Condenado por fraude al seguro por culpa de su marcapasos
Los datos del dispositivo han sido una prueba en contra de un ciudadano americano.
La cantidad de información privada y personal que los dispositivos que usamos cada día tienen sobre nosotros es enorme. Aquí podéis ver todo lo que un simple navegador sabe de su usuario, y si ya empezamos a pensar en cosas como los smartphones, el crecimiento es exponencial. Pero tampoco hay que desechar otros dispositivos, ya que todo lo que usemos de forma continuada acaba quedándose con algún dato importante y/o privado. Como por ejemplo un marcapasos, algo que sirve para salvar vidas y también para condenarlas judicialmente hablando.
El marcapasos chivato
Un marcapasos artificial, según la Fundación Española del Corazón, es “un dispositivo electrónico diseñado para producir impulsos eléctricos con el objeto de estimular el corazón cuando falla la estimulación fisiológica o normal. Estos impulsos, una vez generados, necesitan de un cable conductor (o electrocatéter) que se interponga entre ellos para alcanzar su objetivo”. De esta forma, un sistema de estimulación cardiaca consta de un generador de impulsos eléctricos (o marcapasos propiamente dicho) y de un cable, y como dispositivo electrónico que es permite almacenar información sobre el paciente que lo lleva.
Conozcamos a Ross Compton, oriundo de Ohio, Estados Unidos, y que lleva un marcapasos por problemas en su corazón. El 19 de septiembre de 2016, el señor Compton tuvo que salir de su casa corriendo por un incendio que la asoló, y de la que sólo tuvo tiempo de sacar unas maletas por la ventana antes de correr al coche. Como es normal, el hombre acudió a su compañía de seguros para cobrar los 400.000 dólares en daños que el fuego había causado. Pero algo no cuadraba en todo el asunto para la policía, que se puso a investigar, solicitando incluso una orden de registro para los datos del marcapasos del sospechoso.
“Policía, venimos a investigar su marcapasos”
Lo que encontraron en el dispositivo bastó para acusar a Ross Compton de incendio provocado y fraude al seguro. Y según los papeles del Tribunal, el análisis de los datos del marcapasos hecho por un cardiólogo reveló que las pulsaciones y el ritmo cardíaco del acusado se mantuvieron tranquilos y sin alteraciones antes, durante y después del fuego. Teniendo en cuenta que el hombre se encontró con el horror de su casa en llamas, de que tuvo que recoger cosas a toda velocidad, tirarlas por la ventana, salir por el mismo sitio cargando cosas y correr hasta el coche, o es un rey de la meditación zen o un defraudador.
Más bien lo segundo, y de los malos, puesto que un examen forense de su ropa reveló rastros de gasolina en los pantalones y zapatos. De momento Compton espera sentencia, y seguro que no se esperaba que su marcapasos lo delataría. Pero como buena defensora, la abogada del acusado ha aprovechado para intentar darle la vuelta al asunto señalando que “los americanos no deberían tener que elegir entre salud y privacidad. Como sociedad valoramos nuestros derechos de mantener la privacidad sobre la información médica y personal, y exigir a ciudadanos que entreguen esos datos de salud a las fuerzas de la Ley erosionan estos derechos”.