Análisis The Sexy Brutale

Llevamos ya décadas inmersos en un intenso e interminable debate sobre las aventuras gráficas. Desde aquella época dorada del género a principios de los años 90, los usuarios se volvieron muy exigentes con el género y fueron muy injustos con infinidad de títulos de elevada calidad que iban llegando al mercado, aunque hiciesen menos ruido que las grandes producciones; de hecho, cada vez que se volvía a ver un título  que destacase dentro del género, se veía a mucha gente hablando del “resurgir” de las aventuras gráficas, cuando la realidad es que nunca se han ido de nuestro lado. Broken Sword o Syberia son grandes nombres del género que siguen vigentes; se están haciendo remasters de grandes obras como Day of the Tentacle, Grim Fandango, Monkey Island o Full Throttle; eso, sin olvidarnos con la particular forma de entender el género por parte de Telltale, con obras narrativas de mucho éxito.

Este último ejemplo de Telltale Games es una muestra de que, aparte de las aventuras de corte tradicional, las nuevas producciones del género han evolucionado y se han adaptado a los tiempos que corren de diversas maneras, pero casi siempre luchando por ofrecer un toque original y novedoso para resultar atractivas al público general. Tal es el caso de The Sexy Brutale, una aventura que consigue narrar una gran historia de forma original y muy divertida, que obliga al usuario a estar siempre proactivo y a pensar la mejor manera de resolver sus puzles en una contrarreloj constante. 

Ampliar

La mansión de la eternidad en un día

Si por algo han destacado históricamente las aventuras gráficas, ha sido por ofrecer historias profundas e intricadas. Sobre todo en los inicios del género, en una época en la que solo los juegos de rol y las aventuras gráficas luchaban por ofrecer historias intricadas y profundas gracias a las herramientas narrativas que tenían a su disposición, diferentes a las de otros géneros más básicos. En ese aspecto, The Sexy Brutale tiene la complicación de salir en una época en la que la narrativa en los videojuegos ha prosperado sobremanera e incluso los juegos de plataformas pueden ofrecer historias profundas que sirvan de hilo argumental para animar al jugador a seguir adelante en la aventura.

Pero incluso a pesar de estar en esta época, The Sexy Brutale consigue algo poco habitual: sorprender a través de su historia. El marqués ha organizado una gran fiesta en su mansión, la cual cuenta con su propio casino y su propio teatro. Sin embargo, el marqués ha desaparecido y nadie parece saber dónde se ha metido. Cada invitado reacciona de una manera y, mientras algunos intentan encontrar al anfitrión desaparecido, otros siguen disfrutando de las atracciones del casino. Sin embargo, tanto si optan por ser activos como si se muestran más pasivos, todos los personajes empiezan a morir uno a uno, hasta no quedar nadie con vida cuando llegan las 12 de la noche y ese fatídico sábado llega a su fin.

Ampliar

El objetivo del jugador será encarnar a Lafcadio Boone, un sacerdote que, al igual que los demás personajes, estaba invitado ese día a la gran fiesta de la mansión. Una chica misteriosa le otorga un reloj místico que le permite retroceder en el tiempo y reiniciar el día desde las 12 del mediodía. El objetivo de Lafcadio será salvar de la muerte a todos y cada uno de los invitados de ese día, a la par que resuelve los misterios más profundos que oculta la mansión en su interior… Es justo reconocer que tampoco es que sea una historia especialmente innovadora, pero está tan bien hilvanada y presenta tantas sorpresas (sobre todo en sus revelaciones finales) que deja un gran sabor de boca en el usuario. La excelente fusión de intriga, suspense, misterios y ocultismo hacen de The Sexy Brutale uno de los títulos más frescos del género, capaz de sorprendernos y de conseguir encandilarnos de principio a fin con el carisma que destilan tanto los personajes como los entornos del juego.

Un sistema de juego diferente

The Sexy Brutale nos permite tener control directo sobre Boone e ir recorriendo las estancias de la mansión a nuestro aire… o no, porque hay una serie de requisitos para poder hacerlo. Por ejemplo, habrá estancias a las que no podremos acceder en un primer momento, mientras que nunca podremos estar en una estancia en la que haya otros personajes (sean invitados o miembros del personal). Esto nos obligará a aprender sus rutinas y saber las horas a las que podemos o no acceder a cada zona. El tiempo pasará muy rápido y las 12 horas son apenas unos minutos de tiempo real, así que tendremos que actuar con rapidez y rebobinar el tiempo tantas veces como sea necesario hasta tener claro las rutinas de las víctimas a salvar y descubrir cómo hacerlo.

Boone empezará teniendo muy pocas habilidades: retroceder en el tiempo y mirar por la cerradura de las puertas para espiar lo que pasa en las habitaciones circundantes. Esta acción será fundamental para controlar movimientos, aprender rutinas, descubrir contraseñas y secretos, etcétera. Pero tras salvar a cada uno de los invitados, irá adquiriendo sus máscaras y con ellas habilidades especiales: superoído, abrir cerraduras, cantos especiales y otros que no desvelaremos para no destripar algunas sorpresas del juego. Además, habrá coleccionables secretos esparcidos por toda la mansión, como son las 52 cartas de póquer y las 9 invitaciones recibidas por los personajes para acudir al lugar (muy complejas de encontrar).

Ampliar

Los puzles no son especialmente complejos, pero llegar a percatarse de cómo se resuelven nos llevará su tiempo. Muchas veces serán tan fáciles como aprovechar los momentos adecuados para robar una llave y cerrar una puerta concreta, pero es preciso encontrar esa llave y averiguar qué puerta cierra y en qué momento es recomendable hacerlo. Aproximadamente, el juego dura unas 7-8 horas, aunque esa cifra puede variar sensiblemente según lo que el usuario tarde en adivinar la resolución de los puzles o si se opta por conseguir los coleccionables ocultos o no.

Preciosismo visual

La respuesta del personaje al mando es muy satisfactoria y en todo momento no sentiremos con un control absoluto sobre las acciones de Boone. Aun así, el juego sufre de algunos detalles que se podrían pulir un poco más; por ejemplo, algunas interacciones con las puertas distan de ser las ideales, o a veces hay bucles en los que los personajes no cumplen sus rutinas como deberían. Nada especialmente molesto o que no se solucione con reiniciar el día, y si algo nos animará a seguir adelante y a ignorar estos defectos menores será, precisamente, la gran historia y el preciosismo y carisma que destila el juego. El estilo artístico de The Sexy Brutale es original y muy característico; los personajes derrochan personalidad propia y los escenarios están muy detallados y bien acabados.

Ampliar

Es un juego hermoso de ver y que, además, tiene momentos brillantes en lo que respecta al apartado sonoro. Aunque la lista de canciones de la banda sonora no es especialmente extensa (algo lógico, teniendo en cuenta la duración del juego y que siempre repetimos el mismo día), tenemos algunas pistas que son, sencillamente, sublimes. Tal es el caso de las canciones vocales, presentes tanto en el propio juego con en los créditos del mismo, melodías bellas y dignas de ser escuchadas incluso cuando hemos dejado de jugar. En general, es la suma de todas estas partes lo que hacen de The Sexy Brutale una experiencia muy satisfactoria, más al precio reducido al que sale.