la versatilidad de este equipo para encajar las piezas donde corresponden.
Pero lo difícil era crear una historia original alrededor de personajes basados en caras no conocidas, y es ahí donde entra en juego LEGO City Undercover, uno de los que fueron exclusivos de Wii U y que ahora hemos tenido la oportunidad de analizar en la nueva consola de la Gran N: Nintendo Switch.
Cuando conocimos el anuncio del juego era fácil pensar en que estaríamos ante una versión mejorada del original; en cierto sentido es así. Pero no vamos a engañaros: nos esperábamos más. Valorando al juego en sí mismo, sigue siendo igual de recomendable, valiente y honesto, como comentaremos más adelante; pero no todo sirve: sentimos algo de pereza a la hora de tratar un título tan cuidado como es éste. Lo primero que llama la atención es el atrevimiento de Warner a la hora de crear un sandbox de LEGO.
Podría haber sido un craso error, pero desde nuestra perspectiva y teniendo en cuenta al publico al que se dirige, las dimensiones del mapa se ajustan a lo que podríamos considerar un territorio grande pero recordable. Tres zonas divididas aunque conectadas, todo tipo de escenarios, situaciones y paisajes además de recovecos, puentes, zonas acuáticas y una verticalidad que sigue siendo uno de los pilares que sustentan la diversión del juego cuando nos desplazamos por el mundo.
No miente a nadie: la aventura de Chase McCain sigue brillando con luz propia por su humor, su irreverencia, el carisma de los personajes y el toque cinematográfico (aderezado por un excelente doblaje al castellano) que tanto nos recuerda a Grand Theft Auto. Hay que estar preparado para todas esas referencias a las décadas de los ochenta y noventa, con gags típicos de la actualidad pero sin huir de pequeñas bromas que también hagan esbozar una sonrisa en los más pequeños de la casa.
LEGO City está viva, y en portátil lo está aun más
Las 15 misiones del juego van evolucionando poco a poco no solo en complejidad sino también en profundidad jugable. El título insiste, quizá de forma demasiado pausada, en que seamos nosotros los que elijamos los tiempos, que sea el propio jugador el que escoja si es el momento de seguir avanzando por la historia y conseguir más habilidades o si, por el contrario, intentar ver los créditos finales lo antes posible merece más la pena. Dejando a un lado el tutorial inicial, a las pocas horas nos daremos cuenta de que hemos vivido todo tipo de situaciones: desde un profundo viaje por la mina hasta la construcción de un barco con el que recorrer la otra punta del mapa.
Chase McCain es un tipo que se hace querer y odiar al mismo tiempo: es el ideal de héroe americano, aunque su excesiva egolatría le haga ser en ocasiones algo pedante para darle esa chispa de gracia que le falta, por consecuencia, a una historia que tampoco da mucho de sí. TT Games quiso contar una historia a través de un sandbox, pero finalmente hicieron que el mundo del juego se comiese sin paliativos a todo lo demás: es sumamente divertido.
Por suerte o por desgracia, el argumento no va a alcanzar cotas de calidad suficientes en ningún momento como para hacernos continuar jugando; lo que nos hará no soltar la consola, nuestra Nintendo Switch en este caso, es la gran cantidad de desbloqueables dispuestos por el mapa: ladrillos, habilidades, construcciones… Solo el hecho de conducir y presenciar lo viva que es LEGO City puede hacernos invertir unas cuantas decenas de minutos cada día sin sentir que estamos perdiendo el tiempo.
La importancia del modo cooperativo
Lo mejor de todo es que esos desbloqueables tienen sentido, tienen una razón de ser. Al contrario que en otros títulos por el estilo donde esa acumulación de ítems escondidos nacen por una mera esencia compilatoria, aquí serán la llave que abrirá las puertas a hacer evolucionar el mundo. A más objetos ocultos como los ladrillos encontremos, más infraestructuras tendremos a nuestro alcance. Quizá la manera de llevar a cabo esta idea no sea la más variada que podríamos haber imaginado –véase más presencia de minijuegos-, pero el resultado convence. Más de 100 vehículos y aproximadamente 25 horas por delante para tener el cien por cien se ven acrecentadas además por la inclusión del modo multijugador cooperativo, que sin lugar a dudas nos ha hecho disfrutar del juego más que en el pasado.
Vamos a poner un ejemplo para entender por qué tenía tanto sentido la implementación de la pantalla partida en LEGO City Undercover. Imaginemos Brothers: A Tale of Two Sons completado de principio a fin de manera individual, controlando a los dos hermanos por las dos manos de un mismo jugador. La esencia se pierde al ser una sinergia formada por una misma mente. En el caso de LEGO City Undercover, cuando tenemos que cambiar manualmente de traje para romper las piedras de una mina o escalar lugares altos con el gancho de Chase en modo policía, la jugabilidad se toma un respiro que corta el ritmo: tenemos que parar. Otro ejemplo es Zelda: Tri Force Heroes, donde la gracia de jugarlo solo es más bien poca. Aquí, introduciendo modo cooperativo, se agiliza el apartado jugable a una dimensión mucho más notable, dando pie a que cada jugador asuma verdaderamente un rol de forma individual y no varios al mismo tiempo. Lo malo es que, en realidad, el modo cooperativo simplemente es eso, dos jugadores al mismo tiempo; pero cooperación hay más bien poca. Falta algo más de interacción entre jugadores, y eso no nos ha convencido en absoluto.
La pereza se paga cara
Profundizando ya en el apartado técnico, poco podemos decir respecto al juego original: la banda sonora sigue siendo variada, con tonos en todo momento acordes a lo que se muestra en pantalla y muchos efectos sonoros para cada situación. Destacar la presencia de voces de fondo en las calles o el ruido de los vehículos, pequeños detalles que sitúan en buen lugar los valores de producción de LEGO City Undercover. El problema es el rendimiento del juego. Insistimos en que hemos jugado a la versión de Nintendo Switch, que poco tiene que ver con la de PC, donde se alcanza una tasa de refresco de más de 60 imágenes por segundo. Aquí la resolución de mantiene en TV (1080p), mientras que en portátil es 720p, solo que las caídas de frames son demasiado frecuentes.
Si os preguntáis si hemos completado el juego con parche, la respuesta es sí; mejora respecto a la versión 1.0, pero los tiempos de carga siguen siendo muy prolongados. Por su parte, la calidad gráfica del juego ha ganado en definición, pero algunas texturas no cuentan con tanta saturación de color, está más apagado que en Wii U. Creemos que es justo comparar la versión de la anterior consola de Nintendo al ser ahí donde se concibió inicialmente el título. No obstante, no es menos cierto que en Switch el apartado técnico es algo superior, pero muy poco.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.