Shadow Tactics: Blades of the Shogun
- PlataformaPS4PC9XBO
- GéneroEstrategia
- DesarrolladorMimimi Productions
- Lanzamiento06/12/2016 (PC)28/07/2017 (PS4, XBO)
- TextoEspañol
- VocesInglés
- EditorDaedalic Entertainment
Análisis Shadow Tactics, la paciencia convertida en arte.
El guardia pasa distraído mientras clavas la mirada en él desde los arbustos. Dos segundos después, tu daga atraviesa su corazón y es su cadáver lo que pasa a ocupar el matorral que te ocultaba. Los largos minutos de espera y de estudiar su ruta han tenido recompensa. Bienvenido a Shadow Tactics.
Si se mira en retrospectiva, da la impresión que la paciencia no es una virtud muy apreciada en los videojuegos. Por una parte, los desarrolladores se ven cada vez más apremiados por las compañías a sacar productos más rápido, por otra cada vez predominan más las experiencias de gratificación instantánea o que directamente juegan con la frustración del jugador para sacar dinero. En ese contexto, sorprende una propuesta como Shadow Tactics, cuya base es precisamente ese elemento, la paciencia.
Para ponernos en contexto y presentarlo a quienes no lo conozcan, Shadow Tactics es un juego táctico de sigilo e infiltración que nos sumerge en la piel de cinco personajes (no controlamos a todos en todas las misiones sino que el reparto varía entre misiones y dentro de las mismas), cada uno con habilidades únicas que debemos explotar al máximo para salir airosos de los retos.
Cinco personajes, decenas de posibilidades
Estos personajes son el Ninja Hayato, capaz de usar un Shuriken para acabar con enemigos desde escondites y lanzar piedras para atraerlos; Mugen, un Samurai y el único componente del equipo capaz de enfrentarse a otros guerreros de su categoría, aparte de poder usar una botella de Shake para distraer a los guardias de sus rutas y utilizar un ataque devastador para acabar con hasta 3 enemigos de una sola vez si se encuentran juntos; Takuma, un anciano tirador que nunca falla y es capaz de acabar con enemigos a gran distancia mientras dure la munición; Yuki, una hábil y escurridiza chica capaz de matar con trampas o atraer a enemigos desde mucha distancia con su flauta; y Aiko y su habilidad para disfrazarse y pasar inadvertida entre los enemigos o hacerles estornudar compulsivamente para evitar que presten atención.
Las misiones consisten en retos concretos, divididas en pequeñas metas volantes, normalmente alcanzar ciertos puntos para realizar diferentes acciones, como robar algo de un personaje, acabar con una serie de enemigos concretos, activar un elemento, etc. Para ello debemos experimentar con cuidado las posibilidades de nuestro entorno, familiarizarnos con los enemigos, su ubicación, y rutas, y prestar gran atención a su campo de visión.
Y es ahí donde la paciencia entra en juego. A pesar de que una ubicación general entre géneros coloque a este juego en lo que se denominaría “estrategia”, aquí más que planificación previa se premia la atención, la paciencia para encontrar el momento y el lugar justo para atacar, y la prueba y error hasta dar con las claves para avanzar.
Para hacer esto último, probar y repetir constantemente, el juego nos invita a guardar partida cada minuto y de hecho un contador en pantalla que va tornándose rojo nos recuerda cuánto hace de la última vez que pulsamos f5 para guardar. Otro toque de botón, f8, nos permite por su parte regresar de inmediato al último guardado.
Para hacernos más fácil permanecer indetectados, podemos usar unos marcadores para ver qué enemigos y en qué momentos tienen contacto visual con un punto concreto y así planificar nuestros movimientos. También contamos con un modos sombra, que nos permite preparar acciones de más de un personaje para ejecutar de forma simultánea, lo que será imprescindible para progresar cuando debamos acabar con más de un enemigo a la vez, por ejemplo.
Pero no solo se trata de nosotros. Si algo hace especial a este Shadow tactics frente a títulos anteriores como la saga Commandos o Desperados es que aquí el entorno es completamente tridimensional y podemos interactuar con gran cantidad de elementos: desde nuestras huellas sobre la nieve que delatarán nuestra posición a los enemigos a atropellar a enemigos agitando los bueyes de un carromato, pasando por ocultarnos buceando en el agua, las gallinas reaccionarán a nuestra presencia… El entorno será nuestro aliado o nuestra perdición.
Un juego cuidado al detalle
Y es que se nota y mucho el mimo puesto en este proyecto de años de trabajo del pequeño estudio muniquense Mimimi Productions, que se palpa en todos los detalles: desde las excelentes interpretaciones en japonés de los personajes, al detalle puesto en los escenarios, diseñados con todo lujo de detalles y un auténtico caramelo para la vista.
Cada misión nos llevará un buen rato buscando la forma de completarla, pero una vez jugada siempre podremos volver a ella gracias a los distintos modos de dificultad y a un sistema de insignias que nos propondrá distintos retos que superar, aparte de mejorar nuestros tiempos.
No se queda atrás la música, orquestada con una amplia selección de intérpretes y que incluye instrumentos tradicionales japoneses como el Koto. Una música que se combina con los efectos ambientales para sumergirnos al máximo en la experiencia, resaltando la tensión o épica de los distintos momentos sin estorbar nunca.
Los controles, por su parte, hacen un intensivo uso del teclado y ratón en la versión de PC, aunque también se adaptan al uso con mando, si bien se pierde parrte de la inmediatez que confiere el uso de este dispositivo.
Destaca también una localización al español muy lograda, sin grandes pegas y que permite seguir el cuidado guion, que aparte de ser una delicia, con un gran trabajo de caracterización histórica, cuenta con supervisión en este ámbito en una muestra de perfeccionismo alemán. En definitiva, pocas pegas se pueden poner a un juego redondo que hará las delicias de todos los aficionados al sigilo y la historia feudal japonesa.
Excelente
Un título referente en su género, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutarás de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en clásico con el paso de los años. Cómpralo sin pestañear.