Análisis de The Crow's Eye

The Crow's Eye es una aventura en primera persona que mezcla puzles, plataformas y algo de terror psicológico que tiene, además, referentes evidentes desde un primer momento. Desarrollado por los españoles 3D2 Entertainment y a un precio de 14,99 euros en Steam, esta curiosa propuesta que nos mete de lleno en la Universidad de Crowswood obliga al jugador a avanzar en medio de una historia interesante y una ambientación que no deja a nadie indiferente.

El título ofrece algunos trazos que recuerdan, a nivel visual, a Bioshock, algo que se acentúa por mecánicas como el uso de grabadoras para escuchar testimonios y jeringuillas para curarnos u obtener adrenalina, además de las máquinas 'La Fortuna' para los puntos de guardado. Pero a nivel de referencias, son otros los juegos a los que evoca en lo que terror en primera persona se refiere: Amnesia e incluso Outlast por esa ambientación tan oscura y una historia relacionada con experimentos psiquiátricos, doctores que usan la frase “el fin justifica los medios” y otros enigmas perturbadores. Además, Portal también se puede relacionar estrechamente con The Crow’s Eye, debido a algunos de los puzzles que se presentan, con el uso de cubos y una pistola electromagnética que recuerda a la de la saga de Valve (incluso a la utilizada en Half Life).

El juego se basa en una secuencia de puzles a resolver que van aumentando de dificultad a medida que la trama avanza, haciendo así que el jugador tenga una sensación de progreso y de aprendizaje constante. No llegan a ser extremadamente complicados, aunque dependiendo de nuestro ingenio y amor por los sistemas de rompecabezas podríamos atascarnos en una zona más minutos que alguien experimentado en este campo.

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A medida que avanzamos nos proporcionarán habilidades o herramientas útiles y necesarias para resolver los nuevos desafíos que se nos presenten, como el sistema de Adrenalina (Usado con el botón C, con durabilidad limitada y recargable), que hace que el tiempo vaya a cámara lenta y nos proporciona más potencia de salto para avanzar por las plataformas. Otra ya mencionada es la pistola electromagnética, que además de luz (para substituir el mechero que tenemos al principio del juego), nos dará la habilidad de repeler o acercar objetos determinados como cubos o a nosotros mismos, ayudándonos así a pasar por los niveles y desplazarnos por las plataformas. 

También contaremos con un sistema de crafteo para elaborar objetos útiles como vendas (para curar salud que podemos perder al caer al vacío mientras plataformeamos, por ejemplo), mapas de cada área o ganzúas, necesarias para pasar por algunas puertas cerradas mediante un minijuego. Por ello, la jugabilidad se hace realmente interesante a pesar de un sistema de movilidad que puede resultar incómodo en determinadas ocasiones.

En cuanto a la historia, The Crow’s Eye nos sitúa en la Universidad de Crowswood de ciencia y medicina, narrando el argumento a través de grabaciones y documentos escritos que podremos encontrar por los diversos escenarios. Además, un científico loco con un peso realmente importante en la trama nos acompañará por nuestra aventura con su risa desquiciada y sus desafíos. Sin entrar en destripes, decimos que al final del juego se nos resolverán algunas de las dudas que nos surjan, si bien no todas, tal y como el científico nombrado prometía como recompensa por completar todos sus niveles.

A pesar de tener tintes de terror psicológico, no puede considerarse un juego de terror al uso, ya que no tendremos enemigos que nos persigan ni peligro de muerte real. Aún así, pueden haber un par o tres de jumpscares, a nuestro criterio, totalmente innecesarios y no conectados con la trama y el espíritu del juego (se trata de un pequeño monstruo con forma de gusano con dientes que tendremos que espantar moviendo rápidamente el ratón de lado a lado). En ningún momento hay un enemigo mayor ni tenemos armas para luchar contra ellos, así que no tiene mucho sentido mantener ese pequeño detalle que te saca de la trama y en lugar de asustar te hace reír. En verdad, asusta más el hecho de poder morir por caer repetidamente al vacío si fallamos un área de plataformas, ya que nuestra vida irá disminuyendo y si llega a 0 tendremos que cargar una partida anterior. A nivel visual funciona con el motor Unity, dejando un acabado más que convincente en términos generales, aunque no se libra de algunos problemas técnicos como pueden ser algunas caídas de framerate.

The Crow’s Eye nos mantendrá atentos e inmersos en todo momento gracias a su oscura y conseguida ambientación y su increíble banda sonora. Ésta está tan solo presente durante los puzzles y momentos clave, dejando la importancia al silencio y los sonidos inquietantes el resto de tiempo. El soundtrack realmente sorprende por su calidad y de hecho, en la página de Steam del juego se puede adquirir de forma independiente por 3,99€. Por último, remarcar que completar el juego en su totalidad nos puede llevar aproximadamente de 7 a 8 horas, dependiendo de nuestra habilidad y rapidez al resolver puzzles y avanzar por las plataformas.